A la mañana siguiente desperté más temprano de lo que usualmente hacía, quería tener tiempo suficiente para continuar con mi rutina y que me sobrara tiempo para aclarar cosas y establecer ciertas reglas en la casa con mi querido "Esposo Ogro".
Notése el sarcasmo.
Aunque no siento nada por él, es más ni siquiera se nada de él, en esta semana ni siquiera lo he visto, lo único que está semana hizo por mi es hacerme escuchar aquel semejante escándalo ridículo. No estoy muy segura de si estaba ebrio, o solo lo hizo por molestarme. Pero ebrio o no, estoy furiosa.
Así que con respiraciones irregulares y cada vez más pesadas acompañadas de fuertes golpes a mi saco de boxeo, estoy intentando sacar toda la furia extra que tengo para así poder mantener una conversación decente con Dylan. Es absurdo lo mucho que me molestan este tipo de cosas sea de quien sea me molestan mucho, tal vez por el hecho de que mi padre no era uno de esos esposos buenos que solo tienen ojos para su esposa, sí, era un imbécil en ese sentido, pero no me corresponde a mi juzgarlo, después de todo es mi padre y lo amo, pero eso no quita que sienta rabia por las personas que deciden dejar todo de lado por una noche y tengo el presentimiento de que Dylan es una de esas personas.
Al estar un poco mas tranquila, me vestí, y no es porque me ejercitara desnuda, es solo que lo hago con unos mini shorts y un top, y jamás dejaría que alguien me viese de esa manera, así que me pongo mis pantalones amplios de ejercicio con una campera del mismo color.
Subo a la cocina cuando lo encuentro a él apenas levantado esta en pijama todavía, eso quiere decir que se encuentra sin remera y en unos pantalones de ceda. Creo que con la vista de ese torso bien trabajo me será difícil mantener la seriedad, pero por la cara que tiene y que me ayuda a comprender que definitivamente estaba ebrio la noche anterior me vuelve todo el enojo y camino apretando los puños a un lado. Se voltea en cuanto escucha mis pasos.
-QUÉ DEMONIOS PASÓ ANOCHE!-exclamo un poco mas alterada de lo que me encontraba antes.-POR SI LO OLVIDAS YO TAMBIÉN VIVO AQUÍ!!!-El solo me mira con ojos suplicantes y sé a lo que se refiere con esa mirada, le está por explotar la cabeza.
-Está es mi casa también, y por favor baja la voz.-dice mirando de nuevo su desayuno.
-Se que es tu casa pero a partir de hoy habrán reglas y consecuencias.-le digo yo en un tono más calmado que el inicial.
-¿Piensas poner reglas en mi casa?.-maldita sea esa voz arrogante de nuevo.-Escucha Miller, no tengo porque privarme de nada estando en "Mi casa".-dice remarcando las últimas palabras.
-Creo te estas olvidando de dos cosas.-digo sonriendo y dirigiéndome a la cafetera.-En primera, mi apellido ya no es "Miller".-digo haciendo comillas en el aire.-Es Henderson.-sonrió levemente y observo su rostro de confusión.-Y es "NUESTRA CASA" cariño no olvides eso.
Si quiere jugar, le enseñaré que tan buena jugadora puedo ser.
El me observa, y no quita sus ojos de mi hasta que empieza a reír.
-Estas... loca.-dice entre risas.-en serio quieres decir que pondrás reglas?
-Claro, vivo aquí también, y mi primera regla será que no mas sexo en la sala.-dije poniendo cara de asco.- Ten un poco de pudor, porque en serio la próxima no respondo.
-¿Eso quiere decir que puedo en mi habitación?-inquiere levantando las cejas, y me dan ganas de reír al notar que esta aceptando quien manda aquí.
-Si, pero en la habitación para huéspedes, porque si acaso lo olvidas tengo que dormir contigo en tu habitación cuando vengan tus padres, y obviamente no dormiré en donde te hayas revolcado con otra.-me mira con cierta diversión en los ojos así que le aclaro.- y no es por celos ni nada parecido, se llama "Cuestión de sanidad" Dylan.
-¿Es todo lo que tienes para decir?.-pregunta mirando mi tasa de café.-¿Quiere La Señora Henderson pedir algo más?-esta bien, eso lo dijo en tono de burla que tarado.
-Si, quiero un nuevo sofá al regresar de la universidad, y también quiero de dejes de comer mi comida.- le dije quitándole de la mano MI barra de cereal energético.
Estaba en las escaleras rumbo a mi habitación cuando alguien me detuvo.
-A que te refieres con CONSECUENCIAS? -me preguntó con una incógnita prácticamente pegada a la frente.
Solo sonreí y saque del bolsillo de mi sudadera un control remoto, presione un botón y como por arte de magia- no tonta, no es magia, acabas de presionar un botón.- la música en el estéreo comenzó a sonar tan fuente que hacía vibrar toda la casa.
Una de mis músicas favoritas, Stronger - Kelly Clarkson.
Voltee a verlo, estaba tirado en el piso cubriéndose los oídos, sonreí triunfante al momento en que dejaba el control remoto en una mesa del pasillo del segundo piso. Si quería apagar la música sólo tendría que subir todas las escaleras, que por cierto eran muchas, y tomar el control remoto, y a juzgar por su estado no creo que lo lograra sin un esfuerzo sobre humano.
No soy la mala del cuento chicos. Le estoy enseñando a no beber en los días de semanas.
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Gracias a ti
Teen FictionDarcy Miller una chica común y corriente que siente que su vida a pesar de no ser perfecta esta bien para ella y es feliz así. Hasta que un día las cosas dan un giro inesperado lo que llevará a Darcy a verse involucrada en un contrato que le será di...