capitulo 6

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Mica caminaba lentamente por la calle, dos bolsas de supermercado en cada mano, se escuchó suspirar y frunció el ceño, lo estaba haciendo de nuevo.
Ya había perdido la cuenta de cuantas veces se había encontrado rememorando el beso con zek durante los pasados tres días.
Se mordió el labio soltando una risita.
Sabía que no era lo más inteligente, seguramente para él esto era parte del juego que habían empezado, pero no podía dejar de sentir cosas extrañas en la barriga cada vez que pensaba en su vecino.
Miró su bloque y casi de inmediato sus ojos buscaron el segundo balcón, el ventanal estaba cerrado, así que no logró ver gran cosa.
Mejor así.
Diablos, había sido un muy buen beso.
Chica, despierta.
Mica sonrió negando con la cabeza antes de entrar a su bloque y sorprenderse al encontrar a Miranda esperándola casi en la misma posición en la que zek la había encontrado el fin de semana.
-¿Qué haces aquí picara?-, le preguntó mientras ella sonreía feliz y se levantaba del suelo arreglando la falda de su uniforme.
-Qué bueno que llegaste, Fucking se ha estado volviendo loco dentro desde que me escuchó tocar.
-Miranda-, mica arqueó una ceja mirando a su hermanita y ella suspiró.
-Le dije a mamá que iría con una compañera a comer después de la escuela.
Mica abrió la puerta y la invitó a pasar, Mirando tomó a Fucking en brazos y comenzó a hablar con voz chillona consintiendo en exceso a su compañero.
-No debes mentirle picara, te lo he dicho miles de veces.
-No quería hacerlo pero ella no me deja venir a verte-, su hermana se encogió de hombros como si eso lo explicara todo.
Mica no quería profundizar en el tema, muy en el fondo era demasiado doloroso que su madre la considerar mala influencia para su hermana pequeña, solo por vivir sola, no haber estudiado para contable y teñirse el cabello con colores inapropiados, Sara ni siquiera había mirado el tatuaje en su espalda, ¡Gracias a los Dioses!.
-La próxima vez mándame un mensaje y yo hablaré con ella, hagamos las cosas bien.

Su hermana la siguió a la cocina aún con su compañero en brazos, la picara hizo un puchero y ella sonrió, Miranda era tan bonita, sería una belleza cuando creciera, con su cabello oscuro y sus ojos azules.
-No te enojes mica, tenía que venir a verte, mamá me odia, lo juro-, explicó su hermanita, sonrió al escucharla, tenía una vena dramática enorme.
Esperó sabiendo que le explicaría toda la terrible historia.
-Encontré que la Casa de Cultura del centro está organizando un concurso de ballet contemporáneo, quiero concursar, le dije a mamá que me acompañara a inscribirme, le rogué, me dijo que solo podía entrar sí entraba al maratón de matemáticas que habrá en la escuela en tres semanas, si no logró uno de los cinco primeros lugares no me dejara bailar.
Tenía que admitir que Sara no había tenido tan mala idea.
-Puedes hacer las dos cosas-, dijo tranquilamente.
-Soy pésima en mate-, se quejó Miranda haciéndola reír.
-Tendrás que estudiar, estoy segura que planeas ensayar para el concurso de ballet, estudiar es un tipo de ensayo-, explicó mica .
Su hermana le entrecerró los ojos y salió de la cocina con Fucking en brazos, diciéndole al perrito que nadie la entendía.
Pidieron pizza para comer, la picara llamó a Sara para reportarse, asegurándole que se verían en el centro como habían planeado por la mañana.
Mica había dado otro mordisco a su rebanada rebosante de queso cuando llamaron a la puerta, su hermana se estaba despidiendo de su madre por el móvil cuando ella fue a abrir, zek estaba del otro lado, delicioso, como siempre, tendiéndole lo que parecía una fina cadena plateada con círculo parecido a los de los llaveros.
-Es para que no vuelvas a perder la llave.
Ella sintió un tirón en sus rodillas.
¿Así que eso se sentía?
Antes de que pudiera decir algo, como besarlo de nuevo, su hermana apareció a su lado.
-Hoooooolaaaaaaaaaaaaaa-, dijo ella alargando mucho la palabra.
Mica salió de su ensueño mientras zek arqueaba una ceja, mirando divertido a la picara pero sin sonreír.
-Hola
Hizo las presentaciones rápidamente e ignoró la sonrisa conocedora de su hermana.
-Estamos comiendo pizza, ¿Quieres un trozo?
-¿Extra queso?-, preguntó zek y mica sonrió.
-Obvio.
-Buena respuesta Candyfloss.
Mica cerró la puerta entrecerrando los ojos cuando la picara se rió ante su sobrenombre, fue hasta la cocina por un plato para su vecino y su hermana la siguió burbujeante de emoción.

Mi Crazy(terminada)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora