Cuando me levanté mire la hora, me asusté y salí saltando de la cama y entrando como flash al cuarto de baño, me quite el pijama y entre a la ducha, para luego salir y coger lo primero que viera en mi armario, por la simple razón de que voy una hora tarde al Instituto, bajé las escaleras de dos en dos, entré a la cocina saludando a mis padres tomando un vaso de avena y una manzana.
- ¿Rosé por qué no te sientas a desayunar? - escuché la voz de madre mientras cogía la mochila y el abrigo.
-Mamá llevo una hora de retraso - respondí a su pregunta entrando otra vez a la cocina.
-Hija, tu no vas a regresar a las clases - dijo mi padre mientras bajaba el periódico y me miraba a los ojos.
- ¿De que estas hablando? - dije mientras miraba a mi madre confundida.
-Como escuchaste cariño - respondió mi madre tomando mi mano para después ayudarme a sentar.
-Ok, pero quiero una explicación con lujo y detalles - dije acomodando mi mochila y mi teléfono en la mesa.
-Cariño algo que se me olvido decirte ayer mientras cenábamos, es que nos vamos el sábado - escuche a mi padre con tanta atención que me quede pensando cómo iba a organizar mi habitación.
-Rosé, rosé - mi madre gritó he hizo que saliera de mi burbuja creativa.
Mientras mis padres hablaban, yo entre otra vez a mi hermosa burbuja creativa, empecé a imaginar el cuarto pensé en donde estaría puesta la cama, las estanterías de libros y películas, el televisor con el Blu-Ray y la consola de videojuegos, mi tocador y mi escritorio, me decidí que está vez el estilo de mi cuarto sería tumblr.
-Ahhh perdón, que decías - dije moviendo la cabeza de lado a lado.
- ¿En qué piensas mi amor? - dijo mi madre curiosa.
-Mami estaba en mi burbuja creativa - respondí a su pregunta e hice la misma cara curiosa de mi madre.
Terminamos de desayunar y mi padre se fue a su ruta de ejercicio mientras que mamá salió con unas amigas ya que iban a ir comprar un regalo para su jefe por su cumpleaños, cuando se fueron subí a mi cuarto y puse música a todo volumen para así poder organizar el desorden que había, cuando entre me acosté en la cama a pensar que las mañanas no volverían hacer frías y abrumadoras, que llegaba otra vez la felicidad que había tenido mucho antes, que nos vamos de esta ciudad y vamos a llegar a otro lugar con más oportunidades para que mis padres cumplan sus sueños ya que se los arrebataron, para ver si en mi casa podía pronunciar, leer, escuchar y aprender más de esa famosa palabra que en el lugar donde vivo es una abominación pronunciarla.
-Sueños - salió de mi boca la palabra prohibida.
Desde los 8 años en mi casa no se volvía a pronunciar por algunos problemas que tuvieron mis padres para lograr sus sueños, me acordé cuando nos sentábamos los cuatro "cuando digo cuatro es porque también estaba el señor osito" y me quedaba dormida escuchando cómo iban progresando mis padres para poder lograr esos sueños.
Escuché que mi puerta se abría y dejaba ver a mi padre con una cara de enfadado - porque dijiste esa palabra y todo lo que hablábamos cuando eras niña - me paré asustada y le pedí perdón por lo que dije - perdón papi - fue lo único que pude decir, pensaba que estaba sola en casa, pero por lo que veo ese pequeño sueño duró más de lo que esperaba.
-Mami - grite para poder decirle que me acompañara a el centro comercial.
-Dime Rosé - mi madre me respondió el gritó.
-Ven por favor - dije mientras hacía caras extrañas en el espejo.
-Dime que pasa - Mamá llegó con una cara de disgusto por hacerla salir de la tina.
-Mami, mañana me puedes acompañar al centro comercial para comprarle algo a papá por su nuevo trabajo - dije dándole besos en la cara.
-Bueno cariño - miré como se retiraba otra vez para poder entrar en la tina y seguir tomando su baño relajante.
Después de haber hablado con mamá me dispuse a arreglar el cuarto que me tomó una hora, para después caer rendida en la cama, estaba tan cansada que siquiera baje a cenar, y lo único que escuche antes de quedarme dormida fue las palabras de mi madre llamándome para ir a cenar.
Al día siguiente sonó la alarma de mi teléfono a las 5:00 am que por desgracia no la había quitado.
-Maldita alarma, cállate - Fue lo que salió de mi boca buscando por toda la mesa de noche, el pinche celular, cuando lo encontré ya se había callado, pero sin pensarlo dos veces abrí mis ojos y quite de inmediato la alarma del teléfono.
Eran las 10 de la mañana cuando escuche gritar a mi madre.
Rosé no piensas ir al centro comercial - abrí mis ojos, puse el cojín que tenía tirado en el suelo encima de mi cara y grité para que nadie me escuchara.
-ROSÉ - escuché otra vez gritar a mi madre.
-Mamá ya voy - dije sentándome en la cama restregando mis ojos me paré y entré en el baño y tomé una corta ducha.
-Que me pongo hoy - miré el armario y luego saqué un pantalón que tenía rotos por todas las piernas, una camisa blanca grande y suelta y unas zapatillas blancas.
Me vestí y baje las escaleras, entré en la cocina y tome mi desayuno mientras mi madre miraba su reloj.
-Rosé come más rápido - dijo moviendo el pie derecho.
-Mamá tenemos todo el día, por favor déjame desayunar tranquila - dije mientras seguía comiendo con esa paciencia que mi
madre no tenía.-Mira después que me arrepienta no me digas nada, porque será tarde, escuchaste - gritó mi madre mientras subí las escaleras.
-Bueno, bueno - le grite devuelta desde la cocina.
Las próximas horas estuvimos visitando tienda por tienda, hasta que encontré un lindo bolso que mi padre hace mucho tiempo quería, cuando volvimos a casa escondí el regalo, para luego subir a mi cuarto y empezar hacer una serie de pista y dejarlas en distintos lugares de la casa para que pudiera encontrar el regalo.
-Llegue - gritó mi padre entrando a la cocina dejando las compras y encontrando la primera pista.
Después de encontrar todas las pistas llegó a un pequeño lugar del patio de atrás donde están los regalos en una mesita, un pequeño pastel y un cartel de felicitaciones.
-Gracias - fue lo que escuche mientras se acercaba más y más - muchas gracias - volvió a salir de su boca.
-No hay que agradecer nada - Dice mi madre dándole un gran beso - tú lo has dado todo por nosotras esto lo mínimo que podemos darte por tantas horas de sacrificio - le digo mientras le daba un gran abrazo.
El resto del día pasamos tiempo los tres cocinando, mirando la televisión y jugando algunos juegos de mesa que teníamos guardados, después de algunas horas, subí a mi habitación cambiando la ropa que tenía puesta por un pijama y bajando para desearles buenas noches, porque ellos se iban a quedar viendo un rato más películas.
-Buenas noches - les dije mientras les daba un beso en la mejilla a cada uno.
-Buenas noches cariño - me respondieron los dos.
Subí a mi habitación y me dispuse a abrir la Laptop para mirar qué nuevo había en YouTube pero no había nada, así que la apagué y me acosté a dormir.
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Hola, espero que les guste esta nueva parte de esta linda historia. Espero que comenten y me ayuden a mejorarla. Voten por esta historia. Los quiero mucho.♡
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Un sueño hecho realidad
FanfictionTodos dicen que los sueños son una mentira, que son caprichos que se forma en nuestra mente por medio de alucinaciones, yo era una de esas personas que no creía en los sueños, pensaba que era una pérdida De tiempo, hasta que algo pasó...