Primer día de convivencias. La selección

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(Este capítulo corresponde al nº11 de la historia que publica completa la usuaria LikeWeAreGreen,  desde el punto de vista de Derek)

Altair lanzó la pelota al aire y la recogió de un salto. Tres chicas de cuarto se rieron detrás de nosotros y él sonrió complacido.

- En un rato deberíamos ir tirando hacia allí. – dijo Gabriella, tapándose el sol de la tarde con la mano. – No quiero perderme nada del anuncio.

- ¿Qué creéis que va a ser? – preguntó Audrey.

- Conociendo a McGonagall, yo digo que luchar contra un nido de basiliscos o alguna mierda imposible similar. Como aprobar sus exámenes o algo así.

- Vamos, Karsten, la última vez casi lo consigues. – sonrió Audrey.

- ¿Desde cuándo un tres y medio es "casi conseguirlo"? – murmuré, más malhumorado de lo que pretendía sonar.

- Cállate, Odair. – Audrey me frunció el entrecejo y me tiró una piedrecita del suelo.

Faltaba media hora para que nos dieran las instrucciones para la primera prueba, y nadie tenía ni idea de qué era. Nos habían dado toda la mañana para prepararnos, así que supusimos que era algo complicado. Habíamos practicado conjuros de protección y ataque, pero al no saber nada de la prueba no podíamos profundizar más. Estábamos en un patio lateral de la zona oeste del colegio, aprovechando los últimos rayos del sol sentados en la hierba y tratando de no arrancarle la cabeza de un mordisco a cualquier alumno de primero que "nos mirara mal".

Todos estábamos nerviosos, pero cada uno lo enfocaba de una manera distinta: yo fumaba como una carreta y me ponía de mal humor; Audrey estaba más callada de lo normal y no paraba de mover la pierna arriba y abajo; Karsten no se estaba quieto, se levantaba y se sentaba constantemente, se giraba, hacía flexiones; Altair jugueteaba con la pelota y se pavoneaba delante de las chicas; Gabriella se retorcía los rizos y se estiraba de los mechones de pelo.

Yo, además, no paraba de pensar en Alethea. Por alguna razón, se colaba de una manera u otra en mi cabeza. Todo lo que me imaginaba respecto a las pruebas acababa desembocando en ella. No podía concentrarme en las clases, y Noa había comenzado a retraerme mi falta de atención con ella. Le di una calada al cigarro para llenar de humo el sentimiento de culpa.

- Eh, Derek. Nos vamos. – Karsten chasqueó los dedos delante de mi cara.

Me levanté, me sacudí la ropa y juntos nos dirigimos hacia el jardín principal del castillo, donde McGonagall nos había convocado durante la hora de la comida. Me puse más nervioso de camino hacia allí. Sólo quería comenzar la prueba y acabarla.

Habían montado un escenario pequeño en el centro del jardín, cerca de la cabaña de Hagrid, que cuando llegamos ya estaba rodeada por un grupo de alumnos de sexto , y encima de ésta se encontraban los jefes de cada casa junto con la directora: McGonagall, con su habitual vestido de gala de cuadros escoceses; Sprout, sonriente con un vestido hecho de una tela sospechosamente parecida a la de los sacos de fertilizante draconiano con los que alimentábamos las plantas; Slughorn, gordo, calvo, vestido de dorado y negro, tamborileando los dedos sobre su enorme panza; Effie, saludando de forma entusiasta a todos los recién llegados como si la anfitriona de una fiesta se tratara, engalanada con un vestido largo de terciopelo granate lleno de lazos y encajes, y Antapor por último, serio y sobrio como siempre, vestido con un traje azul oscuro de corte elegante. Numerosas alumnas (y algún que otro alumno) lo miraban de reojo y suspiraban quedamente.

- ¿Soy yo o van muy arreglados todos? – me susurró Audrey al oído con cierto tono de espanto.

Cuando llegaron todos los alumnos, mantuve la mirada fija en el suelo. No sabía cómo reaccionar si me encontraba con su mirada.

Oesed (P.O.V Derek)Where stories live. Discover now