Recuerdos. (BillDip One Shots)

Bestia

Recuerdo con exactitud el maldito día en que lo conocí.

El me observaba a lo lejos, me sentía demasiado nervioso ante eso y creaba una gran ansiedad en mi, haciendo que me volviera mas torpe de lo que ya era.

Aquella tarde hacia frió, era finales de octubre y el gélido aire de otoño me hacia tiritar los dientes Y provoco que el gorro que usaba saliera volando.

El vino a mi rescate y me lo entrego, el calor de sus manos fue demasiado reconfortante para mi al igual que su voz de terciopelo al decirme su nombre.

- Mi nombre es Bill. 

Aquella sonrisa fue el principio de todos mis jodidos problemas.

Comenzamos tiempo después una relación, todo iba realmente bien, todo parecía un cuento de hadas, pero la realidad era otra, ya que detrás de la mascara de Príncipe que tenia Bill, existía un terrible demonio que haría gritar a cualquiera en sus pesadillas.

De la noche a la mañana el comenzó a ser posesivo conmigo, odiaba que hablara con mis amigos o con mi hermana gemela, simplemente poco a poco comenzó a alejarme de la gente que me rodeaba, hasta que el fue la única persona con la que compartía mi día a día.

Me gritaba por cualquier cosa, aunque nunca se atrevió a dañarme físicamente, pero el daño psicológico era demasiado para mi, caí en una depresión tan profunda por su culpa.

Me hizo creer que nadie me iba a querer, que el iba a ser el único ser que me amaría ya que yo era extraño y que por eso la gente me tenia asco, Bill me hizo creer que yo era un monstruo cuando en realidad el lo era.

El día en que llegue a mi limite fue cuando Mabel vino un día de otoño a visitarme para saber como encontraba.

Bill se enfureció, fue la primera vez que vi la hermosura en el horror. Sus ojos eran tan fríos y sin alma, parecían los ojos de un depredador.

Intento golpearla, pero el frío aire de octubre me dio el valor de hacerle frente a mi peor pesadilla.

Lo empuje y con mi cuerpo protegi a mi hermana, el solamente se rio y me dijo lo patético que me veía, comenzó a burlarse de mi y a insultarme.

Sin esperarlo demasiado, como si de una estrella fugaz se tratase, Mabel salto sobre el, y comenzó a ahogarlo.

Vi la furia en el rostro de mi bella hermana, sentí las lágrimas de soledad y miedo correr por mis mejillas, tenía ganas de gritarle que parara que mataría a la única persona que realmente me amaba.

Vi el rostro desfigurado de Bill, el cual luchaba por respirar.  Parecía una bestia.

Ahí fue donde realmente comprendí todo...

El único monstruo aquí era aquel rubio que tanto me había prometido, que tanto me había mentido.

Al poco rato llego la policía y fue cuando realmente me sentí libre, mi hermana y yo estábamos sentados bajo la luz de la luna, sintiendo el frío aire del otoño.