CAPITULO 2: El encuentro

48 1 0
                                    

Me levanté con dolor de cabeza, no había descansado lo suficiente. Estaba sola en casa, puesto que mis padres y mi hermano se habían ido a hacer algunas cosas. Me acordé de el mensaje. Me metí en WhatsApp y tenia varios mensajes. No los leí, y fui directamente a el chat con el numero desconocido. Estaba en linea y me digne de valor para escribir "¿quien eres?". Pasaron unos escasos segundos y ya me había contestado.

-Adivinalo.

Yo, un poco molesta le dije:

-No soy adivina a si que no tengo porque adivinar quien eres. Si te parece me lo dices, y si no te bloqueo y punto.

-No te piques anda, que esa sonrisa ahí siempre eh.- me respondió.

No se como, pero me hizo sonreír.

Estubimos un buen rato hablando. Parecía culto y educado, pero a veces sus comentarios me ofendían.

Pasaron cuatro días y yo no dejaba de hablar con aquel extraño personaje.

Me encantaba su forma de expresarse, de decirme las cosas. Todo el día pensaba en el, en quien podría ser. Creo que me gustaba. Al quinto día me armé de valor para decirle:

-Llevo estos últimos días hablando mucho contigo, me has hecho sentir muchas cosas y estoy todo el día pensando en quien podrías ser. Por favor, dime quien eres y me harás dejar de pensar en eso todo el día.

-Jajaja me encanta que pienses en mi preciosa, y por eso no te lo voy a decir.

-¿Nunca?-Pregunté un tanto preocupada.

-Algun día.

-No joder, yo quiero conocerte. ¿Quieres que me enfade?- Añadí ya un poco seria.

-Mira, ahora mismo estoy en la puerta de la tienda que han abierto nueva. Si quieres ven y me conocerás.- me propuso con un emoticono de una carita sonriente.

La tienda no pillaba muy lejos de mi casa, no perdería nada por ir. Si me estaba vacilando con irme a mi casa y no comentar nada a nadie sería suficiente. Acepte, y me empecé a arreglar.

- No tardes anda, que si no me aburro aquí solo.

Apenas 10 minutos pasaron y ya estaba saliendo de casa. Apresuré el paso, y ya a lo lejos divisaba la esquina de la tienda. Me acerqué mas y cuando estaba en la puerta no había nadie....Suponía que eso pasaría, pero me sentó mal, MUY MAL. Decidida, cogí en móvil para decirle cuatro cosas a aquel invecil. ¿En que estaría pensando? De repente el me envió un mensaje:

-Feita, a menos que te des la vuelta no me veras.

¿Me doy la vuelta? Detrás mía se encontraba la persona que mas feliz me había hecho en estos días. Por un momento me quedé paralizada.

Me dí la vuelta y allí vi a un chico, no le distinguía bien. Me acerque y....¡no puede ser! ¿Es quien yo creo que es?. Hay dios mio, no me lo esperaba para nada...

                    CONTINUARA...

Conicas de una adolescente corrienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora