Creemos en la "confianza"

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Pasaron los días y el chico de ojos esmeralda no dejaba ni un momento sola a la joven rubia, ella seguía sin recordar, algo que a él le tranquilizaba puesto que no quería que recordara lo mal que la había tratado en el pasado.
Aún no la dejaba volar sola, así que si ella necesitaba ir a algún lado, el la llevaba con gusto.
La guerra entre jinetes y cazadores iba desapareciendo gracias a las patrullas con dragones; Patapez, junto con Coffie, buscaban una cura para la ceguera de la joven rubia, dejaron a los gemelos y al joven Mocoso en la orilla mientras que Heather, Hipo y Astrid estaban en Berk.

- Astrid ¿Segura que debes ir con Heather? No quiero dejarte sola, no es que no confíe en ella es solo que... me preocupas -
- Hipo, ya te dije que puedo cuidarme sola, además, estaré con Heather así que no hay de que preocuparse - dijo, dándole la espalda al castaño -
- Está bien, prometo no espiarte, no quiero que te molestes conmigo otra vez - la toma de los hombros y la gira, viéndola a la cara -
- Eso espero, yo confío en ti y espero que tú lo hagas en mi -
- Siempre confiaré en ti, Astrid -

Ambos jóvenes subieron a Chimuelo, en el transcurso hubo silencio pero era un silencio cómodo, de esos momentos que no quieres que acabe. Llegaron al otro lado de la isla, dónde la joven pelinegra los esperaba.

- Creí que ya la habías raptado Haddock -
- Tranquilízate Heather, solo le estaba diciendo que se cuide -
- Siempre le dices lo mismo, como sea, vamos Astrid, los chicos esperan -
- ¿Qué? ¿Chicos? - dijo el castaño con confusión -
- Recuerda que Astrid y yo somos voluntarias para la preparación de nuevos jinetes -
- Heather, eso es muy arriesgado para Astrid -
- Hipo, solo estoy ciega, pero todos mis sentidos están perfectamente bien, así que lo haré - camina hacia el lado contrario, Heather la toma de la mano y la dirige a Tormenta -
- No eres su padre Hipo, Astrid es una guerrera, no te necesita todo el tiempo - ayuda a Astrid a subir a Tormenta y ella sube después -
- ¿Nos vemos después, Hipo? - dijo la rubia viendo hacia la nada -
- Por supuesto Astrid, vendré por ti más tarde -
- Te enviaré un terror cuando hayamos terminado - Tormenta emprende vuelo y detrás de esta vuela la dragona de Heather -

El joven castaño fue a completar su entrenamiento, en pocos meses se volverá el nuevo líder de Berk, algo que lo tenía nervioso, Astrid ya no estaba para apoyarlo como antes, ella le daba confianza y ahora que solo son amigos, ya no era la misma seguridad; continuo entrenando hasta que su padre llegó.

- Hola papá, creí que estabas con Bocón -
- Lo estaba hijo, pero le encargue un escudo nuevo, además, se ve que necesitas una charla -
- ¿Por qué lo dices papá? - dijo el joven un tanto nervioso -
- Me refiero a Astrid, se puede ver en tu rostro que aún no la olvidas -
- No... aún no la olvidó y no creo hacerlo nunca, no me di cuenta de lo que tenía hasta que la perdí, cuando sucedió el accidente... sentí que mi mundo se venía abajo -
- Hipo, eso significa que aún estás enamorado de ella, y te entiendo perfectamente, cuando tú madre se fue... no tienes idea, quería morir en ese momento, nunca dejaré de amarla y ella siempre será la única mujer para mí -
- Lo sé... papá, necesito un consejo y una opinión honesta ¿Crees que pueda volver a enamorar a Astrid? -
- Si lo que sientes por ella es real, posiblemente si, no hay nada que no pueda hacer un vikingo, Astrid y tú hacen una pareja poderosa, fuerte y leal, sería una buena esposa -
- Pero ella... no piensa lo mismo, indirectamente siempre me recalca la línea límite que hay entre ambos, amistad y nada más -
- La vida te dió una segunda oportunidad Hipo, no la desperdicies -

Estoico se fue, dejando solo al castaño junto con Chimuelo, estaba pensando, pensó tanto que no se percató de que un terror se había pasado en su espalda.

- Hola amiguito, veo que traes un mensaje para mí - toma el pedazo de papel que tenía atado el terror y lo lee - bueno Chimuelo, Astrid ya terminó de entrenar con los chicos, así que vamos por ella - el joven sube a su dragón, dirigiéndose a dónde anteriormente había dejado a la joven rubia -

Llegó en pocos minutos, vio que la pelinegra hablaba con la rubia, no podía escuchar de que, la curiosidad crecía en el.

- Oh, ahí viene Hipo, te veré mañana Astrid - dijo regalandole una sonrisa -
- Por supuesto, por lo que oía, tienen una mala puntería -
- Oíste muy bien, ninguno atino al blanco y déjame decirte que fuiste muy valiente -
- ¿Por qué? ¿Por ir aunque esté completamente ciega? -
- Me refiero a que te pusiste la manzana en la cabeza y dejaste que Tormenta te lanzará una espina - esto último lo había escuchado el joven castaño -
- Necesitaba darles una demostración a los chicos - siente como una mano se pone en su espalda -
- Es hora de irnos Astrid - dijo el chico castaño -
- Está bien Hipo, luego nos vemos Heather -
- Adiós chicos - sonríe y sube a su respectiva dragona -
- Vamos Astrid - ayuda a la joven a subir a Chimuelo y este sube delante de ella - sujetate bien -
- Siempre lo hago - abraza la cintura de Hipo, ambos embarcan vuelo seguidos de Tormenta -
- Astrid... me dijiste que te ibas a cuidar -
- Y lo hice ¿Por qué me reclamas? -
- Escuché un poco de lo último que hablaste con Heather... ¿Por qué te arriesgaste así?
- Hipo, es mi trabajo, entrenaba a los chicos, debía darles motivación -
- Astrid, pudiste haberte hecho daño -
- Pero no lo hice, estoy bien, entiende que debes confiar en mí -
- ¡Tú entiende que no quiero volver a perderte! -
- ¿Que? -

Después de mil años, volví, y esta vez más activa que nunca, está hermosa historia volverá pero también estoy escribiendo una referente a Cole Sprouse y Dove Cameron, por si son fans de alguno de ellos dos :3
Cuidense muchísimo y disfruten de las historias que se vienen.

Decido Creer - TERMINADA (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora