Hola, me llamo Roseanne Park o como todos me llaman Rosé, soy esa típica chica tímida que siempre y en todas las clases permanece sentada atrás; y su grupo social es uno, aunque no lo crean y suene muy infantil mi único amigo es mi pequeño osito de peluche que mis padres me regalaron cuando era una pequeña niña, ya que me resulta aterrador hablar con las personas por el incidente que tuve de pequeña y por el cual nadie se me acerca.
Pero bueno todo empezó aquella mañana, esa mañana que todos los días vivía fría, abrumadora, en la cual siempre tenía la gran guerra en decidir si levantarme o seguir durmiendo, aunque ya sabía lo que pasaría si me quedaba dormida, así que decidí levantarme con una cara de culo, entré en el pequeño y triste baño que había en mi habitación.
Cuando salí del baño decidí ponerme una blusa de tiras blancas y un pantalón negro, unas zapatillas negras un saco gris, dos tallas más grande que yo.
Al bajar las escaleras mire a mi madre en la cocina, y a mi padre sentado en la barra leyendo el periódico y tomando una taza de café.
-Buenos días familia - dije mientras me sentaba junto a mi padre.
-Buenos días Rosé - me respondió mi padre con un gran beso en la frente.
-Buenos días cariño - me respondió mi madre con una sonrisa que no veía en su rostro desde hace una semana.
Cuando decidi pararme a servirme un vaso de agua, desvíe la mirada a mis padres que se murmuraban al odio cosas extrañas que no alcanze a escuchar, cuando tomé asiento frente a mis padres que tenían una sonrisa de oreja a oreja me sentí muy extraña porque no veía esas hermosas sonrisas desde que mi padre perdió su trabajo.
-¡Bueno hablen ya!, que me están asustando - les dije mientras comía ese delicioso desayuno que mi madre me hizo.
-Bueno Rosé, primero hoy no vas a ir al Instituto y segundo vamos a pasar tiempo en familia - dijo mi padre muy contento.
-Ajá, que les pasa a ustedes dos, están bien, no están enfermos - les dije mientras ponia una cara de susto porque era muy pero muy raro que me dijeran "Tiempo en familia".-Tranquila cariño, sólo queremos pasar un tiempo de cálida con nuestra hija - dijo mi padre tomando las llaves del auto y su abrigo.
Decidí hacer lo mismo que mis padres, tomé mis cosas corrí para tomar el asiento delantero del auto pero mi madre me gano en llegar y tomar el mejor asiento del auto.
UNAS HORAS DESPUÉS ....
Estaba sentada en el asiento trasero del auto, mire por la ventana y visualice un parque de diversiones muy lindo, eso me hizo recordar cuando mi osito de peluche llegó a mis manos, cuando lo tuve por primera vez.
Cuándo llegamos me alejé de mis padres corriendo y me dirigí hacia el puesto donde mi padre ganó mi osito de peluche, cuando mire ese lindo y pequeño puesto me llene de sentimientos y comencé a llorar como una niñita cuando le quitan su paleta.-Rosé porque saliste corriendo como una loca desquiciada - escuché la voz de mi madre un copo alterada - por que estas llorando mi niña bella - escuché a mi madre detrás de mi.
- Mami te acuerdes cuando vinimos por primera vez, después de ese fatal día - mira a mi madre con una cara perrito arrugado - cuando jugamos en ese puesto y papá gano a el Señor osito.
Vi a mi padre acercarse donde estabamos nosotras con una sonrisa y las boletas para juegos en los cuales me quería montar en todos menos en ese túnel del amor.
-Bueno por dónde empezamos señoritas - nos preguntó y vi a mi madre más emocionada que mi tía cuando ve un gato.
-Empezamos por la montaña rusa - a lo cual asistieron las dos.
Después de algunos juegos y de estar casi todo el día en el parque, mi padre dijo que donde deseábamos ir a comer y yo le respondí sin pensarlo dos veces, McDonald's.
-Otro lugar - mire a mis padre por el retrovisor del auto con una cara de quiero matarte si no vamos McDonald's.
-Vamos papá, hace tiempos que no vamos McDonald's, papi quiero revivir esos tiempos en los que salimos los tres - le dije.
-Pues no queda de otra - dijo mi padre tomando aire.
Cuando llegamos a McDonald's mi padre me dijo que quería que habláramos los tres de un tema muy importante, aunque no sé qué es más importante si de lo que quiere que hablemos o mi pancita que está gruñendo desde que salimos del parque y percibir el olor a algodón de azúcar.
-Bueno ya que estamos aquí sentados esperando a que nos traigan la comida, que era eso tan importante de lo que querías hablar papá - le dije mirándolo a los ojos.
-Lo que quiero que hablemos - mi padre tomó bastante aire - es que conseguí trabajo.
-Desde cuando que no me habías contado, ah señor - le dije con una gran sonrisa
-Pero el detalle es que el trabajo es en Seúl - mi padre miró al techo pensando en cómo le iba a contestar.
-Por Dios papá eso es muy bueno - mi padre me miró esperando que le respondiera algo diferente - por fin un nuevo ambiente, nueva gente, menos problemas en que pensar, empezar una nueva vida en Seúl sería lo máximo.
Después de tener esa larga charla, y de terminar de comer regresamos a casa y yo subí a mi habitación con una felicidad de saber que vamos a empezar una nueva vida, que voy a entrar en un nuevo Instituto, sin saber del incidente que tuvo la pequeña Rosé; saber que por fin voy a tener a alguien con quien hablar aparte del Señor Osito.
Toda esa bendita noche no pude dormir de lo feliz que estaba por lo que mi padre me dijo "Vamos a empezar una nueva vida", saber que voy a tener otra oportunidad de poder tener amigos, de sentir que alguien en realidad me apoya, aparte de mis padres.
Del aburrimiento de no poder dormir lo único que visualice en mi cuarto fue el televisor - vamos a ver qué divertido hay para ver a esta hora - encendí el televisor y comencé a pasar canales como si no hubiera un mañana, hasta que encontré una película que me llamó la atención.
Antes de que comenzara una película de suspenso llamada "No respires", baje por unos paquetes de palomitas, papas y unas gaseosas.
-No respire tan duro Rocky - mientras veía hablaba sola como una loca - vez te lo dije, no, pero es que no le haces caso carajo - mientras veía más la película escuche como la puerta de mi cuarto se abría y dejaba ver una gran mancha negra.
-Rosé mira la hora que haces despierta - mire como papá entraba a mi cuarto apagando el televisor.
-Papá, pero está en el mejor momento de la película - dije prendiendo otra vez el televisor.
-Bueno, pero no te acuestes tan tarde y por favor bájale volumen y deja de gritar - dijo mientras cerraba la puerta.
Bueno papi - respondí con un puño de palomitas en la boca.
Cuando se acabó la película y algunos programas vi la hora en mi teléfono y eran aproximadamente las 4:30 am.
Mierda - fue lo primero que se me vino a la mente después de votar todos los paquetes y envases al suelo, por fin podré dormir.
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Un sueño hecho realidad
FanfictionTodos dicen que los sueños son una mentira, que son caprichos que se forma en nuestra mente por medio de alucinaciones, yo era una de esas personas que no creía en los sueños, pensaba que era una pérdida De tiempo, hasta que algo pasó...