Capítulo 1: Periódicos

118 6 4
                                    

12/07/17 - 9:32 a.m.

Suena el despertador por segunda vez.

- Joder, otro día de mierda ha empezado...- Apagó el despertador y, levantándose de la cama con simplemente una camisa blanca que le cubría poco más de medio muslo, buscó las zapatillas para poder bajar a la cocina y prepararse algo de desayunar. Cuando acabó de desayunar, dejó el vaso y los cubiertos en el fregadero y recibió un mensaje, por lo que cogió el móvil y abrió el buzón. En el mensaje aparecía una dirección que no le sonaba y que juraría que nunca había estado en esa calle. Movida por la curiosidad, subió a su habitación, se vistió, se calzó, y salió a la calle, caminando hacia el susodicho lugar.

Heidi era una adolescente como cualquier otra, de 17 años, sin nada que destacar salvo su forma de vestir. Tenía el pelo anaranjado y por los hombros, con pequeñas ondas en las puntas, ojos grises, y una altura más bien baja. Le encantaba la fotografía, lo que le hacía tener las paredes de su habitación llenas de fotos que su madre siempre le mandaba quitar, hasta hace poco, ya que unos meses atrás esta murió de un infarto, por lo que Heidi se quedó sin padres, viviendo sola en su casa gracias a la ayuda de la familia de su mejor amiga. 

Cuanto más se acercaba a su destino, más desconocidas se le hacían las calles, aunque no sabía lo que, pero le resultaba familiar caminar por ellas. Al cabo de un rato llegó a donde le mandaba ir el mensaje. Un pequeño callejón con muchas casas abandonadas, en el que destacaba una vieja tienda, con la puerta sellada por unos tablones de madera. Al no poder entrar, se puso a buscar alguna pista por los alrededores que le ayudase a descubrir que tenía que hacer. Un tiempo después el vibrado del móvil le asustó, haciéndole tropezar con unas cajas de cartón de donde salieron dos ratones, escapando del posible peligro.


- Iuugh! Que asco dios. - Dijo levantándose lo más rápido que pudo, y cogiendo a la vez el móvil para ver quién le había mandado algo. El mensaje era de la misma persona que le había mandado la dirección. Esta vez, eran dos pares de números.- 78-14? - Dijo en voz alta.- Esto es una tontería...- Y cuando se giró para volver a casa, un sonido muy desagradable, como si alguien o algo estuviera arañando una pared con todas sus fuerzas, empezó a sonar a sus espaldas. Lentamente, se fue girando con la intriga y cierto temor a lo que pudiera haber hecho ese ruido. 

Cuando estaba completamente volteada, la puerta de madera que antes estaba sellada, ahora estaba entreabierta, con los números grabados en la madera. Poco a poco fue entrando dentro del establecimiento que a simple vista, parecía un kiosko, ya que había periódicos, revistas y souvenirs viejos y estropeados por el suelo o las estanterías que seguían en pie. Buscando algo que le llamara la atención, encontró un hilo rojo en el suelo, el cual llevaba a un cuarto que tenía periódicos muy viejos, y alguno mas reciente, colgados por las paredes con algunos párrafos o incluso simplemente títulos subrayado en tinta negra. A la vez, en algunas partes de los papeles, había dibujos angustiosos que provocaban pequeños escalofríos repentinos. Los dibujos tenían formas humanas, a pesar de que la tinta se había emborronado en ciertas partes, haciendo que se manchara partes de los textos, arrugando el papel por donde se había deslizado la gota y manchando aún más la pared que quedaba descubierta. Otra cosa que le llamó la atención, fue la forma en la que habían sujetado los periódicos a la pared. Las esquinas de las noticias estaban prendidas a la pared gracias a unas plumas, aparentemente de cuervo, clavadas en cada uno de los papeles, y unidas por hilos de diferentes colores. Rojo donde los dibujos eran más grandes y borrosos, y negros donde estaban hechos con mas cuidado, por lo que se supuso que tendría algún significado lógico, tanto las noticias,como los dibujos, como los hilos.

Dejando a parte ese cuarto, entró a un pasillo muy desordenado, lleno de cajas, periódicos y estanterías tiradas por el suelo que le dificultaban el paso. Al final de ese pasillo había algo que resplandecía, por lo que intentando calmarse a sí misma por los ruidos del viento, agua y ratones de sus cercanías, avanzó cuidadosamente hacia el objeto que brillaba. Cuando llegó hasta la mesa, descubrió que lo que brillaba era un colgante morado, casi negro azabache, rodeado por unos finos hilos de hierro y sujetado por una cadena de metal oscuro. Cogió el colgante y se lo puso en el cuello, y se fijó en que debajo de donde estaba el colgante, había un libro con unos símbolos que no entendía, por lo que le hizo una foto y volvió a casa para intentar investigar sobre lo que pudiese ser eso.

Al llegar a casa, subió las escaleras corriendo, entró en su habitación, encendió el ordenador, le sacó la tarjeta SD a la cámara y la conectó. Abrió la foto y la examinó, por si había algún detalle del que no se hubiera percatado antes. De repente, el pc se apagó.

- Joder, otra vez no...Maldita chatarra...Enciéndete!- Dijo dándole un golpe a la CPU. La pantalla se encendió, pero la imagen temblaba con las típicas tramas de televisión de los 80's estropeada. Cuando inició sesión se abrió automáticamente la imagen, pero esta vez sí que entendía lo que estaba escrito. Lo que ponía en el libro en un idioma que era irreconocible para ella, ahora en la foto, se había traducido de la nada al español.- "La maldición se ha cumplido...", "...te otorgo el poder para acabar con ellas, Heidi" ¿Qué significa que la maldición se ha cumplido? ¿Qué maldición? ¿Y quiénes son ellas? ¿Y como sabía mi nombre? Ai dios...voy a llamarla.

*Llamada*

-Stella, no te lo vas a creer pero escúchame por favor, no estoy loca.

- Hola stella, ¿Cómo te ha ido con la exposición? ¿Qué tal estás?

-Perdona, es que estoy rayada, no te vas a creer que me ha pasado hoy.

- A ver, cuéntame.

- Hoy mientras desayunaba recibí un mensaje anónimo que...

[...]

- ¿Por qué siempre te pasa a ti todo lo interesante?

- No es una broma...que hago con el collar, el mensaje y todo...?

- Es bonito el collar?

- Si, pero eso qué tiene que ver?

- Pues que si lo llevas puesto y quieren enseñarte algo más supongo que lo harán a través de él. Y piénsalo. Si en verdad es una maldición igual es algo que te protege de ella...no se.

- Está bien...Pero dios, sigo desconcertada...

- No te preocupes ahora, mañana quedamos con todos va?

- Va, gracias por todo

- Nada, buenas noches, descansa.

- Buenas noches...


-+[N.A]+-

Holaaa. Pues este es el primer capítulo de esta historia que espero que sigáis leyendo y si os gusta que la compartáis y tal, ya que no soy muy buena escribiendo pero me hacía ilusión y eso. Y no tengo mucho más que decir, iré aclarando cosas por aquí o diciendo algo relacionado con toda la historia y tal. Y nada, hasta el próximo capítulooo <3

~ Meowy.

~ Fears ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora