- Capítulo I - Distintas Personalidades

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Antes de conocerlo, antes de conocerla,
Antes de separarnos, Antes
debíamos estar juntos.

× H A R R Y ×

— Esto aquí, esto por allá, — Tiró pintura sobre un lienzo gigante y parte otra sobre el escritorio — y finalmente esto esta listo. — Terminó agregando un poco de realces líquidos sobre el lienzo, todo estaba lleno de pintura de colores. Hasta su rostro —.

La alarma que debería estar en su aparador sonó, Harry buscó en todos los lugares pero no pudo encontrarla. —Rayos, ¿Donde estas?— finalmente la encontró bajo su camisa favorita.

— Aquí estabas — Detuvo el sonido de ella — Oye buen hallazgo —Tomó una camisa del suelo, la miró, notó que no poseía muchas arrugas y dijo con una sonrisa.— ¿Estas lista para la entrevista mas épica?.

Su habitación completa era un desastre. Sus camisas, raras veces se encontraban en el cajón. Zapatos a diestra y siniestra, sus corbatas bueno, Harry odiaba las corbatas y encima de su armario de madera, una deliciosa pizza del día anterior lo esperaba.

— Definitivamente las camisas en la cama, le dan ese toque de comodidad que las camas necesitan — Le respondió Harry al narrador, mientras le daba una mordida a la porción vieja de pizza. —

— ¡Rayos! — Miró el reloj— Es muy tarde y esto sigue húmedo, ¡Al demonio! — Tomó el cuadro llenándose se pintura las manos, el brazo y parte de pecho. — Oh Rayos, mi camisa.

Harry había tomado el cuadro, su camisa machada, zapatos, calcetas y billetera. Pero algo faltaba, el pantalón que debían cubrir sus bóxer negros. El pantalón seguía allí, en el suelo. La tomó y se la puso apresurado. Se cayó. Se levanto odió esos pantalones y salió con el cuadro gigante hacia su estacionamiento. Hoy era la primera cita real de trabajo desde que había abandonado la universidad, debía conseguir este trabajo, y que motivación que el Empire Fotografic la mejor empresa de fotografía de New York.

Guerra en la cocina: La definición perfecta para todas las mañanas en la casa de Harry. Los panqueques lazados desde de un extremo de la cocina a otro. Jugo derramado y mucho tocino en el suelo.

— Amor — Gritó el padre de Harry — necesito el jarabe.

— Allá va —Respondió la madre de Harry lazando el jarabe y derramandolo en la mesa del desayuno. — Lo siento, solo... —Pensó — pasa los paqueques sobre el jarabe. Y listo. —Sonrió.

— ¡Mama! — Gritó el hermano. — ¡Quiero mas tocino!

— ¡Atrapa! — El padre lazó tres tiras de tocino provocando un caos.

— Familia, —Llamó Harry desde las escaleras principales— Ya debo irme, nos veremos luego. — Harry evitó entrar en el campo de guerra de la cocina. Sabía que su cuadro no sobreviviría a todo eso.

— Harry ¡Cuidado!

— Jhon ¡No! No, Jhon.

¿¡Guerra de Sexos!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora