Él llegó tarde al colegio, no había descansado muy bien, pues había pasado la noche entera pensando en ella.
Sé estaba volviendo loco, la duda lo estaba consumiendo, ya no sabía que hacer...solo le quedaba esperar que ésos pensamientos "raros" se le pasen, aunque ¿llegarán a pasar?
Ella llegó normal, es más, ella ya estaba ahí cuando el llegó.
Tampoco había dormido bien por pensar en él , pero ya estaba acostumbrada a no dormir mucho, pues en el barrio en donde vivía solían hacer muchas fiestas hasta muy tarde.
Todo el día estaba muy bien, el clima estaba hermoso, los dos estaban felices y los maestros no habían molestado mucho hoy.
Todo estaba perfecto, así que él se acercó a ella para que puedan conversar de una forma mas privada los dos -pues todo el día él había estado haciendo bromas y jugando mientras ella había estado conversando con sus amigas y riendo de sus locuras- lo cual le fascinó pero no se lo hizo notar (aún no estaba preparada para que él sepa que le gustaba), así que decidieron irse unas carpetas más halla para poder conversar sin que los estuvieran interrumpiendo.
Se veían tan felices, nunca los había visto tan felices, era sorprendente, él hacía unas muecas muy raras para que ella soltara una sonrisa, se veían muy bien juntos, pero ambos aún estaban confundidos, sí, disfrutaban mucho el uno del otro, pero ninguno de los dos estaba listo para que el otro lo supiera.
Así estuvieron hasta que sonó el timbre de la salida y aunque ninguno quería irse, él tomó sus cosas y bajó super rápido (siempre era así y mucho más ahora que quería actuar normal) y solo se despidió de sus amigos mientras ella se tomó su tiempo para hacerlo, ambos intentaban "actuar normal" pero era más que notorio que ninguno de los dos quería irse, bueno todos menos ellos se daban cuenta.
Lo único que ellos de verdad deseaban es que las horas pasen rápido para poder verse al otro día, aunque la duda aún los estaba matando ellos disfrutaban mucho su tiempo juntos...
