¡Skaters al poder!

Capitulo 4

Corrí hacia el baño donde provenían los gritos. Una cucaracha estaba dentro de la bañera. Cogí una toalla para aplastarla pero al volverme, su cabeza era la cara de Margaret. Me eché hacia atrás confundido y atemorizado. Un grito en mi habitación me asustó más y fui a ver lo que pasaba. Mi madre que tenía la cara quemada y deformada estaba con un bate gigante y amenazaba a Lili sin parar. Salí de la casa para tranquilizarme pero en la calle me encontré a tres hombres grandes y encapuchados que raptaban a una chica.
Intenté salvarla pero de pronto desaparecieron de allí. Un grupo de chicos de mi edad a los que yo no conocía estaban sentados en un muro bajo; Fumaban y bebían sin parar.
A uno de ellos le dio un ataque y solo un compañero le ayudó y le salvó.
La sirena de un coche de policía sonaba cerca y sin poder reaccionar me arrestaron poniéndome unas esposas en las muñecas.
La cárcel estaba a oscuras y fría. Muchos gritos provenían de las celdas de al lado.
Mi compañero estaba tumbado boca arriba en la cama de arriba de la litera. Solo se le veía parte de su rostro. Llevaba un parche y un arañazo salía de él por abajo. Me dijo una palabra pero estaba en un idioma que no podía descifrar; BARIJLU.
Al poco tiempo salí de allí y me fui a la playa, pero no había sitio donde estuviese tranquilo; el mar estaba de color rojo sangre y los tiburones enloquecían buscando el origen.
Más allá del acantilado donde acababa la pequeña playa, había un montón de rocas.
Me subí a una de ellas y me dejé caer al agua.
Estaba negro pero todo había acabado.

Poco a poco abrí los ojos. Mi cabeza me palpitaba muy rápido y noté como me había crecido un chichón muy grande.
Encima de la mesilla tenía un poco de hielo envuelto en una bolsita y esta a la vez, en un trapo de tela.
Me di cuenta que tenía que ir a trabajar pero una mano me agarró y me tumbó de nuevo.
-Al fin despiertas tío, creí que nunca lo harías.-dijo Sam con una media sonrisa.
-¿Mamá? ¿Qué ha pasado?
-Tio, soy yo, Sam... Tu mejor amigo-dice preocupándose.
-Mmm... Como duele...
Me froto la cabeza y me pongo la bolsita de hielo en el golpe. No sé qué día es hoy pero si faltaba a trabajar el segundo día me iban a despedir.
-Tu madre llegará ahora a las 20 horas. Tranquilo por el trabajo, ya hemos avisado que estabas indispuesto-dice leyéndome la mente.
-¿Qué tal va lo de Margaret? ¿Hay noticias?
-Qué va, como antes. Seguimos investigando pero la cosa se está complicando más de lo que pensábamos-dice Sam rascándose la nuca.
Más tarde me incorporé de nuevo y bajé a la cocina. Tras la ventana, un sol naranja y grande se escondía por las montañas. Vi a mi madre preparar la cena y a mi hermana sentada en una silla jugando con su móvil al Clash Royale.
-¡Síí! Para mí otras tres coronas-grita emocionada.
-Hijo, ¿cómo estás cielo?-dice mi madre preocupada, dándose la vuelta por el susto que le dio Lili.
-Estoy bien. Me duele un poco pero estoy mejor. Tengo que explicarte muchas cosas, pero después de cenar mejor.
-Bueno, vale. Pero te lo tienes que comer todo-dice cogiendo un plato y sirviéndome alcachofas con jamón.
Muestro una cara de asco pero me lo empiezo a comer. Sam también se quedó a cenar pero a él le gustaban mucho y en cinco minutos se acabó la cena.
Al poco rato se marchó a su casa y me quedé ayudando a mi madre a recoger la mesa. Lili desafortunadamente también se fue al salón a ver la tele, no sin antes guiñarme un ojo para animarme.
-Mamá... Ahora que estamos solos... Podría contarte lo que pasó ayer. Tal vez no lo veas bien pero creo que no es tan grave como parece...
-No tienes que explicarme nada, ayer se muy bien lo que vi James, y también sé que no es bueno para ti.-dice cortante.
-Ya lo sé mamá, pero si al menos me dejases decirte lo que es en realidad podrías verlo con otros ojos-digo exasperado.
-¡No James! ¡Basta de estupideces, esos chicos a los que llamas tus amigos toman drogas, beben, fuman y más de uno ha sido arrestado por robo!-dice gritando y tirando un trapo de cocina al suelo.
-¡¡Ya lo sé!! ¡¡Quién te crees que les salvó el pellejo a todos!! ¡¡Yo!!-digo frustrado- Y si por algo aún sigo siendo su amigo es porque quiero y les quiero-digo más calmado- Y si no respetas eso, no me respetas a mi.
Subo a mi habitación, cierro de golpe la puerta y empiezo a llorar. Todo me pasa a mi; todo lo malo viene a mi.
Quizá mi sueño es una señal que me avisa para que cambie mi vida.
Apunto en un papel la palabra que me susurró mi compañero de celda e intento averiguar qué es. Inútilmente lo guardo en mi mochila de trabajo y la preparo para mañana.
Alguien llama a mi puerta y me hago el dormido.
-Ey tontorrón, soy yo, Lili. Sé que te has echo el dormido, pero tienes que ver esto. Ven a mi habitación en 30 segundos.-dice susurrando para que mamá no la oiga.-y ponte unos calzoncillos-añade como si tuviese rayos láser y pudiera ver que no los llevo encima.
Me acerco a su cama y me meto con ella en la cama. Nos tapamos con la sábana y la doy un beso de buenas noches.
-Espero que sea importante. Mañana trabajo y no me gustaría tener ojeras.
-No, tranquilo... Mira esto-dice enseñándome su móvil.
En la pantalla había un mensaje de Megan, la mejor amiga de Margaret. Estaba en rojo y mayúsculas pero al igual que en mi sueño, no podía descifrarlo.
WELJELAT ACTE PIAM, BALU BLUMTU WULILE X ZUCUTLUC MU BUDLAIC AZITELRU.

-He hablado con Megan y lo que me preocupa que ella tampoco lo entiende y no fue quien lo mandó.-dice haciendo que vuelva a la realidad.
-Tranquila, ya lo averiguaremos-digo inseguro.-Hoy me quedo contigo hermanita.
Me echa una mirada de reproche pero me abraza y se duerme al segundo.
Un mensaje de Mark me llega justo cuando empezaba a quedarme dormido.
Mark: WELJELAT ACTE PIAM, BALU BLUMTU WULILE X ZUCUTLUC MU BUDLAIC AZITELRU.
No entendía nada... Estaba muy confuso y cansado. Me quite los calzoncillos otra vez e intenté dormir de nuevo.
Sea quien fuese el que nos mandaba mensajes era un buen hacker y no estábamos preparados aún.

Antes que nada, dedico este capítulo a mi padre ya que hoy es su cumple. ¡¡Felicidades Papá!!