CAPITULO 1

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En el Santuario Meiji Jingu hace 800 años atrás una joven Sacerdotisa cuyo poder era muy singular. Ella podía ver el destino de las personas, pero no el de ella misma lo cual le causa una gran angustia ¿que acaso moriría igual que su hermana a temprana edad, o moriría como su madre que al darla a luz murió en el parto? Ella se imaginaba una vida llena de felicidad junto a su persona especial. Pero el destino le tendría otra cosa prepara un romance inesperado y un tanto sobrenatural.
"El Destino es incierto no más imposible"
Un día como cualquier otro la pequeña, pero poderosa sacerdotisa, vio algo que le llamo la atención a la orilla de las escaleras del templo familiar era una especie de hombre con unas orejas y cola de zorro. La pobre se acercó con temor al "hombre" podría ser que estuviera disfrazado para tomarle el pelo, pero lo que vio la dejo totalmente impactada aparte de tener orejas y colas de zorro, no solo una si no que nueve colas, también tenía unos grandes colmillos, sin demorarse mucho vio que estaba mal herido, el pobre estaba lleno de sangre al parecer venia escapando de algo y no encontró mejor refugio que aquel templo en el cual se encontraba ella barriendo la entrada como era ya costumbre.
Sin demorarse mucho y con su pequeño cuerpo trato de mover al "Hombre" hasta la parte trasera en la cual estaba su hogar, en donde se encargaría de cuidarlo el tiempo que fuese necesario para que después se marchara hacia su destino, el cual le traería grandes sorpresas he inimaginables sentimientos que ni ella conocía.
El tiempo paso rápido, ella se divertía hablando con el joven mientras este se recuperaba. Ella comenzaba a experimentar sentimientos que nunca antes había sentido tal vez era ¿Felicidad? ¿Amor? Tal vez, ni ella lo entendía bien.
El tiempo paso tan rápido que el "joven" ya se había curado, había llegado el momento de decir adiós.... A lo cual ella se negaba.
- ¿Es necesario que te vayas? -Pregunto la pelinaranja con su mirada puesta en el suelo.
- Si, es necesario. No quiero causarte problemas, después de todo yo soy solo un espíritu sin dueño, no quiero que tu vivas amarrada a mi hasta el día que mueras...-Se despidió el castaño llevándose consigo un melocotón. -No te prometo nada, puedo volver a visitarte, así podre comer más de estos melocotones.
La joven sin darse cuenta estaba derramando sus primeras lagrimas desde la muerte de su hermana, se juró no volver a derramas sus lágrimas. Dándose cuenta de que en todo lo que estuvo el jamás le pregunto su nombre.
-Espera, antes de que te marches ¿Me puedes decir tu nombre? -Le pidió la pequeña chica sonrojada.
-Bella Dama, Mi nombre es mi vida si usted lo llegase a saber yo me convertiría en vuestro sirviente, no es que yo no quiera. Pero lo hago por su bienestar, merece una vida larga y prospera junto a una persona que pueda hacerla feliz, pero conmigo usted no podrá ser nunca feliz.
-No me importa, de cualquier manera, no puedo saber mi destino ni siquiera puedo saber cuándo he de morir. -Le confeso la chica con una mirada decidida, a la cual el castaño no pudo negarle decirle su verdadero nombre.
-Dazai Osamu, el espíritu Kitsune que perdió su santuario, ya que mi último dueño ha muerto, el cual no tiene más descendencia. Fui maldecido por eso me puedes ver, puesto que no soy tu familiar. A todo esto, ¿Por qué no tienes familiar en tu templo? -Pregunto el zorro quien sin saberlo pasaría el pasaría hacer su familiar.
-Bueno, creo que ya me dijiste tu nombre. Bienvenido al Santuario Meiji Jingu, desde ahora eres mi Familiar espero nos llevemos bien y me ayudes en lo que haga falta. -Termino de decirle la pelinaranja.
-Oye, aun no me dices tu nombre. -Cuestiono el castaño.
-Mi nombre es Chuuya Nakahara, estoy a cargo del Santuario Meiji Jingu desde el año pasado. -Respondió la chica inocente, sin saber que desde ese momento el destino los uniría.

La Sacerdotisa y El Espiritu Zorro TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora