Nightmares #SugarAwards

Capitulo 14

Todo esto es demasiado extraño para mí, todo es demasiado elegante, esto es lo último que pensé hacer en la vida o más bien, nunca lo pensé. Ahora estamos sentados en la mesa, después de mirar las margaritas y acordarme automáticamente de mi padre. Estoy sentada viendo el centro de mesa, que son unas hermosas orquídeas lilas con rosas blancas, pero aún sigo prefiriendo las margaritas, quedé un poco petrificada cuando me di cuenta del color de las margaritas, pensé que él las había elegido pero cuando dijo que era decoración de restaurante me relaje automáticamente, las margaritas amarillas significan amor, y las blancas ingenuidad y pureza. Y el color que el ramo que está en el esquinero es amarillo.

— ¿cómo es que puedes cambiar de humor tan rápido? —pregunta Nick desconcertado.

Muestro parte de la rabia, ira, odio y frustración de mi vida, ese ha sido mi método de defensa la mayor parte del tiempo, porque si alguien llegara a verla completa podría pensar que soy un monstruo. Pero él obviamente no necesita saber eso.

—Es un don —dije con una sonrisa de suficiencia.

—Me gustaría conocerte más Caroline. —Dijo mirándome a los ojos, sus ojos azules brillan por la iluminación del lugar, esta vez decido no apartar la mirada. A pesar de lo estúpidas que son sus palabras.

—Créeme que no quieres hacerlo. —digo.

—Si quiero pero no quiero presionarte así que... —dice mirándome completa, claro lo que se puede ver desde su lado de la mesa. -¿no te quitaras la chaqueta? ven te ayudo a quitártela —dice sonriendo y poniéndose de pie, lentamente se acerca a mí y se pone en mi espalda. Por un momento olvido que el vestido en la parte de atrás es cruzado y deja ver más piel de la que he mostrado en toda mi vida. Tomo las solapas de la chaqueta y él me ayuda a quitármela pero cuando recuerdo lo de la abertura me giro rápidamente para que no pueda verme, pero como siempre he tenido una suerte de perro, no lo hago lo suficientemente rápido, quedo enfrente de él que estaba en shock con mi chaqueta en sus manos. Después de unos segundos reaccionó y me miró directamente a los ojos, sonrió y me ayudó a sentar.

En ese momento el mesero entró dándonos los menús, yo ordené Espagueti a la boloñesa, y él ordenó lo mismo, y pidió unos cócteles de fresa ya que no teníamos edad para beber, Nicholas se mostraba nervioso e impaciente por algo, no dejaba de mirarme, y movía las manos de una manera que delataba su nerviosismo.

— ¿Qué sucede? —Pregunté —No me digas que tendremos que correr ya que olvidaste la billetera —bromee para aligerar el ambiente. Él solo sonrió y negó con la cabeza.

—No, no es nada de eso, incluso eso no podría pasar jamás en este lugar y muchísimo menos contigo. —dijo sonriendo.

—Y ¿Por qué no podría pasar? –pregunte curiosa.

—Mi padre es el dueño del restaurante, no pensaba decírtelo, por eso trate de mantenerlo trabajador-cliente, ya que al recepcionista lo conozco desde hace mucho tiempo, así que lo más improbable es que me cobren en el restaurante de mi padre —dijo sonriendo. Asentí con la cabeza y sonreí. Vaya yo suponía que él tenía dinero, pero no pensé que tanto. Decidí ignorar ese pensamiento e irme por lo que me tenía pensativa desde el día que me invitó a salir.

— ¿Por qué me invitaste a esta "cita"? —pregunté mirándolo a los ojos, el movimiento de sus manos aumento, y pude ver en sus ojos que estaba pensando en que decir. Titubeo por un momento pero después respondió.

—Te diré después de la cena. —dijo sonriendo un poco.

—Pero ¿qué diferencia hay en que me digas ahora o después de la cena? —insistí.

—Hay una gran diferencia —dijo. Fruncí el ceño.

— ¿A si? dime cual es —dije

—Que espero estar menos nervioso después de comer, te cuento que es la primera vez que me pasa. —dijo sonriendo. Eso me dejó petrificada, de verdad que Nicholas necesita un psicólogo. En ese momento no supe que responder, y él me miraba y esperaba que dijera algo, segundos después el mesero llegó con nuestras órdenes. Comimos en silencio y él a veces me observaba fijamente, dejé mi plato a la mitad ya que no tenía mucho apetito.