She Wolf (The Experiment)

4. El puesto es tuyo

Eran las 8 de la mañana y Joe ya estaba en la oficina, arreglando unos papeles y una proyección del trabajo de las cataratas, la junta seria a las 8:30. En este tipo de juntas se discutian los trabajos exitosos, quienes habian sido los mejores fotógrafos y camarógrafos ademas de que se darian a conocer los nuevos proyectos. Joe era feliz con el trabajo que hacía, eran cosas pequeñas si, pero le ponía empeño y dedicación para que fuera el mejor. Estaba decidido a tomar un café antes de la junta pero Johanna se le cruzó en el camino.

—¿Vas por un café— preguntó ella y Joe asintió— bien, yo también iba por uno, mi junta es hasta la 1 pero debo de preparar mi trabajo que presentare a fin de cuentas es lo que hace un editor de historia ¿Cierto? Hacerlo todo al último minuto—

—Creo que sí— dijo Joe con una sonrisa, no tenia idea de porque Johanna le estaba hablando tan repentinamente, él no había entablado una conversación con ella desde que trabajaba aquí— Emmm ¿Vamos? Tengo unas galletas guardadas en la despensa que...—

—Johanna, Johanna— era Mark— ¿No se supone que deberías estar trabajando en la edición se dos historias? o eso nos dijiste ayer— Mark miro hacia Joe— ¿No crees que debería trabajar en vez de perder el tiempo en un café Joe?—

—Vamos todos necesitamos un respiro si no actuamos como imbeciles ¿No Mark?—dijo Johanna rápidamente, Mark sonrió de lado.

—Tu ve por tu café preciosa, él tiene que venir conmigo para cargar unas cosas que necesitamos para la junta —chasqueo los dedos— Andando Fisher que el tiempo es oro— Mark empezo a caminar.

—Lo lamentó— le dijo Joe a Johanna para seguir a Mark, ella apretó los labios pero no dijo nada y se fue a la pequeña cocina donde estaba la cafetera.

Mark fue a la sala de audiovisual, se necesitaba conectar el proyector de alta calidad, le dijo a Joe que lo hiciera, ahi sería la junta, faltaban 15 minutos. Joe obedeció y Mark se sentó en una de las sillas mientras subía los pies a la mesa de cristal.

—¿Siempre haces todo lo que te ordenan Fisher?—

—Es para el trabajo, para eso me pagan— dijo en voz baja.

—Ah... menos mal que sirves para ser de mantenimiento también ¿Que ganga no?— Joe no respondió— Dime si te digo que me la chupes por 20 dolares ¿Lo harías?—Joe se quedó quieto un momento pero no alzo la mirada.

—No soy gay— Mark rio.

—Tienes toda la pinta de ser maricon —se enderezo de la silla— ¿Que tal 100 dólares? Vamos ya la tengo dura, dale a tu superior lo que quiere— Mark abrio sus piernas y se tocó el miembro sobre la tela del pantalón, Joe lo miro y vio que era cierto la tenía dura.

—Ya te dije que no soy gay—se giró hacia él— pero veo que el maricon eres tú por eso estás tan pendiente de mi— no supo porque reaccionó asi, quizá porque ya estaba harto de Mark, pero él era malo defendiéndose sintió ansiedad.

—Wow wow wow el rarito se puso a la defensiva, ¡Dios! eso me excita más—se levanto de la silla y Joe dio un paso hacía atrás— vamos ¿Crees que voy a violarte idiota? Mierda Fisher eres tan divertido— Mark se dirigió a la puerta y la abrió— Vamos hay que dejar que los jefes entren primero— Joe no se movió— Como quieras —Mark salio y dejo a Joe solo, este se quedo inmóvil un segundo y despues pateo una silla.

—Mierda— No era la primera vez que un hombre se le insinuaba, lo que le molestaba es que creyeran que por dinero el les haría una mamada o tendría sexo con ellos.

Unos minutos después entraron el subjefe, la editor en jefe y el coordinador, seguido de los demás fotógrafos incluidos Mark y Thomas, Joe se sentó lejos de ellos pero Mark lo seguía mirando con una cara de burla. 

—Bueno caballeros, señorita— habló el subjefe, un hombre de unos 50 años aproximadamente— antes que nada quiero felicitarlos a todos por su trabajo y dedicación y darles una noticia de que nuestras publicaciones han subido en importancia en los últimos meses, ahora le cedo la palabra a Libia— Libia era la editora en jefe una mujer rubia y alta.

—Gracias Richard— caballeros me complace decirles que tenemos nuevos trabajos importantes que hacer, nuevas fotografías y unos documentales que seran transmitidos en un programa especial, Discovery nos a pedido ayuda para colaborar con ellos en sus próximos proyectos— el coordinador le entregó el apuntador del cañón— Quiero empezar mostrandoles algunos trabajos que nosotros —señalo al coordinador y al jefe— consideramos de lo mejor— empezó a pasar algunos de los proyectos, Joe estaba atentó para ver si pasaban alguno de los suyos pero no fue asi, en cambio habia un proyecto de Mark ahi.— Se que muchos conocen el trabajo de los demás y como dije aqui estan los mejores pero—hizo una pausa y miro a todos los de la sala— hay proyectos que son mejores que todos estos, por la calidad, la dedicación y la minuciosidad de los detalles que muchos de sus trabajos no tienen. Asi que decidimos dar una oportunidad a este trabajo extraordinario— Libia apretó los botones del control y ahí estaba, el trabajo de Joe, muchas de sus mejores fotografías. —Señor Fisher debo decir que me sorprende los detalles de sus fotografías usted no solo busca lo atractivo, si no lo hermoso dentro de lo que no creerias que lo es y eso es lo que necesitamos—Joe estaba sin palabras.

—Queremos darle una oportunidad señor Fisher— dijo el coordinador, queremos que hagas el documental del proyecto de Alaska, sobre los bosques nevados y las Auroras boreales, claro que de ahi seria ir a Groenlandia y por último a Islandia para completar el.documental ¿Le parece bien?—
Pregunto el coordinador.

—¡Si, si por supuesto! —Dijo Joe rápidamente— No se decepcionaran, de ante mano muchas gracias por la oportunidad.— a Joe se le había iluminado el rostro, sentía que el corazón se le saldria del pecho ya que por primera vez saldria de los E.U. y vería uno de los fenómenos más preciosos que existían.

—Pues fenómeno o no tiene razón la señora—le dijo Thomas a Mark en voz baja mientras los demás aplaudían— su trabajo es bueno.

—Cierra la puta boca Thomas— le dijo Mark con brusquedad.