Nightmares #SugarAwards

Capitulo 13

La semana finalizó de manera normal, Nicholas cada vez que me veía llegaba con una sonrisa a saludarme, y yo siempre lo miraba indiferente. El martes mientras ellos estaban en deporte salí al campo y me senté en las gradas sin saber que Nicholas y su equipo jugaba futbol, ese día me gritó desde el campo y me dedicó un gol, yo solo puse los ojos en blanco y me fui a clase.

Ese viernes había sido un día bastante tranquilo de hecho, las horas pasaron volando y yo rogaba para que no pasaran, de verdad era un poco raro que en tan solo unas pocas horas estaría en el coche con un hombre camino a hacer quien sabe qué. Al salir nos encontramos con el Jeep de Andrew.

—Andrew, las chicas irán a la casa ahora —dije sin querer dar mucha información por ahora. Pero Naty abrió boca.

—Tendrá una cita hoy y nosotras la ayudaremos a conseguir algo para vestir –dijo sonriendo. Pero Andrew se tensó al igual que Alan este último hizo una mueca, sus brazos y mandíbula se tensaron, fulminé con la mirada a Naty y ella solo se encogió de hombros. ¡Joder!

—Tranquilo hermanito, él no me gusta, es solo como disculpas, solo eso —dije intentando calmarlo.

—Pero ¿por qué te vas a disculpar? —dijo calmándose un poco, pero Alan todavía estaba tenso, me acerqué a él y puse una mano en su hombro, él se relajó bajo mi tacto.

—Porque prácticamente lo dejé sin dientes, por una estupidez, y recalco ¡ÉL NO ME GUSTA! Sabes que no me interesa nada de esas cosas. —dije y ambos asintieron. Bueno al menos aceptó lo de la cita.

Estúpido Nicholas.

Estúpida Clara.

Estúpida culpa y estúpido mundo que conspira contra mí. No se ni siquiera desde cuándo empecé a sentir el peso de lo que hacía.

— ¿A qué hora te irás? —preguntó Andrew.

—Dijo que a las siete —dije restándole importancia y acomodándome en mi asiento al lado de Naty que estaba callada.

—Tienes que estar en casa a las nueve ni un minuto más —dijo Andrew.

—Intentaré que esto termine tan pronto como sea posible —dije, Andrew asintió desde la parte delantera de acuerdo, unos segundos después ya estábamos en la autopista.

El camino a casa fue extremadamente callado, nadie dijo nada más, y Naty estaba pegada en el celular mandando mensajes y sonriendo como tonta, y Andrew fulminaba con la mirada el celular por el espejo retrovisor. Y yo solo reía para mis adentros ante la patética escena.

Cuando llegamos, salí rápidamente del auto, puse la clave de seguridad y entré dejando la puerta abierta para que entraran, me dirigí a la cocina por un poco de agua. Y escuché las voces de las chicas, me asomé por la puerta y las vi sentadas en el sofá.

—Naty, llévalas a mi habitación iré en un momento con bocadillos. —dije, ella asintió y todas subieron las escaleras, y Andrew entró a la cocina.

—No quiero que dejes el teléfono o lo apagues mantenlo siempre contigo —dijo — cualquier cosa llámame, yo te iré a recoger enseguida.

—Tranquilo, llevaré mi celular, y sabes muy bien que se defenderme lo suficiente como para dejarlo inmóvil con un solo golpe, eso deberías saberlo más que nadie. —dije recordando el día que deje a Andrew inconsciente en la clase de Karate, siempre lo vencía, a pesar de que él era "el más fuerte de la clase" jamás pudo contra mí. Él solo se rio.

—Siempre te dejaba ganar, así que no digas mucho —dijo riendo.

—Al igual que me dejaste ganar cuando te deje inconsciente. —dije riendo.