Hogar, amargo hogar.

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(Este capítulo corresponde al nº12 de la historia que publica completa la usuaria LikeWeAreGreen, desde el punto de vista de Derek)

Giré y giré en un torbellino azul a mucha velocidad, tan rápido que no tenía tiempo a coger aire y comencé a sentir que me ahogaba hasta que paró de golpe. Aterricé con fuerza sobre el suelo duro.

- Mierda. – oí que susurraba Rosier mientras intentaba, sin éxito, ponerse en pie.

- ¿Ha sufrido daños en la retaguardia, su majestad?- dije, más malhumorado que otra cosa, mientras me frotaba la parte del brazo que había recibido la fuerza del impacto.

- Vete a la mierda.

Piensa en el Feratus, piensa en el Feratus...

- Encima que me preocupo por ti...

- Pues hazme un favor y déjame en paz.

- Amargada.

- Idiota.

Pasé seguidamente a ignorarla y a mirar hacia nuestro alrededor. Nos encontrábamos en un valle estrecho y largo, casi una hondonada, de apenas doscientos metros de ancho, como si alguien hubiera hecho un corte en medio de dos montañas. El valle era la parte más verde y frondosa del lugar, porque en las paredes escarpadas que nos rodeaban sólo había matojos bajos y rocas cubiertas de líquenes y musgo. Supuse que debíamos estar a una altura considerable, lo suficiente como para que no hubiera ninguna población cerca pero no tanto como para que precisáramos algún equipo de escalada o aislante térmico para la noche. Habíamos aparecido en un sendero estrecho a un lado del valle, y a nuestra derecha se alzaba la montaña, y al otro una bajada intransitable llena de zarzas y helechos que conducía a una serie de prados resguardados de forma decente.

Oí un riachuelo cerca, pero no pude verlo debido a la maleza. Supuse que no podíamos ir hacia arriba, puesto que la montaña desnuda no nos ofrecería ninguna protección del viento, la lluvia ni la noche, y ya comenzaba a hacerse oscuro. En una hora las temperaturas bajarían lo suficiente para iniciar el largo camino de la hipotermia. Me acordé del mapa.

- Tenemos que movernos, Rosier. No sé si a ti te gusta que se te congelen los mocos, pero yo prefiero dormir en una cama. Saca el condenado mapa.

Como para exasperarme, se levantó muy lentamente. Llevaba puesto unos tejanos, una blusa, una chaqueta verde y unas botas. Todo demasiado bonito para la montaña, obviamente, pero no dije nada.

Sacó el mapa y lo desplegó. Era una reproducción del lugar donde nos encontrábamos; un dibujo bastante preciso. Habían dos estrellas en el mapa, no muy lejos la una de la otra. Una marcaba nuestra a posición girando, y la otra se mantenía estática. La segunda estrella estaba a una altura más baja de donde estábamos, en uno de los prados centrales estrechos del valle. Era fácil: una vez que llegáramos a la altura del prado que contenía la estrella, sólo había que bajar. De manera que sólo teníamos que...

- Tenemos que ir por allí.- dijo Rosier, señalando el lugar exacto que iba a decir yo. Me molestó porque no pude demostrar mis maravillosas habilidades deductivas.

- ¿Quién te ha denominado capitana del grupo?

Me miró enfadada.

- Nadie, pero tengo el mapa y sé cómo llegar. Simplemente he señalado el puto lugar por donde tenemos que ir. Así que te agradecería que no me discutieras cada dirección que vaya a decir, al fin y al cabo, los dos queremos llegar al lugar de acampada. – alzó la cabeza para intentar mirarme con altivez. No surgió efecto.

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⏰ Last updated: Jul 30, 2017 ⏰

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Oesed (P.O.V Derek)Where stories live. Discover now