Hay un sinfín de razones por las cuales a Karla le disgusta no encontrar las cosas. Pero la más sencilla es, que cuando verdaderamente las necesita, no las encuentra incluso en un lugar tan pequeño como lo es su apartamento. En este caso, un libro se había convertido en su martirio del día. No es como que ella guste mucho de leer como para tener muchos de ellos, encontrarlo debería suponer una tarea bastante sencilla y aun así, no aparece por ningún lado. Ha buscado en cada rincón de cada habitación sin ningún resultado. Dante no tardaría en llegar y ella no tendría una forma concreta de explicarle lo que era su trabajo. Normalmente esto no le preocuparía. Sin embargo, ya perdió un compañero una vez por un error tan pequeño como no instruirle que los REN9 (Residuo o Residente Energético Nivel 9) podían arrancarle la cabeza como una cereza y su tallo. Pero no cabe en tanta desesperación y le es imposible recordar donde lo dejo. Una vez lo olvido en una banca cerca de una escuela primaria y una niña lo encontró y lo tuvo por un mes hasta que sus padres le ordenaron devolverlo. Aparentemente "la nueva orden" tiene una recluta de aproximadamente nueve años de edad deambulando las calles de la ciudad sin saber lo que hizo, gracias a los descuidos de Karla.
Finalmente, se dio por vencida y decidió echarse en el piso de la habitación. Mirando fijamente al techo esperando que él tuviera la respuesta. Cuando escucho que la puerta del apartamento se abrió y detuvo su concentración.
— ¿hola? ¿sigues viva?— pregunto dante hacia todo su alrededor.
— No ¿Puedes callarte un segundo? Trato de recordar algo —
— Bien. Avísame cuando termines. —
Dante avanzo hasta el sillón que estaba en medio de la sala y contemplo la botella vacía de whisky que le había llevado el día anterior por la mañana, coloco su mochila junto al sillón y saco de ella un libro que comenzó a leer mientras esperaba. Mientras tanto en la habitación, Karla permanecía tirada en el suelo, relajada, con los ojos cerrados y sus extremidades extendidas intentando recordar, donde estaba el maldito libro.
Había esperado en el auto mirando por la ventana a la gente pasar durante una hora hasta que dante llego. Empezaba a quedarse dormida cuando lo vio cruzar la puerta misma por donde los representantes de su agencia o "la nueva orden", habían entrado para negociar la reparación de los daños al establecimiento por parte del enfrentamiento entre Karla y el "residente" que ahí se había manifestado. Para su suerte habían sido daños menores en comparación a otras ocasiones. Pero el hecho de haber actuado en estado de ebriedad le generaría un problema extra a su agitada madrugada. Pero eso es algo que a ella no le molesta, sabe que bajo el efecto de una bebida, es más efectiva.
— ¿Ya me vas a explicar que fue lo que paso? ¿o hay algún tipo de regla que te lo impida?— dijo dante en tono bastante arrogante.
— Lo que paso, fue que casi fuiste asesinado de no ser porque yo aparecí. De nada— respondió Karla con voz aflojerada
— Me debes una explicación. Solo estoy exigiéndola —
— A mira, no lo había notado. — exclamo ella con sarcasmo — oye ¿Por qué conduces tan rápido? Me estoy mareando—
— Ni si quiera ha arrancado el auto...— respondió dante con el ceño fruncido expresando confusión. — ¿segura que te sientes bien?
— Oye ¿ya viste al hombre de la gabardina negra que está ahí mirándome? Se ve bien macabro—
— Si lo veo, pero seguro te ve por qué le asombra el nivel de ebriedad en el que estas—
— Claro que no. Como voy a estar ebria si mi botella se terminó hace dos horas y... —se detuvo mientras se miraba las runas de las manos que brillaban como si se estuvieran quemando — oye.... Si estoy ebria — dijo en tono balbuceante para luego carcajearse de forma torpe característico de una persona ebria
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Energy
Science FictionKarla es una mujer con problemas de bebida cuyo trabajo es bastante extraño, atrapar entes enérgicos que se manifiestan de forma agresiva en lugares públicos muy concurridos. Es así como conoce a dante, un joven cuya habilidad natural es detectar a...