Capítulo 7: 42 días.

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"Mis queridas niñas.

Un día crecerán y se enfrentaran con el mundo que yace allá afuera.

Así que prométanme una cosa.

Pase lo que pase, jamás olviden quienes son, la esencia que las hace a ustedes.

No permitan que nada ni nadie las cambie, porque si lo hacen, ni ustedes podrán mismas podrán reconocerse".

◊◊◊

- ¡¡Qué lugar más maravilloso!! - Se decía para sí misma aquella chica con un abrigo que le llegaba hasta las rodillas el cual lo sacudía junto a todo su cuerpo con movimientos de entusiasmo mientras admiraba al lugar que acababan de llegar.

Tras de ella venían sus guías, James y Maggie Stevenson.

Las personas que encontraron a Abby en medio del bosque y que la salvaron de espíritus de las penumbras que buscaban el alma de la chica.

Aquel lugar era su pueblo en el que habitaban, lleno de casas y negocios pintados de colores otoñales, las calles anchas hechas de patrones muy bien cuidados de piedrecillas, a lo lejos se podía observar la plaza central con su enorme fuente de casi 4 metros y bastante detallada, gente gritando y anunciado sus comercios y ese gran y apetecible olor a carne frita.

Maggie volteo hacia James con una gran sonrisa, pero el joven no correspondía aquel guiño de felicidad.

Ante esto, la sonrisa de Maggie se desvaneció

-¿Que pasa caras largas? ¿No estas feliz por el dinero que nos dieron por el ciervo y por el exitoso rescate de la chica?- Preguntaba con picardía dándole un leve golpe en su brazo con su hombro.

El chico solo rio nervioso pasando su mano por la zona que recibió el golpe.

- Claro que sí, lo que ganamos por el ciervo nos mantendrá por un mes entero, lo sé, lo que me preocupa es ella.- Respondió mientras veía a la entusiasta chica causante de sus preocupaciones.

-¿Porque habría de hacerlo?- Volvió a cuestionarle su hermana mientras también observaba a Abby.

James suspiro levemente.

-Después de que despertó y me presente empezó a gritar cosas histéricamente...-

-Eso lo se hermanito, luego de que se calmara te abrazo muy fuerte, y quiero suponer que fue gracias a que la intentaste calmar cómo pudiste.

-Exacto, ella no paraba de mencionar cierto nombre... creo que se trataba de su hermana. Ella entre gritos había dicho que estaba desaparecida y creía que ella también había quedado atrapada aquí, en Cuppova.

Maggie se rascaba su mentón mientras buscaba entre sus memorias.

- Creo recordar escucharlo, pero dime, ¿Qué cosa se te ocurrió?

-Pues si la rescatamos que esos espíritus, quizás, a ella no se la llevaron gracias a nosotros pero.. ¿Y si se llevaron a su hermana menor?

Maggie miro a su hermano llena de preocupación.

-El bosque está lleno de esas cosas, por eso está PROHIBIDO quedarse dormido allí, aunque tengas una gran fogata ellos vendrán por ti a toda costa. Ella llego a Cuppova en el estado en que la encontramos, quizá se quedó dormida en algún portal o bucle, es lo más probable. En cuanto su hermana, hay posibilidades de que llegara con ella pero también que llegara antes que su hermana.

Las palabras de Maggie hicieron a James pensar más su teoría.

Con esto se le vino a la mente una imagen de esa chica buscando a su hermana y en medio de su búsqueda encontrara algún portal, de Ryu usando uno de sus tantos juegos sucios para atraerla dentro del lugar, de como ella, tratando de resistir al engaño y el como el rey de todo lo que James empezó a conocer desde hace más de 10 años la dejara inconsciente y la dejara en cualquier lugar del plano de su propio mundo sin cuidado alguno.

Sweet Garden l Libro 1: Corazones. PILOTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora