Mi hermosa mujer.

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La lluvia ha parado, el rocío en las plantas es verdaderamente hermoso, los insectos caminar y beber sobre ella también lo son.

-Debemos continuar- dijo Rick parándose del césped húmedo, a lo que asenti.

En ese trayecto del tiempo en la que la lluvia seguía como baldes de agua, Rick se había puesto distante conmigo desde que negué el beso, no volvimos a hablar ni a mirarnos, me solté de él puesto a que yo no estaría siendo abrazada por un hombre al cual quiero mucho pero ya tiene otra pareja, otro amor que lo espera en la prisión.

El intentó sosegar la situación con un simple disculpas, pero no bastó. Intentó ayudarme pero no lo dejé, mientras que tuviéramos una línea de distancia las tentaciones a abrazarlo o quizás sentir su afecto serían nulas. Él debía sentir mi frialdad como yo la suya.

Anduvimos por el bosque durante toda la mañana sin descanso alguno hasta divisar la cabaña en donde se encontraba Zach y Daryl. Cuando ellos se dieron cuenta de nosotros, Zach fue corriendo hacia mi elevandome unos cuantos metros del suelo mientras que Daryl al verme solo asintió con la cabeza y se dio media vuelta.

-No sabes cuán preocupado estaba- dijo Zach abrazandome fuertemente.

-Yo estaba asustada- dije acurrucando mi cabeza en su pecho.

Después de eso, seguimos nuestro camino hacia la prisión en un incómodo silencio. Rick era el que encabezaba seguido por Daryl para finalmente ser Zach y yo.

-¿En donde estuviste?- me preguntó Zach, siguiendo mis pasos.

-En el bosque había un hombre llamado Bill, con él permanecí- respondí avanzando más calmada-mente.

-¿Te hizo algo?- me dijo con un tono más serio

-No, es una buena persona- expresé.

-Las buenas personas no sobreviven- habló Daryl inesperadamente.

-Callaté- pedí.

Cuando llegamos a la prisión, los primeros que me recibieron fueron papá y Maggie, quienes lloraban desconsoladamente ante mi presencia; huir fue una mala idea.

-¿Por qué lo hiciste Bethy?- pregunto mi padre llorando.

-No importa porque lo hizo, lo importante es que esta con nosotros- expresó mi hermana con los ojos vidriosos.

-Perdón- me disculpé, no me gusta ver a mi única familia así por mi culpa.

-No lo vuelvas hacer- pidió mi papá a lo que asentí -Tenemos muchas cosas que hablar y esto lo que pasó merece una sanción- terminó de hablar para luego abrazarme muy fuertemente.

-Solo fue un día, yo también te quiero papá- dije dándole un beso en la mejilla para luego irme con Maggie adentro de la prisión.
Cuando llegamos al pabellón A, todos me recibieron con un fuerte abrazo a excepción de Andrea que parecía disgustada ante mi presencia.

-¡Beth!- exclamó Carl viniendo hacia mi junto a Judith.

-Como te he extrañe pequeña- dije cargando a Judith en mis brazos.

Todos en la prisión me recibieron en abrazos y risas, se sentía bien volver a demostrar emociones aparte de la ira, enojo, desesperación, preocupación. Regresé a mi celda junto a Maggie, quien me preguntaría por mi escape con Zach.

-¿Y bien?- me pregunto Magg apenas llegamos a la celda.

-Estoy exhausta- dije queriendo retrasar el tema de conversacón.

Perdernos en el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora