–Baek...
–Hey, Chanyeol –Baekhyun dijo animadamente, mirándolo con una sonrisa que hizo a Chanyeol sentir que estaba de vuelta en sus días de escuela–. ¿Puedo pedirte algo?
Sabiendo por lo que estaba haciéndolo pasar, Chanyeol asintió.–Claro, lo que quieras.
Baekhyun mantuvo la mirada con dulzura antes de pedir:
–Por favor quédate esta semana conmigo.
–Baek...
–Chanyeol, por favor.
–No puedo.
–¿Por qué, Yeol?
–Por Kyungsoo.
Baekhyun contuvo el aliento. Sabía sobre Kyungsoo. Sabía sobre el chico que respondía las llamadas por Chanyeol. Aún así, no pudo evitar sentir un golpe de dolor en el pecho.
–Sólo es una semana...
–Una semana es demasiado tiempo.
–Hemos estado casados por casi cuatro años, Yeol –dijo Baekhyun, con una sonrisa triste–. Una semana es todo lo que pido, gigante.
Chanyeol frunció los labios.
–¿Qué esperas que suceda en siete días?
Si bien el silencio aumentó, había cierto tipo de calma en el aire. Baekhyun había apartado la mirada, pero cuando respondió la pregunta de Chanyeol, lucía solemne y honesto. La mirada cansada en sus ojos lo hizo ver inocentemente hermoso y tranquilo, y eso fue algo que Chanyeol no pudo evitar notar.
–No espero que suceda nada... –dijo lentamente Baekhyun, entrelazando sus delicados dedos–. Por una semana, tan solo quiero que pretendas, Yeol –continuó con una voz que amenazaba con quebrarse–. Quiero que me ames de la forma en que solías hacerlo...
–Baek...
Sonriendo con rostro afligido, Baekhyun alzó una mano.
–Dije "que pretendas". Recuerda eso, gigante. –Rió ligeramente. –No tienes que enamorarte de mí. Ya sé que no me amas más. Solamente quiero que pretendas. No te pediré más. Esta será la última promesa que tengas que cumplir para mí...
1440Se sentía extraño estar en la casa nuevamente, pero aún más lo era dormir en una habitación diferente de la que compartía con Baekhyun... o solía. Mientras yacía en su cama esa primera noche, Chanyeol contempló la situación. Sentía como si Dios hubiera decidido sonreírle allí y ahora, como si lo mereciera por hacer lo que estaba haciendo. Aún no le gustaba saber que, después de meses con apenas algo de contacto, finalmente había contactado a Baekhyun sólo para darle la noticia de que quería un divorcio. Pero al final, en su mente, era inevitable. Ya no funcionaban juntos. Él había avanzado y Baekhyun también.
Volteó su cabeza hacia la derecha y miró por la ventana. Notando el cielo cubierto de estrellas brillantes, Chanyeol se preguntó qué otras cosas el vivir en la ciudad le impediría ver.
Una de las preocupaciones de Chanyeol era la ropa; no había llevado nada porque no había planeado quedarse por más de unas pocas horas. Cuando le contó su dilema a Baekhyun, éste sonrió y le dijo que no se preocupara. Al llegar el anochecer, había llevado a Chanyeol a una habitación de huéspedes cerca de lo que alguna vez había sido su habitación. Baekhyun se fue por un momento pero regresó un rato después con tres camisetas en sus brazos, mientras que Luna, que lo seguía de cerca, tenía mucha ropa más, incluyendo pijamas, shorts, bóxers y más camisetas.–No podía traerla toda yo solo –explicó Baekhyun–. Es muy pesada para mí.
Chanyeol miró entonces a la pequeña pila que Baekhyun y Luna habían llevado y depositado en su cama.
–No parece tan pesada.
–Pesan una tonelada para mí –respondió Baekhyun en voz baja.
Antes de que Baekhyun se fuera después que Luna, dándole las buenas noches, recitó una secuencia de números. Incapaz de comprender código binario, Chanyeol no le dio mucha importancia. Pero cuanto más tiempo permaneció solo en su habitación, más la curiosidad se apoderó de él, mientras sus ojos se dirigieron de nuevo hasta la pila de ropa. Luego se movió en la cama, juntó todo y lo levantó.
No era pesado.
A pesar de las circunstancias de su situación y de los mensajes de texto furiosos que recibió de Kyungsoo la noche anterior, Chanyeol se despertó en calma y paz. No sabía por qué. Tal vez porque no estaba en la ciudad y, por una vez, su sueño no se había visto rodeado de ruidos de fondo de sirenas y autos. O tal vez era la casa en sí. Baekhyun no había descuidado ningún detalle a la hora de hacer que cada habitación de la casa fuera confortable y acogedora.Tomó una ducha rápida y se vistió con la ropa que Baekhyun le había prestado. No fue hasta que se vio en el espejo que vio su apariencia y notó algo: Baekhyun le había dado la ropa que él había dejado allí.
La amargura se apoderó de él. No sabía si Baekhyun lo había hecho adrede, sabiendo Chanyeol que probablemente no. Había preguntas en su mente sobre por qué Baekhyun aún conservaba su ropa. Era vieja. No la había usado en años. Él la había dejado atrás.
¿Por qué no se había deshecho de ella Baekhyun?
Cuanto más se miraba al espejo, más notaba Chanyeol que lucía como solía lucir antes. Era gracioso cómo unas pocas prendas viejas y nada de productos para el cabello lo habían hecho verse como era dos o tres años atrás. Pero se sentía de forma opuesta. No era gracioso. Era triste y quemaba algo en su interior. Tal vez sentía culpa. Chanyeol no sabía. Tan solo quería que los seis días restantes pasaran para poder volver a su hogar.
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10080➫ChanBaek/BaekYeol.
Fiksi Penggemar[[ 10080 ]] Su cortejo duró solo siete meses. Su felicidad se medía por la cantidad de carcajadas que compartían, la cantidad de noches interminables que pasaban enredados en los brazos del otro y la cantidad de amor que tenían el uno para el otro...