Decido Creer - TERMINADA (En Edición)

Creemos en las miradas

La chica de ojos esmeralda dejo al chico castaño pensar en que se había metido pero el solo podía pensar en pasar tiempo con la chica rubia de ojos azules.
***
Al día siguiente el chico castaño se levanto temprano para idear un plan para volver a enamorar a la chica rubia, el no solo la veía como una simple guardiana y ayudante si no como la chica que ama y que nunca debio dejar ir.

-Hola amigo, ¿listo para patruyar? -le dice el chico castaño al furia nocturna-
-eso no le toca a usted joven Hipo -le dice una voz femenina-
-¿eh? Ah mi Lady eres tu, ya te dije que me hables de tu -le sonrie-
-joven Hipo, debes estar con tu padre mis soldados y yo patruyaremos-
-no puedo dejar que mi Lady valla sola-
-eso deberia decirte yo, de acuerdo puedes ir a patruyar con nosotros pero solo si aceptas que debo quedarme cerca-
-el chico castaño le toma la mano- tu puedes estar cerca de mi eternamente -dice mientras le da un beso a su mano-
-le quita su mano rapidamente- y yo que pense que el joven Patán era ensimoso, ya hay que ir a patruyar -dice mientras se sube a su dragona-
-tranquila mi Lady -dice mientras se sube a su furia nocturna-
-¡Ustedes vallan al este! -señala a unos jinetes- ¡y ustedes dividance al norte y al oeste! -les dice a otros jinetes- ¡yo ire al sur con el joven Hipo! -dice y empieza a volar-
-el chico castaño la sigue- ¿porqué vamos solo los dos? -dice de forma coqueta-
-porque los otros jinetes no son novatos pero tampoco son expertos así si van varios pueden con un ataque y como tu y yo ya tenemos cierto nivel de fuerza podremos solos-
-que serio -dice sonrojado-
-pero no pienses que es porque quiero estar a solas contigo -dice aumentando la velocidad-
-Astrid ¿puedo preguntarte unas cosas?-
-¿sobre qué joven Hipo? -dice confundida-
-sobre la guerra con los cazadores de dragones-
-¿porqué no le preguntas a tu padre?
-lo mira-
-esta muy ocupado además quise preguntarle la otra vez pero no quizo decirme -dice un poco deprimido-
-esta bien te lo dire -suspira- empezo hace unos meses, unos cazadores llegaron y...trataron de robar a todos los dragones
-la interrumpe- pero eso no es nuevo-
-también intentaron matar a los aldeanos y quemar todo, solo quemaron unas casas pero no hubo muertes pero desde ahí declaramos la guerra -dice mientras apriera la silla molesta-
-no comprendo porque lo habrán hecho, ellos solo quieren a los dragones-
-esta vez no es solo eso, quieren apoderarse de Berk -dice aguantando un llanto-
-¿Astrid? -se acerca a ella-
-un soldado no debe dejar verse así, ya hay que volver los otros jinetes se encargaran de patruyar -dice mientras da la vuelta y volando de regreso-

***

Ya era de noche y el joven castaño no se ha topado con la chica rubia desde su charla, tal vez la molesto o la incomodo hablar de ello, pero el chico castaño tenía una idea de donde podría estar la ojos azules.
Va al arenero y efectivamente ahí estaba la chica, golpeando y lanzando su hacha, se veía molesta así que el chico castaño se le acerco.
-Hey Astrid-
-le pone su hacha a centimetros de su cara-
-tranquila tranquila soy yo -nervioso-
-¿qué es lo qué estas haciendo aquí?-
-vine a buscarte porque no te vi en todo el día-
-ah yo pense que venias porque ibas a entrenar-
-también, aun no olvido nuestro reto, es más siento que ya no puedo saber más de fuerza y entrenamiento-
-le lanza una espada y un escudo- vamos soldado demuestramelo
-no quisiera lastimarte-
-ja eso quisiera verlo -le da un golpe en el escudo-

Así se pasaron toda la noche, entrenando y entrenando, ambos se impresionaban con las habilidades del otro, pero hubo un momento en donde el joven castaño creyo lastimar a la chica rubia pero esta solo fingio para poder darle el ataque sorpresa, pero antes de que la chica lo atacara el chico la detuvo,  sus miradas estaban viendose fijamente, como si el mundo se sentrara solo en su mirada, sentían la respiración del otro, sus labios estaban muy cerca, ese parecía un hermoso momento.
Muy cerca de ahí se encontraba la chica de pelo obscuro y la gemela, alcanzaron a ver la escena romantica y decidieron observar más de cerca, escondiendoce entre los arbustos.

-reacciona- mmm valla después de todo si eres buen guerrero -dice alejandoce-
-Astrid...-
-pero aún necesitas entrenamiento-
-¡Astrid!-
-¡¿Qué?!-
-¿Qué nos paso? -se acerca a ella y la toma de los brazos- Astrid quiero hacerte una pregunta y quiero que seas honesto -la mira a sus ojos azules-
-....-
-Astrid... ¿tu aún...me quieres?-
-joven Hipo...yo no lo lamento, yo ya ni te veo como un amigo, te veo...
-¿cómo alguien que solo debes proteger?-
-Si -lo mira a los ojos con frialdad-
-Astrid no puede solo fingir ser fuerte, olvidar y...-
-¿Y qué? Tu me demostraste que si se puede olvidar en poco tiempo, ¡ya ha pasado un año! ¿y crees que puedes llegar así de facíl y preguntar que si aún te quiero?-
-lo se lo se fue una estupidez dejarte, pero cuando te volví a ver mis sentimientos volvieron, de hecho nunca se fueron -toma sus manos-
-se suelta- estamos en guerra no tengo tiempo para estas cosas -se va alejando-
-Astrid...-
-eres un cabeza de carnero -dice la chica de pelo obscuro-
-si Hipo y eso que yo he hecho cosas más tontas-
-¿cómo puedes preguntarle así de la nada "aún me quieres"?-
-lo siento pense que era el momento correcto, Astrid ha cambiado-
-pues claro Hipo ya paso un año-
-Hipo ¿porqué le dijiste?-
-es que me perdí en su mirada, en su hermosa mirada-
-pero debiste decirle después, llegamos hace unos días y tu fuiste muy directo -le dice la chica de pelo obscuro mientras cruza los brazos-
-no importa solo es cuestión de tiempo para que ella vuelva a quererme-

Una chica rubia de ojos azules escucho toda la conversación de los tres jinetes.

Hola...! Lamento haber tardado para este capitulo pero por fin esta aquí ^u^