Después de una semana tan frustante para mi, por fin es sábado, hace dos semanas que me he mudado a esta casa, no me quejo, no me falta nada, y mis estudios van bien. Ya que no trabajo voy a visitar a Ania todas las tardes, pero hoy no iré, me quedaré a pintar, llamé al doctor y me aseguró que todo sigue igual, no ha despertado aún. No puedo creer cuanto ha cambiado mi vida, hasta hace unas semanas era una chica normal, universitaria, la que era arrastrada por su amiga a fiestas, donde por cierto no encajaba, lo que implicaba que me volvía a mi casa.
No hablo con mis padres hace tres años, solo me depositan el dinero necesario para mis estudios y en las fiestas de fin de año, me mandan unas tarjetas de felicitaciones, y a decir verdad no sé si en realidad los hecho de menos, pero a quien si estoy segura de necesitar en estos momentos es a mi hermano, Amilkar, no lo veo desde que me gradué y me mude, el tampoco vive con mis padres, vive en Londres, se ha ido al ganar una beca, es mayor que yo en tres años, es todo un adonis, a decir verdad creo que él se llevó la lotería genética entre ambos, alto, musculoso, sonrisa impactante, cabello castaño casi rubio, ojos verdes, facciones definidas, masculinas y hermosas, es un ángel en persona, y ya que su personalidad es única; es una persona cálida y reconfortante una de esas personas que te hacen sentir que todo estará bien con tan solo mirar a tus ojos lo suficientemente profundo como para transmitir tranquilidad a todo tu ser. Al enterarse de que había decidido estudiar medicina me dio un discurso que parecía no tener fin ya que el sabia que a mi me gustaban las bellas artes y no medicina. Él en cambio ha optado ser Abogado, y hoy en día lo es y no es porque sea mi hermano pero es uno de los mejores, he leído sobre el bufé que maneja y es uno de los más prestigiosos.
Pero algo cambio entre nosotros cuando conoció a esa mujer, solíamos hablar cuando me acababa de mudar a NY, me empezaba a molestar que nunca tenía tiempo de hablar conmigo porque había conocido a lo que para el era "La mujer de su vida", pero luego sin previo aviso me dejo de llamar y también de responder mis llamadas, soy una personas orgullosa, así que no le seguí rogando, la que para el era la mujer de su vida, terminó llevándose parte de la mía también... extraño que fuera protector conmigo, que me dijera que yo podía ser quien yo quisiera, y por sobre todo extrañaba sus abrazos, esos que eran capaz de unir todas las piezas rotas dentro de ti. Era mi mejor amigo.
Es difícil mantener la cordura con todo esto, aun así se que la vida sigue y aunque sea una mierda en ocasiones no voy a dejar que mis ganas de vivirla se vayan.
Reuniendo fuerzas para levantarme, lo hago y después de ponerme algo cómodo para salir, y con cómodo me refiero a una camiseta de los Nets de Nueva York y unos jeans no ajustados con mis Vans negras, bajo a la sala para dirigirme a la cocina en cuanto noto algo extraño en la sala, no es que pase mucho de mi tiempo allí, pero sin duda algo ha cambiado.
-¿Le gusta Señora Henderson?.-dijo a mis espaldas la voz de un hombre al cual reconocí como el chófer o según parecía el "niñero" de Dylan.
Miré al hombre confundida y este me dedicó una sonrisa sincera, y lo primero que hizo fue avanzar hacia el sof......
¡Claro!... habían comprado un nuevo juego de sofás, eso es genial, aunque sentí como que fuese desperdicio de dinero yo solo lo dije para molestar a Dylan, pero al parecer me salió tan bien que ya no está aquel sofá con recuerdos malos.-Si, están hermosos, gracias.-dije sonriendo en dirección del hombre.- disculpe, no se su nombre.-dije un poco apenada.
-Tom.-dijo.-Dylan me llama Tom.
Y como si lo hubiera invocado con tan solo decir su nombre, apareció Dylan frente a nosotros, traía el cabello húmedo todavía de la ducha y olía bastante bien.
-Tom vamos a.....-dejo de hablar y me observó durante unos segundos hasta que dijo.-ahora sé a lo que se refería mi prima Jeannette.-dijo con una sonrisa burlona.
-¿A que te refieres?.-le pregunté confundida.
-Te ves terrible.-dijo y analicé sus palabras, si se refería a mi vestimenta no me importa en lo absoluto, soy de las que creen que de nada sirve ser hermosa por fuera y una mierda por dentro.
-Ahhh... lo dices por mi ropa.- dije.- no me importa, estoy cómoda y me siento bien, me cae bien tu prima pero es algo intimidante.
El solo sonrió y dijo:
-Y vaya que lo es, me obligó a acceder a ir con ustedes de compras hoy.-dijo mientras se dirigía a la cocina en busca de su desayuno.
Perfecto! Ahora lo tendría conmigo toda la tarde!
-Siempre, puedes no ir.- dije encogiéndome de hombros.
-Ja ja, no conoces a mi prima, me dejaría sin descendencia si no voy.- dijo llevando un trozo de fruta a su boca.
-Chicos, tengo algo que decirles.- el que habló fue Tom quien nos había seguido a la cocina.
-Está todo bien?.-preguntó Dylan con un tono de preocupación en su voz.
Yo simplemente me senté en una silla frente a él.
-Si, solo que necesito salir de la ciudad a visitar a un viejo amigo, y ustedes tendrán que encargarse de las cosas de la casa.-dijo mirándonos serios.
-Está bien, aunque en realidad no sabía que el que se encargaba de todo eras tú.-dije extrañada.
-Si, y me tomaré la molestia de acomodar todas sus cosas en la habitación principal, las Señoritas Henderson se quedarán un par de días según tengo entendido.-dicho eso, se dirigió a la planta de arriba.
-Genial.-dijo Dylan murmurando para sí mismo. Aunque obviamente lo había escuchado.
-No está tan mal.-dije.-Nos turnaremos para realizar las compras o simplemente cada uno compra lo que quiera comer.-dije, sirviendo mi café.
-Ahmm ... si, claro.... -dijo un poco preocupado, pero luego se percató de que me senté a su lado en la barra de desayuno y me miró y dijo.- Asii que.. vas a ir con Marco a una fiesta?
¿Cómo lo sabe?... ah, es su mejor amigo..
-Emmm, si, ¿Te lo mencionó?.-le pregunté.
El comenzó a reírse.
-Demonios me tiene harto.-dijo.
Sólo pude articular un "AH", y sonriendo me levanté, tomaría un café de camino al orfanato. No quería que Dylan hiciera preguntas como el porque me lancé a los brazos de su amigo llorando y luego acepté salir con el. No lo quiero involucrado en mi vida.
Tanto así que estaba esperando que mi salida con el y sus primas se cancelara repentinamente. Pero eso no pasó.
Después del orfanato, me sentía un poco mejor, esos niños me alegran el alma, amo pasar tiempo con ellos, más porque me recuerdan a Ania, ella se había criado en ese orfanato.
Llegué a la casa en taxi, y escuché unas risas en la sala... no puede ser... ¿de nuevo?
Caminé hasta allí y solté un suspiro al ver a Dylan jugando como niño con Emi y Jeannette.
-Primaaa!!!.-chillaron las chicas..-es hora de que tu cambio comience.-dijeron las dos al unísono.
¡¡¡¡¡Genial, me esperaba un largo día.!!!
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Gracias a ti
Teen FictionDarcy Miller una chica común y corriente que siente que su vida a pesar de no ser perfecta esta bien para ella y es feliz así. Hasta que un día las cosas dan un giro inesperado lo que llevará a Darcy a verse involucrada en un contrato que le será di...