Cap.13 - La llamada

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Los días pasaron y yo seguía preguntándome que habría pasado con Helena .
Estos últimos días solo habíamos follado, fumado marihuana y poco más.

Ahora que estábamos las dos en casa de Amparo era mi oportunidad para preguntarle. La respuesta que recibí de ella no me lo esperaba... Daria.

Me quedé pensando un poco sobre el tema. Esa mujer estaba más loca de lo que pensaba.
Miré a Helena un momento y como iba solo en bragas me puse muy cachonda, dejé de pensar tanto y pasó lo que tuvo que pasar.

Follamos durante toda la tarde. Le comí el coño y el culo más de lo normal, me encantaba esa sensación de mis labios rozando su coño. Después de comérselo todo, rápidamente saqué mi bote de vinagre, y empecé a chupar el pene de mi padre, me encantaba, la única pega es que ahora sabía bastante a vinagre.

Sinceramente me ponía muy cachonda follar con Helena mientras pensaba en mi difunto padre...

Cuando terminamos Helena se quedó dormida y yo empecé a pensar sobre el tema de Daria.
Ya sabía que ella quería a Helena, pero para que quería hacerle daño.

En eso que de repente me empezó a sonar el móvil, era un número oculto.
Lo cogí y la voz que sonaba detrás no podía creer de quién era.

Otra vez Daria, no se como había conseguido mi móvil ni lo que quería.

- Sé quién es tu hermana, si quieres verla tendrás que venir a la dirección que te de. Recuerda venir sola.

No podía creer que Daría supiese algo, me daba entre misterio y morbo. No lo entendía pero le creía, lo decía muy segura y con voz seria. Sabía que tenía que ir.

Le dije Helena que me tenía que ir a pillar marihuana, a lo que ella me dijo que había de sobra en casa de Amparo (una de las cosas que más nerviosa y cachonda me pone es que Helena es súper inteligente).
Le dije que tenía que salir y que no hiciese preguntas, a lo que dijo que quería venir, pero no podía, ni tampoco podía decirle a que iba... Entonces se me ocurrió una idea para distraerla.

Saqué el móvil y de inmediato me metí en páginas de viejos cachondos que buscan sexo rápido. Contacte con uno que vivía cerca y le dije que viniese.
Tenía 60 años y le iban las menores, no le culpo por ser pederasta,en el fondo le entiendo...   Pero claro, a Helena no sé si le haría gracia eso,así que le besé, le escupí en la boca, le comí el coño y le até con unas esposas a la  cama.

El hombre no iba a tardar mucho,pero aún así tenía prisa. Dejé la puerta abierta y me fui corriendo...



Psicópata Sexual.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora