Perdernos en el amor.

Papá

Todo lo bueno tiene su final.

Papá ha sido secuestrado junto a Michonne por el hombre a quién llaman "El Gobernador".

Era un maldito rehén.

-¿Que haremos?- dice Maggie.

Ella y yo estábamos nerviosas a lo que pudiera pasar, siempre he sido una fuente de optimismo pero en este momento no quedaba nada de positividad en mí.

-Papá volverá- le digo dandole tranquilidad.

Afuera de la prisión se oyó un gran estruendo, una explosión.

-Toma- me da una arma -Ahora vamos- dice corriendo. Trato de perseguirla, esto no me gusta.

Una muralla de alambres era lo que nos separaba al grupo de ese hombre, del Gobernador.

Él le da un ultimátum a Rick, abandonar la prisión o moriremos todos; para esto utiliza a mi padre y Michonne como rehenes.

-Bajen sus armas y serán uno de nosotros- les dice Rick -Todos hemos hecho cosas horribles para sobrevivir, pero lo podemos cambiar, nadie tiene que morir- les dice.

El gobernador baja lentamente la katana del cuello de mi padre.

-Mentiroso- susurra.

Maggie grita, yo gritó.

-¡Papá!- nuestras lagrimas comienzan a salir al ver como estaba siendo decapitado.

Agarro mi arma y comienzo a disparar.

Papá cae al suelo, veo que en un intento desesperado intenta escapar mal herido pero él Gobernador lo agarra y le da otro corto hasta separar su cabeza de su cuerpo.

Las lágrimas y los gritos eran sin cesar.

Nuestro rival derrumba la valla, nuestro hogar queda derrumbado. Adiós tranquilidad.

Me tiemblan tanto las manos que no se a donde disparo.

-No tengo munición- le gritó a Maggie.

-Corre al autobús- dice mientras dispara -Yo te cubro- grita.

Sin mirar atrás comienzo a correr, ella me sigue.

Al llegar al autobus, al lado hay una explosión -Tengo que ir por Glenn- dice mi hermana.

-Ire contigo- no la dejaría.

Niega -Quedate en el autobús y arrancalo- me ordena.

-¿Que pasa sino vuelves?- le pregunto llorando.

-Te vas- dice agitada.

-No me ire sin ti- me rehuso a dejarla.

-Beth- dice -Sube al autobús, es tu misión- me deja su arma -Todos tenemos una- y corre.

Comienzo a encargarme de mi misión, subo a todos los sobrevivientes que puedo.

-Quédense aquí- les digo.

-¿A donde vas?- dice una sobreviviente afroamericana.

-A buscar a mi hermana- respondo.

Corro por todos los sitios que me sean posible pero nada, no la encuentro.

La prisión comienza a infectarse de caminantes.

Veo una cara reconocida, Daryl esta parado frente a un cuerpo.

-Debemos subir a los niños al autobús- le digo.

-Debemos irnos- y corre.

Sin dudarlo lo sigo dejando atrás lo que llamaba hogar.