PRÓLOGO

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Me desperté de un salto al sentir su voz. Miro a todas partes pero la verdad es que me encuentro sola. Otra vez me sucedía de nuevo, sabía que debía combatirlo de alguna forma pero simplemente no sabía cómo hacerlo.

Eran las seis de la mañana y no podía dormir por estar pensando qué debería hacer con mi vida cuando  termine la secundaria, creo tener algo planeado pero no sé si será lo mejor para mi.

Decidí ir a darme una ducha para pensar mejor las cosas. Estando allí comienzo a pensar si debería mudarme o si debería superar las cosas que habían sucedido y seguir adelante con mi vida. Los minutos pasan rápido. Mi hermano golpea la puerta con fuerza y me saca de mis pensamientos.

    -Si sigues allí más tiempo créeme que llegaremos tarde. -dice.

    -Ya lo sé. Me iré a vestir  mientras te duchas.

Fui a mi habitación y me puse lo primero que encontré.

Bajé a la cocina y preparé un sándwich.

    -Espero que me hayas hecho uno a mi! -me dice Liam - Pero hazlo para llevar. Vamos tarde Allison.

Rápidamente hago dos sándwiches y me subo al auto entregando uno a Liam.

    -Gracias - dice.

Me limito a contestar y durante todo el trayecto vamos en silencio.

Al llegar al instituto me apresuro a bajarme del auto cuando Liam me agarra por el brazo.

    -¿Estás bien? Te he notado muy rara desde ese día.

    - Si, todo está bien. -Le digo sin más.

Estoy tan concentrada en mis pensamientos que no me doy cuenta de que la clase ya acabó. Salgo rápidamente y me dirijo a la cafetería para encontrarme con Malia.

    -¡Hey! Te he buscado como loca. ¿Dónde has estado?

    -Necesito hablarte - Le digo de una forma seria.

    - ¿Qué sucede? - Me dice. Puedo notar su expresión de confusión. No respondo, solo la observo.

    - Allison, dime de una vez por todas qué está sucediendo.

    - Volvió. - Le digo. Su cara ha cambiado de un modo impresionante.

Salimos juntas de la cafetería y nos dirigimos a una parte solitaria.

    -¿Por qué dices que volvió? ¿Acaso lo viste? - Me dice con una expresión de preocupación y terror.

    -No lo vi. Solo que… Creo que volvió

    -¿Cómo que no lo viste? ¿Dices que crees que volvió? -Me dice con una mirada de confusión.

    - Malia. No sé qué me está sucediendo pero durante la última semana he sentido que me habla. Sé que es una locura pero me habla mientras estoy dormida y cuando logro abrir los ojos no hay nadie. Estoy sola. Creo que me estoy volviendo loca. - Le digo y entonces ella me abraza.

    -Resolveremos todo esto,¿vale? -Me dice al oído.

No respondo,solo afirmo con la cabeza.

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