Condena

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El día era muy soleado y una energética joven de cabello plateado, ojos color violeta, piel clara, bajaba por las escaleras.

- oh por dios, Mishell te he dicho que no debes salir de tu habitación en pijama – la re prendaba su madre, una hermosa señora de cabellos color plata y ojos café, piel apiñonada-

- Pero mamá, no me gusta estar en vestido porque me regañan que no debo andar en vestido si me pienso subir a los arboles –

- Pero mamá, no me gusta estar en vestido porque me regañan que no debo andar en vestido si me pienso subir a los arboles –

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-¿eh?.. jajajaja, bien, bien, comprendo , hagamos esto, puedes ir a jugar esta mañana al campo, vendrán unos conocidos de tu padre , así que señorita si piensas aparecer en pijama no puedes volver hasta que se vayan , así que decide – los ojos violeta dela joven brillaron y solo salió corriendo mientras gritaba de felicidad – Hey, espera , no era literal, hay esa niña -

- jajajaja – un hombre alto de cabello negro y ojos azules entro a la casa - querida Margot, ¿Cuántas veces te he dicho que tu hija no entiende sarcasmos? , aunque es mejor así, no se a que vengan esas personas –

- espero que hayan recapacitado, si no estaré preparada para lo que venga, iré a dejarle el desayuno a Milenka –

- No, yo iré a verla, quiero descansar un poco -

- Si, hazlo, el refuerzo de las barreras es muy desgastador, te llamare cuando lleguen – el hombre subía las escaleras con un tazón de frutillas y un vaso de leche- Richard – la mujer se acercó a las escaleras, haciendo girar al pelinegro.

-¿Qué sucede amor? –

- Te amo –

- Yo también –

El pelinegro entro a la habitación de Milenka , la cual se encontraba despierta mientras miraba por su ventana de manera abstraída, su cabellera larga color negro y sus pupilas azules casi transparentes, su piel blanca como la nieve, en un vestido color rosa pastel. Esa mirada que parecía no pertenecer a una niña

- ¡oh cariño!, ya estas despierta, me alegra – la niña de un brinquito se giró para mirar a su padre y solo le sonrió

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- ¡oh cariño!, ya estas despierta, me alegra – la niña de un brinquito se giró para mirar a su padre y solo le sonrió.

Sus padres amaban a sus dos hijas con locura, sin embargo solían prestarle más atención a Milenka, desde que era una niña pequeña su frágil salud la tenía en cama, y su actitud introvertida los llego a preocupar, al punto de pensar que era muda, solo que una ocasión cuando Mishell estuvo a punto de ser arrollada por un vehículo, grito fuertemente el nombre de su hermana mientras le indicaba el peligro, la única con quien hablaba era con su hermana y algunas veces con sus padres, desde pequeña demostró un control sobre sus poderes, los cuales sobrepasaban los de mucha gente ya mayor, su hermana por otro lado era como una niña normal , sin poderes.

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