Sizzy (2/4)

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Ahora la chica pasa sus días entre entrenamientos escuchando viejos musicales mientras sueña con que su vida está basada en alguno y que en cualquier momento Simon entrará por la puerta cantando "Come What May", la tomará en sus brazos y volverán a ser los mismos, bueno. No los mismos, por alguna extraña razón esta vez sí será diferente, esta vez sí va a funcionar.

Las otras cinco veces fueron mantequilla, esta será la buena.

— Creo que ya es tarde. — murmura levantando su cabeza de sus piernas — Ya quiero irme a casa. — su hermano la mira por el retrovisor y asiente rendido. La resignación es obvia en su cara, parece algo desesperanzado, como si no estuviera cumpliendo su labor de hermano mayor bien. No es así. De hecho Izzy lo ha sentido más cerca que nunca en estos últimos días de lo que lo ha sentido toda su vida, es como si hubiera perdido a un hombre que llenaba ciertos vacíos que dejó otro (desde que encontró a Magnus), y ese otro se dio la vuelta y decidió volver con ella. Finalmente. No lo odia por enamorarse, pero sí le resentía que la olvidara de la nada, ahí fue cuando el de anteojos apareció y por un segundo comprendió porqué Alec se perdía con el brujo

Perdió a su novio. Pero se ganó a su hermano de vuelta.Y ella siempre ha querido a su hermano, así que no está del todo mal.

Realmente está tratando de ver el lado positivo de todo esto.

Por más que haya perdido el apetito, por más que no pueda dormir en las noches, por más que su concentración se vuela a Dios sabe a donde, por más que sienta que ha perdido el sentido de su vida, por más que sienta que nunca más volverá a conocer a alguien que la quiera de nuevo, por más que parece que está deprimida.

A pesar de todo esto, ella busca el lado positivo.

Dolió, sí. Pero pasará, es para mejor.

Duele. Se corrige mentalmente mientras siente cómo la vitalidad se le escapa de entre los dedos. Simon se ha llevado demasiado de ella y se siente tan tonta y vacía que parece que se está perdiendo a sí misma.

Siente que las lágrimas se acumulan de nuevo en sus pupilas. Rayos, si los chicos se dan cuenta volverán a soltar la charla motivacional "Simon Lewis: El monstruo que te dijimos mil veces que era y el progreso que viene para ti tras su partida" En la solo se dedican a hablar mal de Simon y a decir esos típicos "te lo dijimos".

¡Sí se lo dijeron! Ya lo sabe, se lo dijeron tantas veces que llegaron a cansarse, todos los que la rodeaban se lo repetían.

Ese tipo no te conviene.

Pero Isabelle insistió, por alguna razón, ella insistió cinco veces, corrió, lloró, se devolvió, rogó, se disculpó e intentó todo lo que estuvo en sus manos para que lo que tenía con Simon funcionara. Los demás no entienden, pero ese castaño significaba demasiadas cosas para ella que no estaba dispuesta dejar ir tan fácilmente, se aferró a ello tan intensamente que ahora se siente desgastada. ¿Y todo para qué? para que al final él lo terminara todo con un: "¿No has pensado que podrías ser feliz con alguien más? "

Oh Simon.

¿Por qué?

Si ella hubiera querido estar con alguien más él sería cosa del pasado hacía meses. Izzy es bonita, simpática, divertida, los chicos la buscan, la invitan, son lindos con ella, de poder, puede. Y sin embargo es tan cerrada en lo que concierne a su corazón, habían pasado años, tipos fueron y vinieron pero nadie nunca había podido abrir ese pequeño capullo en que la chica se resguardaba. Entonces llega Simon, lo abre y lo arruina. Izabelle piensa que no es justo.

Su primer beso.

Su primer novio.

Su primera cita.

Su primer amor.

La primera vez que la tomaron de la mano.

La primera vez que le habló a alguien de sus sentimientos.

La primera vez que fue sincera.

Tantas primeras veces, ahora se siente tan común y ordinaria.

La dejaron, como a muchas otras, le rompieron su corazón, ya no tiene nada. Todos esos años guardándose al amor, con sus sentimientos intactos, se sentía única, nunca había tenido novio, nunca había besado a un chico, ahora es del montón, ese montón en que las chicas aman demasiado y terminan desechas en el auto con sus amigos mientras tratan de esconder sus lágrimas mirando por la ventana y concentrándose en las oscuras calles de alrededor.

Eso hasta que algo llama su atención.

Dos tipos golpean a un joven en medio de la cuadra. Isabelle no lo piensa dos veces.

— Alec detén el auto. — exige y lo mira — ¡Alexander, ahora!

— ¿Qué? ¿Qué pasa? — cuestiona el pelinegro perdido por el tono de pánico de la chica, aún así lo detiene. Todos en el carro la miran asustados esperando por una respuesta. Izzy no dice nada, solo abre la puerta, no está pensando de manera coherente.

ShadowHunters •One Shots• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora