Enferma obsesión

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ENFERMA OBSESIÓN

Caía  la lluvia, se aferró a la acera en posición fetal arrimado a una pared  mientras trataba de no llorar, pero el sentimiento fue demasiado fuerte y terminó sometiéndose, sollozó, tragó su saliva con todo el alma, algunas salpicaduras llegaron  a sus pies desnudos, mientras daba pequeños quejidos de dolor en silencio, tenía mucho frío y no había con que cubrirse, apenas las ligeras prendas que se puso en el último día de sus desvaríos, se ahogaba en esos sentimientos, aún no comprendía el porqué de aquella desgarradora situación. No pudo soportarlo un minuto más y explotó, las lágrimas llenaban  sus mejillas mientras que con dificultad divisaba  borroso el abatir del granizo, al caer al suelo se mezclaban con el cristal de sus ojos, se agarró fuerte las piernas hasta que impregno sus uñas en su carne, decía: “me encuentro solo, sin nadie a mi lado, qué sucedió, cómo pasó todo esto, ya no está, ya no está… ” Y volvía a sollozar, le daba vueltas la cabeza y las arcadas se hacía más fuertes, y continuaba: “por qué lo hice, no me lo explico, ya no está, ya no está” y se la pasaba titubeando con la mirada socavada y extraviada. Todo lo que sucedió pasó frente a sus ojos y a pesar de eso no lo había visto venir, estaba tan cegado de su “amor” como lo llamaba, de su obsesión, tal vez sin tener conciencia de sus acciones no se percataba en lo que se iba transformando, cuando cesaba de llorar susurraba palabras con el motivo de defenderse de todo lo avistado: oh ¿por qué? ¡yo le daba todo mi cariño!, siempre le tuve respeto, le di toda mi vida, absolutamente toda, y ella ya no está…- de pronto no pudo más y gritó, gritó con toda furia , su dolor, su tristeza, su agonía ante aquellos acontecimientos -¡por qué!- y lloraba, respiraba profundamente y vociferaba -¡le di toda mi vida!, toda mi vida...- y al terminar estas palabras volvía a llorar, con todo el rencor que llevaba dentro hacia su persona. Sus manos enrojecidas, sus uñas con pequeñas pizcas de sangre y tierra, el tifón no paraba, en difícil respiraciones dejó de mirar la lluvia y se calmó un poco, sus ojos estaban rojos, la garganta le punzaba,  la cabeza a punto de estallar, aun no  podía caberle en la mente lo que había pasado, sucedió de pronto, él la amaba demasiado, la engreía mucho,  siempre le daba la razón, salía temprano del trabajo sólo para pasar las tardes con ella, le escribía muchos poemas, cuentos y algunos versos, no pudo entender en qué momento se desvió del camino, ella era su mundo, la celaba, sí, pero es porque la amaba, a veces salía con sus amigas, y  se quedaba esperándola despierto en la noche sin prender las luces de la casa, ella se molestaba por que la observaba demasiado, la cuidaba mucho, acariciaba su suave cabello junto a la perfección de sus mejillas, miraba la  delicadeza de su figura mientras dormía, o eso fueron los primeros meses de su relación, a veces había manchas oscuras en los alrededores de uno de sus ojos, se disculpaba con ella cuando despertaba prometiéndole que iba a cambiar, pero eso sucedía cada fin de semana y se hacía más seguido, solía tener ataques de celos, Clara pensó que eso sólo sería pasajero, pero en tanto avanzaba el tiempo y ella trataba de cambiarlo él se volvía más violento, fueron tantos problemas que ya no podía soportar, discusiones, golpes, moretones, Clara se la pasaba llorando horas, a veces quería salir a algún lugar y Dany no la dejaba, la sujetaba con fuerza y la encerraba en su cuarto, al siguiente día el chico entraba arrepentido a pedirle disculpas diciéndole que no sabía lo que hacía, llevaba su desayuno a la cama de la chica y le daba de comer en la boca, a veces ella lo rechazaba, pero luego de unas bofetadas por parte de él ella llorando de miedo recibía y luego otra vez volvía a disculparse , Clara en los primeros meses estaba enamorada de Dany, él se mostraba un chico cariñoso detallista, fiel, atento a sus palabras, su físico no era para menos, Dany tenía el cabello negro, corto, rizado, tenía la piel clara, atlético se podría decir, de estatura  promedio, cuando salía a comprar o cuando se la pasaba en casa siempre traía puesto unas sandalias, un pantalón corto y un polo sin mangas; Clara era muy hermosa, tenía el cabello largo, lacio con ligeras rayas rojizas, unas cejas pobladas, una nariz perfilada, la tez clara como su nombre, una figura esbelta, unos labios un poco carnosos y unos ojos color café que a la luz del sol se notaba la iridiscencia de sus niñas.
Para Clara fue bastante difícil tomar la decisión de dejar a Dany, ella lo había querido tanto y si salía de aquel hogar no tenía adonde ir, Clara jamás había conocido a sus padres, la habían dejado de bebé en la puerta del orfanato y allí creció, siempre quiso conocer a su madre en algún momento de su vida, de vez en cuando tenía problemas con otros niños, y las monjas a veces la castigaban por pillarla mirando las travesuras sexuales que hacían éstas con el Padre, pero no tuvo una infancia tan mala porque tenía buenos amigos en el lugar donde residía, hasta cumplir la mayoría de edad Clara salió de orfanato directo a trabajar, era buena haciendo manualidades, decoraciones y adornos, que le sirvieron para que trabaje en una tienda de disfraces, de juguetes, entre otras más que le remuneraban lo suficiente para que pueda seguir con sus días, vivía en un cuarto alquilado, a veces el dueño subía la tarifa y le tocaba mudarse a otro lugar, esta era la rutina de Clara, del trabajo a su casa y viceversa, a veces los fines de semana  salía con algunas amigas a andar, aquella ocasión quisieron ir al parque, ahí es donde lo vio por primera vez.
Dany se enamoró de ella en un parque de diversiones, el pasado de este chico fue bastante trágico, su padre era alcohólico, miraba como todas las noches pegaban a su madre, ese tipo escenas fueron desarrollando un profundo dolor hacia su progenitor, un vez llegaba del colegio y escuchó a su madre llorando fuerte, Dany corrió y vio que su padre la agarraba a golpes , su madre le pedía que se detuviera pero el tipo estaba absorto en sus pensamientos y solo la golpeaba, la atiborraba de puños por todo el cuerpo y por toda la cara, Dany al ver eso quedó completamente paralizado, pensó en  una manera de ayudarla y no supo que hacer, la madre se ahogaba en su propia sangre, y Dany estaba ahí parado mirando la escena, de pronto logró divisar una botella de ron al costado de su padre que seguía regalando puños, fue corriendo a coger la botella con prisa y antes de actuar dijo: “¡suelta a mamá!”, su padre no respondió y Dany no esperó más, enseguida y con toda la fuerza que tenía el muchacho rompió la botella en la cabeza de su padre, el hombre aturdido cayó al suelo, es en ese momento que Dany fue encima de su padre y con la botella rota empezó a cortarle la cara, picaba y picaba con todo el odio que le tenía por hacerle tanto daño a la mujer que lo había traído al mundo, clavó los vidrios en toda su cara y su garganta tantas veces que en un momento su padre ya no reaccionaba, sólo después de un rato de que Dany saciara su furia dejó la botella a un lado, respiraba profundamente, estaba cansado, llorando, de pronto abrió sus ojos como plato, se quedó inmóvil por un instante, callado, nadie hacía ningún ruido excepto él con su agitada respiración, se dio cuenta, su padre estaba muerto, dio un brinco hacia atrás del susto y entonces giró la mirada lentamente hacia su madre y la miró, corrió a ella lo más rápido que pudo, la agarró suavemente de la mano, había un charcos de sangre alrededor de ellos, Entonces Dany dijo: “ mamá, mamá, mamita, ¡mama!, ¡mamita!, ¡mama!, ¡mama!” su madre no respondía, entonces Dany rompió totalmente en llanto, lo comprendió, reaccionó tarde frente a los golpes de su padre, su madre se había ahogado en su propia sangre, tirada en el piso con la cara destrozada por los puños que recibió, el niño de tanto llorar se quedó sentado en silencio, aturdido por la escena, de vez en cuando parpadeaba, sólo se quedó ahí a esperar a que alguien venga y se dé cuenta de lo que había sucedido, y así fue, los vecinos habían escuchado mucho ruido y llamaron a la policía, encontraron al niño ahí sentado sin ningún gesto en él rostro, sólo con la ropa salpicada de sangre, los oficiales quisieron tomar al muchacho como sospechoso de aquellos asesinatos pero los vecinos lo alegaron diciendo que el tipo golpeaba todos los días a su mujer y que el muchacho seguro  había tratado de defender a su madre, los oficiales  después de muchos testimonios llegaron a la conclusión de que Dany había tratado de evitar la gresca mortal  de aquellos padres pero como era un niño no tenía la fuerza posible para impedir el triste final y así cerraron el caso, los policías se encargaron de buscar algún familiar del muchacho para que se lo entreguen, luego de aquello, Dany se fue a vivir en la casa de su tía donde desde pequeño empezó a trabajar, ésta lo maltrataba psicológicamente, al cumplir los años suficientes Dany se independizó, y comenzó a trabajar en un parque de diversiones, ahí  es donde conoció por primera vez a Clara, ella lo miro por casualidad, Dany vestía un pantalón negro, Zapatos de soldado, una camisa color melón y un sobrero que parecía de policía, en sus manos traía una garrote, era guardián.
Clara se había enamorado de Dany rápidamente, el día en que se conocieron, él cuidaba el parque y ella andaba con unas amigas, al pasar al lado del chico a una de sus amigas se le había caído la cartera, como seguridad del lugar tenía que informar a la señorita, entonces cogió la cartera del suelo y enseguida fue tras el grupo de chicas, Clara que andaba un poco distraída sintió que una mano tocó su hombro y enseguida volteó a ver y se quedó algo sorprendida al ver la sonrisa de Dany, este le dijo: “ Hola señorita, disculpe, se le cayó su cartera”, ella aún sin saber que decir, sólo tartamudeo: “ gra-gracias”. Esto causó una ligera conexión en los dos que con el tiempo se volvió más fuerte, Clara visitaba muy seguido el parque y Dany la miraba siempre, tanto fueron los atisbos que de un momento a otro llegaron a estar juntos, primero como novios, pasaron varios meses así y luego quisieron convivir, en ese transcurrir planearon un viaje a la ciudad de Iquitos para que puedan establecerse ahí, Dany no quería que Clara trabajara, le prometió que él la iba a sustentar siempre, y que cumpliría  todas sus necesidades, ésta acepto ingenua y enamorada creyendo fielmente en las palabras del chico, y así empezaron sus días.
Dany se las había ingeniado para conseguir una buena casa en un lugar alejado de las otras personas, quería privacidad con Clara y el lugar era perfecto, trabajaba como seguridad  en la mañana en uno de los lugares céntricos de la ciudad y en la noche le remplazaba otra persona al cambiar de turno, al principio Clara se tardó en adaptarse al clima húmedo de Iquitos, las lluvias, los días soleados, muchas veces eran las dos cosas al mismo tiempo, pero se aseguraba de que a Dany no le faltara su desayuno en las mañanas, su almuerzo en las tardes y sus buenas noches, en el mercado Clara había hecho un par de amigas las cuales algunas veces la invitaban a algunas fiestas, está aceptaba encantada y al regresar encontraba a Dany molesto sentado en el sofá de la sala, le parecía a veces extraño porque incluso ella ya le había pedido permiso o avisado con anticipación, la chica se empezaba a sentir mejor en aquella nueva ciudad y al hacer nuevas amigas se sentía más cómoda, pero a Dany no le gustaba tanto, le disgustaba la idea de que converse con otras personas, las primeras semanas no le dijo nada y solo dejaba que pasara, pero en tanto iba trascurriendo el tiempo el chico se sentía más disgustado, tan molesto que llegaron a tener su primera discusión en donde Clara le reprochó que era un exagerado, solo eran amigas, que no había por qué molestarse, Dany ante esta respuesta empezó a gritarla, Clara no se quedó atrás, fue entonces cuando el joven le soltó una cachetada en toda la cara expuesta de la chica, ésta cayó al suelo espontáneamente debido al fuerte impacto, Clara estando en el suelo abrió los ojos asustada y enseguida se le hicieron rojos, no dijo nada, calló por completo, Dany completamente molesto le dijo: “No quiero que vuelvas a juntarte con nadie, ¿me entiendes?”, la señorita no dijo nada, entonces el chico fue donde ella y le agarró fuertemente de los cachetes y le dijo: “No quiero que vuelvas a juntarte con nadie ¡¿me entiendes?!”, Clara asustada dijo inmediatamente : “si-si”, Dany respondió: “ muy bien, me voy a dormir, buenas noches amor”, Clara atónita, asustada y llorosa quedó ahí en el suelo sin saber que decir ni que es lo que había pasado, después de un rato fue a su cuarto y se hecho a dormir con los ojos llenos de lágrimas. Al día siguiente Dany había hecho algo especial para Clara, ella estaba durmiendo y el chico sigilosamente entró y esperó a que se despertara, la chica abrió sus ojos, al primer vistazo no se dio cuenta pero al tomar conciencia de lo que tenía al frente se impresionó, era Dany que sostenía un mediano oso de peluche y en la otra mano una fuente con el desayuno favorito de la Clara, ella no supo que decir, el tipo dijo: “amor, discúlpame, no sé qué me pasó anoche, explote por una tontería, no vale la pena recordarlo más, lo siento, te amo, espero que me perdones, hoy no iré a trabajar, me quedaré contigo amor, estaremos juntos” Dany puso el peluche y la fuente a un costado y abrazó a Clara, ésta no supo cómo reaccionar y dejó que sus emociones le ganaran, era la primera vez que la sorprendían con ese detalle, abrazó fuerte a Dany, el chico busco con sus labios los de ella y se sumieron en un profundo desenlace de besos y caricias sin ropa mientras mordían de vez en cuando uno que otro bocado del desayuno de la fuente.
Pasaron algunas semanas y a Clara ya se le había olvidado el problema, Dany se mostraba cariñoso con ella, una tarde, casi al crepúsculo, tuvieron una discusión, pasó por que al parecer Clara había demorado mucho en el mercado y a Dany no le gustó, creía que se quedaba conversando con alguien más, el problema duró varios días, pues Clara también quería tener un poco de libertad, pero Dany no la dejaba, y a la siguiente semana Clara salió a comprar sin avisar al chico, y cuando regresó encontró a Dany sentado en el sillón y le pregunto:

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