Pase la mayor parte de mi vida junto a mi hermana gemela, siempre recibiendo su apoyo y su aliento, pero desde aquel horrible día todo había cambiado.
Mabel había comenzado a salir con un chico nuevo en el colegio, se acababa de mudar a la ciudad y era un completo forastero. Supe que a Mabel le había gustado de inmediato por la forma en que ella me lo describía siempre, el cómo brillaban sus ojos de una forma bella y el cómo su voz se iba tornando poco a poco más melosa.
Yo no estaba en contra de su enamoramiento, de hecho estaba feliz por ella, ya que hacía apenas unos cuantos meses ella salía con un chico que la dejo plantada fuera de un bar, solo por estar con una de las porristas de la escuela. Mabel lloro por una semana completa por aquel imbécil.
Todo parecía ir bien con aquel nuevo chico, lo había invitado a casa unas cuantas veces y hasta se lo había presentado a mis padres el día de acción de gracias. Pero llego aquel día, aquel día en que Mabel no regreso a casa...
Ella había salido como todos los viernes con sus amigas a alguna fiesta local, Candy y Grenda dijeron que ella había salido de la fiesta de repente y que se había ido con un chico, al cual no habían alcanzado a distinguir por completo.
Pasaron semanas para que los perros de la policía hayan podido encontrar el cuerpo de mi dulce hermana en el fondo de un barranco.
Estaba desnuda, con rastros de golpes y cortadas en todas partes de su cuerpo, sus partes íntimas estaban heridas por dentro y por fuera, como si la hubieran violado con un cuchillo. Tenía restos de excrementos suyos en su estómago, y donde debería estar sus ojos, se encontraban restos de orina y de otros fluidos corporales. Sus dedos de los pies tampoco estaban donde deberían estar, ya que estos se encontraban alojados dentro de su útero, el cual, estaba totalmente rasgado.
Mis tíos y yo fuimos aquella madrugada a la fría morgue para identificar los restos de mi hermana.
Fui el único que no lloro por ella.
La policía estuvo buscando algún culpable de aquella horrible atrocidad, los sospechosos iban y venían, desde sus mejores amigas, hasta su ex novio. Pero solo hubo uno que nunca fue desechado de aquella lista. El ultimo chico del cual Mabel estuvo enamorada, Bill Cipher, el chico forastero del pueblo.
Mis tíos lo comenzaron a odiar profundamente al no poder tener suficientes pruebas para meterlo en la cárcel, ya que se sabía que su familia tenía dinero y que estos compraron al juez para no culparlo. Así que yo tome la decisión de vengar a mi dulce hermana.
Comencé a seguirlo a todas partes, ponía atención en cada cosa que hacía y decía, deje de asistir a la escuela y tan solo me concentraba en el gran deseo de venganza que crecía cada vez más en mi pecho.
Pasaron varios meses sin obtener ninguna pista, haciendo que mi desesperación creciera a cada día que pasaba.
La podía ver en cada espejo, en cada fotografía, en cada color, en cada cosa que me recordara directamente a ella, hasta tal punto en volverme loco, ya que sabía que su fantasma me acosaba en busca de su asesino, en busca de su descanso
Sin previo aviso, había pasado un año de su muerte, mis tíos estaban totalmente destrozados. El pueblo volvió a llorar la perdida de Mabel.
Aquella mañana del aniversario de la muerte de mi hermana me encontraba desesperado. Estaba harto de todo y de todos, tan solo quería encontrar al culpable para hacer que su presencia me dejara en paz, para que ella y yo podamos descansar en paz de una vez por todas.
Había ido a ver su habitación, esta seguía intacta, ya que mi tío Stan no había querido deshacerse de sus cosas todavía. Me senté sobre su distendida cama y observe el entorno de manera melancólica.
Pude escuchar como la puerta principal era abierta y el como el motor del auto era encendido, sabía que mis tíos iban al cementerio, a visitar la tumba de mi hermana, me encontraba solo en casa.
Baje hasta la cocina y busque entre los cajones un cuchillo, iba a prepararme algo de comer y a obligarme a pasármelo, ya que llevaba días sin probar bocado alguno.
En cuanto tuve el mango del cuchillo en mis manos, unos recuerdos fugases pasaron por mi mente, la cabellera rubia de Bill, sus manos sujetando mis mejillas, los gritos desgarradores de Mabel y mis manos manchadas de un rojo carmín.
Solté el cuchillo de inmediato y caí al suelo, cubriéndome la cara con las manos, la entrada trasera de la cocina fue abierta, sentí sus manos envolviéndome en un cálido abrazo.
-Lo vez Dipper, el asesino siempre estuvo frente a tus narices... - Mire sus manos, putrefactas rodeando mi torso, su aliento de muerto me pegaba directo en la nuca, provocando que mi piel se erizara. - Siempre quisiste lo que yo tuve, lo tuviste a él, pero eso no lleno tu satisfacción...
Más imágenes aparecieron, Mabel desnuda frente a mí, Bill sacándole los ojos, más alaridos de mi hermana y yo cortando sus dedos con un cuchillo al fuego vivo.
-Pero no fuiste lo suficiente valiente hermanito, te acobardaste en el último minuto y huiste del lugar, Bill está enojado contigo DipDop...
Bill arriba de mí, el calor de una habitación desconocida, gemidos, el plan de la muerte de Mabel, un automóvil moviéndose a toda velocidad por la ciudad, Mabel dormida sobre mi hombro...
-Es hora de que ambos descansemos en paz Mason.
Lo último que logre ver fue la esquelética cara de Mabel, sin ojos, sin vida, con una tétrica sonrisa adornando su espantoso ser. Sus manos esqueléticas atravesaron mi garganta sin ningún esfuerzo, la sangre corrió libremente de mi cuerpo, dejando una colorida mancha carmín sobre el suelo blanco de la cocina.
Sin siquiera dudarlo, supe que estaba muerto, muerto por culpa de mis celos, de un amor imposible con un chico, muerto por su culpa y por mi culpa....
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Recuerdos. (BillDip One Shots)
FanfictionTener mil vidas juntos, mil oportunidades de ser felices. En cada universo de buscaré y tratare de hacerte feliz. Mi pequeño Pino