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Caballeros.

"¡Villalobos, al fin llegas!" exclamó Mauricio Corona, uno de los caballeros.

Sebastián suspiró pesadamente sentándose en uno de los sofás de la sala de estar, sacó su teléfono para ver.

10:30 PM

Las reuniones de los caballeros eran casi diarias, de siete a once de la noche. Hablaban de sus planes, sus movidas y salidas. Claro que también se daban días para jugar un poco de fútbol, platicar y darse cuenta que eran lo único que tenían.

"Lo sé y lo siento. Tuve un pequeño problema en el colegio" se disculpó relajándose en el cómodo sofá.

El pequeño problema que hubo en el colegio terminó en que cada quien se fue para su casa. Óscar no quería pelear, y sinceramente, Sebastián tampoco. Mucho menos con el.
Le dio rabieta y se tuvo que tragar su orgullo cuando escuchó a lo lejos como Óscar le ofrecía a Abrianna acompañarla hasta su casa, ella con una sonrisa coqueta aceptó gustosa, cuando anteriormente, le había rechazado a Sebastián. No supo si Abrianna había aceptado para provocarlo o si simplemente lo hizo por gusto, pero fue algo que sin duda lo dejó un poco enojado.

"No se porqué sigues en el colegio Sebas, no lo necesitas" dijo Sebastián Arango tomando de su Coca-Cola. "Tenemos problemas que solucionar ahora. Y necesitamos de tu cabeza para poder seguir con los planes a la perfección"

Villalobos suspiró aun más cansado por la presión que sus amigos le hacían sentir. Él, se podría decir que era uno de los "cerebros" del club. Todos seguían sus palabras, sus pasos y actos.

Lo necesitaban.

"Yo lo sé Arango" recargó su cabeza en una de sus manos. "Pero no me dejaré ser un inútil. Quiero estudiar"

Todos se callaron al escuchar la afirmación de Sebastián. Solo se podía escuchar la televisión a muy bajo volumen y el sonido del aire acondicionado en la habitación.

"Tenemos que vernos con El Crew  mañana por la noche, nos entregará el dinero que nos debe por el trabajo que les hicimos" habló Juan Pablo Zurita, mientras se ponía al frente de todos. "Hay que estar preparados, no sabemos con que nos podemos enfrentar. Hay que ser precavidos..."

"¿Tenemos que ir todos?" Rodrigo Avila habló.

"Si" se paró rápidamente Rix, el jefe del grupo, ya que era el mayor de edad por unos años. "Necesitamos quien nos cubra la espalda"

"Somos dieciocho Rix, creo que con que vaya la mitad son suficientes..."

Rix hizo callar a Ro, de nuevo.

"¡Iremos todos, he dicho!" gritó un poco alterado. No tenia paciencia, ni un poco de ella.

Sebastián Villalobos se paró y enfrentó a los chicos.

"Yo mañana no voy, no cuenten conmigo"

"¡He dicho que...!"

Sebastián interrumpió al jefe.

"¡Se lo que has dicho! ¡Tengo colegio! No me puedo estar metiendo por ahí como antes"

Esta vez, Daniel Bautista soltó una carcajada cínica.

"¿Desde cuándo te importa tanto? Antes también tenías colegio y asistías a las juntas, incluso, llegabas temprano, hoy llegaste tarde" repuso.

Sinceramente, no era el colegio la excusa por la cual no quería ir, si no era por la chica nueva en su colegio.
La quería invitar a salir mañana. Que Óscar no se la llevara esta vez.

"Como sea, no voy y punto" admitió cruzándose de brazos, mirando desafiante a quien sea que se cruzara con su mirada.

"El Crew sabes que no es fiar, Sebastián. Nos han hecho muchas y te necesitamos" admitió Juan Pablo de nuevo, mirándolo con una pizca de suplica.

Mario Ruiz estaba hasta la punta del salón, mirando todo.
Al cruzar mirada con Sebastián, le hizo entender que de verdad lo necesitaban.

Mario había estado observando a su amigo durante el día. Sabía que la supuesta excusa del colegio no era la única razón por por la cual no quería.

Sebastián tiene nuevo objetivo, Abrianna. Lo supo desde aquel momento en el que se enfrentaron con los chicos del equipo del colegio. Lo supo cuando la miraba, en ese acercamiento que tuvieron en los casilleros de la escuela.

Sebastián se quedó pensando. La verdad, nunca cambiaría una junta de Caballeros por una simple chica. Nunca lo había hecho y sinceramente, tampoco estaba en sus planes.

Una idea se le atravesó por la mente, lo que hizo que sonriera malicioso.

"Esta bien, iré"

Rix suspiro aliviado, no antes Sebastián habló de nuevo.

"Pero..." dijo mirando a todos con la ceja levantada. "Llevaré un acompañante"

Mario abrió los ojos y miró a su amigo. Este al verlo también, sonrió mostrando dientes.

Querrá decir, a una acompañante...