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Chico raro.

Los invitados llegaban y poco a poco la casa se iba llenando de gente. Óscar no se separaba en ningún momento de Abrianna, ella agradecía ese gesto.

"¿Quieres tomar algo?" le preguntó Óscar al oído mientras bailaban, ya que por el sonido de la música no se podía escuchar bien.

"Yo no tomo" le dijo de igual modo "Pero te acepto un refresco"

Óscar sonrió y fue a la cocina esquivando a la gente que se iba cruzando por su camino. 

Abrianna se movía un poco al compás de la música. La pena se le iba quitando poco a poco, entre que más gente llegaba y por el ambiente que la rodeaba, se adaptaba.

Ella pensaba que tenía que mostrarse un poco más aventurera, luciendo tímida o incomoda no llegaría a mantener una conversación con nadie. Ese era su momento para mostrarse como lo que era, una chica que también sabe divertirse. Esa fiesta era su boleto a hacer su estancia divertida y relajada. 

"Así que, Abrianna ¿verdad?" llegó un chico moreno a su lado. Su pelo era negro con unas pocas mechas rubias en el tupé, sus ojos estaban un poco achinados, pero se podían notar lo intensos que eran. 

"Ahm, si" dijo Abrianna confiada de su ingles tal vez mal hablado "¿Quién eres tú?"

"Calum, Calum Hood" dijo brindándole una sonrisa muy encantadora, sus ojos se achinaban más y lo hacían lucir adorable "No tuvimos el placer de presentarnos esta mañana"

Abrianna se le quedó mirado un rato disimulando su confusión pensando en que momento fue que se juntaron, su cara se suavizo al recordar el momento. 

"En la discusión con Villalobos, ¿si recuerdas?" 

"Si, si que recuerdo" quiso reír pero sonó más a un suspiro "¿No se llevan bien?"

"¿Qué no se notó?" se rió un poco moviendo su bebida y tomándolo de un solo trago "Pero dime, ¿de dónde vienes? Se ve que no eres de por aquí" 

"Soy colombiana" Abrianna pudo sentir un cosquilleo en su cuerpo al decir esas palabras, sin duda orgullosa. 

"Oh la bella Colombia, igual que Villalobos ¿no?" soltó una risa.

"Si" quiso volver a reír pero falló de nuevo.

"Mucha risa ¿no creen?" llegó Óscar añadiéndose a la conversación extendiendo un vaso de refresco hacia Abrianna.

"Estaba conociendo a la chica por la cuál andas atrás" Calum soltó una risa burlona y volvió a hablar "Y parece que Villalobos anda en las mismas"

Abrianna solo miraba como ambos hablaban, sin embargo no podía entenderlo del todo. El sonido de la música no la dejaba escuchar bien, y menos por ser otro idioma. 

Empezó a dar un vistazo por todo el lugar, pareciendo desapercibida de estar escuchando una conversación ajena , tomando de vez en cuando de su bebida. 

Avisó a Óscar que saldría a tomar un poco de aire, él insistió en acompañarla, pero prefirió salir sola solo unos momentos, el olor a sudor y el calor en la casa le habían empezado a dar malestares. Salió al patio principal de la casa aún con su vaso casi por la mitad, respirando hondo y sintiendo la pequeña briza del aire. Miami era una ciudad húmeda, el olor a salitre marina era el más delicioso de todos los olores.

"¿Aburrida?"

Se giró para ver la cara de aquel que le había hablado anteriormente.

Un chico de cabello rojo y sin duda más alto que ella la encaraba con una sonrisa. No lo había visto antes, pero se le hacía atractivo.

"Un poco" admitió volteando para quedar completamente cara a cara "¿Te conozco?"

"No" carcajeó el chico "Mi nombre es Michael Clifford, te vi hoy en la escuela"

"¿O sea que estudiamos juntos?" 

"Si, solo que no me viste hoy" sonrió , miró como Abrianna no decía nada y le hacía pasar tal vez un momento incómodo.

"Si, tal vez no me di cuenta que estabas al rededor" ambos rieron.

Michael se le quedó mirando fijamente con un poco de confusión. Abrianna lo miró avergonzada. 

"Por cierto, perdona mi ingles" pasó un mechón de pelo por detrás de su oreja y prosiguió "No soy de aquí y se me complica un poco"

"No te preocupes, está bien" dio una carcajada "Si se te entiende"

Abrianna sonrió y miró hacia la puerta desviando la mirada de Michael sobre ella. Vio de todo tipo de gente entrar y salir por ella. 

"¿Por qué fue que no te vi hoy?" 

"Digamos que no me gusta hacerme notar, se que tengo mi pelo teñido de rojo, pero sinceramente no me gustaría que me etiqueten por la influencia e imagen que doy" se encogió de hombros viendo a su bebida jugando con los hielos que la acompañaban "Mis mejores amigos son Calum, Luke y Ashton, no se si ya sepas quienes son..."

"Solo conozco a Calum" lo interrumpió.

"Bueno, ellos son mis mejores amigos. La verdad es que ellos siempre han sido buenos deportistas, a mi sinceramente no se me da. Y aparte de que no se me da, no me llama la atención, soy muy flojo como para correr treinta minutos diarios" ambos soltaron una carcajada.

"Entonces supongo que conoces a Óscar, ¿no?" preguntó frotando sus brazos sintiendo una pequeña oleada de viento frío.

"Si, es mi amigo, pero no tanto como los otros chicos"

"¿Y cómo los conoces?" Abrianna volvió a preguntar.

"Cuando eramos chicos todos menos Óscar tocábamos instrumentos musicales en la misma academia de música y actualmente nos juntamos para tocar unas cuantas canciones. Entonces se podría decir que la música forma parte importante en nosotros"

"Wow" dijo realmente sorprendida "Eso no me lo esperaba" dijo antes de soltar una risa lógica y frotarse los brazos con sus manos de nuevo, el viento aumentaba y le revolvía el cabello.

"Rayos, espera aquí. Traeré algo para cubrirte. No te vayas" pasó por su lado entrando a la casa dejándola afuera sola.

Miró al cielo, al suelo, luego a los lados para repetir la misma acción varias veces. La noche era hermosa, y sin duda la gente que estaba por el patio principal ponían un ambiente muy bueno. 

Pensó en Óscar, tal vez se podría estar preguntando en dónde estaba, ella había dicho que saldría solo un momento, o si simplemente no se habría acordado que no estaba con él. Meditó muchas veces en si entrar a la casa e ir con Óscar, pero no lo haría. Estaba pasando un momento agradable con Michael, se le hizo un chico muy buena onda y quería seguir conversando.

"Por lo que veo, ya conociste al chico raro"

"¿De nuevo tú?" dijo Abrianna al voltear la cara para ver quién le hablaba. 

"Por favor, ya déjame en paz" le dio la espalda.

"No estés con él"

"Tú no me mandas" volvió a verlo.

La mirada de Sebastián se endureció al ver lo terquees de la chica, nadie nunca lo había retado de tal manera, y menos una chica.

"Es la última vez que te lo digo, te alejas de él y de Casas, o yo hago que te alejes de ellos" le dijo dando un paso hacia ella, Abrianna sin embargo se quedó en su lugar, encarandolo y demostrando que no tenía miedo. 

"Última oportunidad, te lo advierto"

Ella dio un paso hacia él.

"Y si no lo hago, ¿qué?" no se iba a dejar acobardar por él, en ningún momento.

Sus rostros estaban a unos centímetros, los ojos de ambos reflejaban enojo, dureza. Sus respiraciones eran un poco irregulares, dejados llevar por la ira.

"No digas que no te lo advertí" 

Pasó de su lado, chocando con su hombro sin cuidado, muy enojado.

No se la iba a acabar...