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«Qué juego tan perverso por jugar, para hacerme sentir de esta manera. Qué cosa tan perversa por hacer, para dejarme soñar contigo. Qué cosa tan perversa que decir, que nunca te sentiste de esta manera. Qué cosa tan perversa qué haces, para hacerme soñar contigo. »

—Chris Isaak- Wicked Game

Bella se quedó en la sala de estar, encendió el antiguo estéreo de Carlisle con una dulce melodía clásica y se sentó a leer una novela de ciencia ficción.

—Belly Boo, creí que te habías ido a casar.—Emmett entró a la casa.

El peli-negro estaba con el torso totalmente descubierto y colocó un hacha al lado de la puerta de entrada.

Para Bella fue imposible no mirar todos sus atributos.

—No, no, no, claro que no.—Bella se puso un poco nerviosa.—Llegué hace como diez minutos del centro comercial. Alice y Renesmee se fueron a pescar copos de nieve.—

—¿Y ahora lees Bella? Ah, que aburrido.—Emmett se sentó junto a Bella.

—¡Me gusta leer! Es interesante, Em.—contestó Bella, defendiendo su amor por la lectura.—¿Y tú qué hacías?—preguntó la castaña observando su abdomen bien formado.

—Estaba cortando algunos troncos, pensaba hacer nuevos estantes para Carlisle.—contestó Emmett.

—Se nota, estás lleno de madera.—Bella sacudió los residuos de madera que Emmett tenía en sus hombros.

Acto seguido, Bella se dejó llevar por la suavidad de su piel, y sin darse cuenta, comenzó a acariciarlo.

Temptation. I «Emmett X Bella»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora