Creemos en las segundas oportunidades

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El castaño no supo que contestar, pero ya no tenía opción más que confesar, sabía que si continuaba mintiendo, tarde o temprano tendría que decirle la verdad a la joven rubia, inhaló profundamente, tenía que pensar muy bien en lo que diría.

- Astrid... tengo que ser honesto contigo, tú y yo si fuimos mejores amigos pero... -
- ¿Pero? -
- También fuimos novios, después de mucho tiempo de ser amigos decidimos dar el siguiente paso... pero no todo salió como esperábamos -
- ¿A qué te refieres con eso, Hipo? -
- Tú eras una excelente novia, siempre estuviste para mí, me apoyabas e incluso cada que hacíamos algo juntos salía bien, sin embargo, todo cambio, más bien, yo cambié -
- Hipo ¿Por qué no me dijiste nada de esto antes? - dijo con molestia -
- Habías perdido la memoria, Astrid y yo... creí que sería una segunda oportunidad para mí -
- ¿Pues que fue lo que hiciste como para que antes no te diera otra oportunidad? -
- Fui un horrible novio, sentía celos de ti, de que eras mejor que yo en casi todo, que la única razón por la que ganaramos en ciertas cosas era solo por ti -
- ... ¿Cómo perdí la vista? ¿Qué fue lo que pasó ese día? Cada que pregunto eso, todos cambian el tema -
- Una tormenta eléctrica estaba comenzando, Patapez no había cerrado los establos y tú fuiste, los establos cayeron contigo dentro después de que un rayo se impactará justo frente a ti, siempre has sido obstinada -
- ¿Y por qué nunca me lo dijeron? -
- Pensábamos que tú no estabas lista para saberlo pero más bien, nosotros no estábamos listos para contarlo -
- la joven se quedó en silencio por varios segundos - solo llévame a casa, necesito descansar -
- Lo siento -

Chimuelo llegó a la cabaña de Astrid, dónde el castaño ayudo a que está bajara, había tensión e incomodidad entre ambos, ninguno supo que decir.

- ... Descansa, Astrid, mañana vendré por ti para llevarte con Heather -
- No, Hipo... le enviaré un terror a Heather para que ella venga por mi -
- Entiendo, quieres tiempo para asimilar lo que te dije -
- Solo tengo una pregunta más -
- Te escucho -
- ¿Qué pasó entre nosotros en realidad? -
- Tu notaste lo horrible que estaba siendo, terminamos, yo me quedé en la orilla y tú en Berk para que fueras la capitana de los jinetes de aquí -
- Necesito hablar con Heather, yo... te buscaré si necesito que me aclares algo más -
- Astrid, lo único que quiero que tengas en cuenta es que yo... nunca deje de quererte -
- Descansa Hipo - fue lo último que dijo la joven rubia antes entrar a su cabaña -

Al día siguiente, la pelinegra había recogido a la rubia, para que así fueran a entrenar, durante el viaje, Astrid preguntaba cosas acerca de su pasado, algunas que Heather no podía contestar.

- ¿Por qué estuve tanto tiempo con Hipo si el era frío conmigo? -
- Te aferraste a la idea de que el podría cambiar, de que tal vez era cuestión de tiempo para que su relación volviera a ser la de antes -
- ¿Tanto lo quería como para pensar eso? -
- No lo sé Astrid, pero parece que si, muchos te dijeron que tú y el debían terminar -
- No entiendo porque pensaba así, no lo recuerdo pero algunas cosas que hice tienen sentido pero esto... no lo comprendo, quizás estaba ciega de amor - dijo en un tono burlón -
- la pelinegra ríe ligeramente ante el comentario de su amiga - me gusta oír eso, que no te deprimas por tu estado -
- Te seré honesta, antes si lo estaba pero soy un soldado, una jinete de dragones, aún tengo cuatro de mis sentidos, sigo siendo la misma -
- No, Astrid, no eres la misma... eres más fuerte -
- Gracias, Heather - dió un suspiro - ¿Crees que debería darle otra oportunidad? -
- ¿Acaso el te pidió otra? ¿Directamente? -
- Bueno, no lo dijo pero lo noté en sus palabras, me dijo que nunca había dejado de quererme -
- Wow, hasta que fue honesto en algo -
- ¿A qué te refieres? -
- Cuando tú estabas en Berk, se le notaba distinto, era evidente que te extrañaba, cambió por ti, volvió a ser el Hipo amable que de niño era -
- Hipo es todo un enigma -
- Lo es, pero tú eras la única que lo comprendía, quizá por eso cambió, se dió cuenta de que al fin alguien lo entendía y se asustó -
- Heather, eso no tiene sentido - cuestiono la joven - el más bien me dijo que sentía celos por mi -
- A mi no me consta nada, Astrid, tan solo digo que deberías aclarar las cosas con el y empezar de nuevo -
- Quizá tengas razón... no quiero volver a vivir con rencor hacia el, después de todo, el ha sido muy atento conmigo -
- Si vas a darle una segunda oportunidad, no te dejes llevar está vez -
- Tranquilízate, ya no soy la Astrid de antes, literalmente - ambas rieron -
- No tienes idea de como extrañaba esto, extrañaba estar así contigo -
- Siempre sabes que decirme, eres una gran amiga - vuele a reír ligeramente - hay que darnos prisa, estamos comenzando a ser cursis -
- Si, guarda tu cursilería para Hipo Haddock -
- Cállate - le da un golpe en el hombro -
- Hipo se pondrá feliz, te lo aseguro -

Decido Creer - TERMINADA (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora