Energy

Capitulo 4 Un lugar oscuro

Apenas llegaron al lugar al que Karla tenía que llegar, dante comenzó a tener unas nauseas incontenibles que lo obligaron a regurgitar en el primer rincón que encontró. Todo ahí era oscuridad y humedad, un callejón abandonado y sin iluminación a excepción de la poca luz que salía por las ventanas de los edificios que lo rodeaban. Había un par de basureros y un grupo de gatos que salía huyendo del lugar con la llegada de Karla y dante. En aquel callejón había una vieja alcantarilla por la cual los gatos escaparon de la escena rumbo a las cloacas de la ciudad, un lugar de mala muerte donde muchos desahuciados encontraban un hogar, siempre y cuando estuviera lejos de las estaciones y túneles del metro de la ciudad. Ahí abajo podías encontrar muchas cosas entre drogas, armas, comida, dulces pasados de moda que ahora seguro valían millones para aquellos que degustaban de ellos en su tiempo. Hasta asesinos profesionales. Personas con experiencia y sin miedo a asesinar a cualquiera. Personas que lo perdieron todo y ahora solo pueden ganarse la vida haciendo lo único para lo que son buenos. Incluso había guías que estaban dispuestos a llevarte por un camino seguro para que no te extraviaras en aquel lugar tan enorme que tenía secciones abandonadas desde hacía años. Para mala suerte de dante, la alcantarilla conectaba con uno de los lugares más profundos y olvidados de la alcantarilla. La oscuridad no era un lugar al que dante estuviera muy acostumbrado, aún tenía que dormir con una luz de noche en su habitación. Había superado poco a poco sus temores y de vez en cuando la quitaba para demostrarse a sí mismo que ya no tenía miedo. Pero aun así estaba acostumbrado a aferrarse a una luz en la oscuridad.

—es normal, ya te acostumbraras. — dijo Karla mientras tomaba su rumbo a la alcantarilla

— ¿a qué, ser empujado por alguien a un lugar extraño? ¿O a vomitar por ello?— respondió dante aun tratando de recuperar el aliento.

—tomando en cuenta que recorrimos una enorme distancia en un periodo de tiempo relativamente corto, tu estomago debe haber sufrido efectos secundarios del viaje. Eres de esos que se marean al viajar en autobús o en barco, por eso el efecto. —

— ¿relativamente corto? ¿Me vas a explicar cómo nos trajiste hasta aquí o esperaras que lo lea en algún libro?—

—es una larga historia, preferiría dejarla para luego—

Ambos bajaron por la alcantarilla. Un conducto oscuro que hacía a dante ponerse tan nervioso, que agudizo todos y cada uno de sus sentidos. Sus ojos comenzaban a ver levemente a través de la oscuridad, sus oídos escuchaban le eco del mas mínimo ruido en esa alcantarilla en un amplio rango de distancia desde el sonido de sus pies en la escalera, la respiración de Karla y las gotas que caían por las filtraciones en el techo. Podía sentir el frio de los barrotes de la escalera con tanta intensidad que los hacia parecer barras de hielo seco, su nariz podía oler una incuantificable cantidad de olores diferentes pero su gusto solo identificaba un desagradable olor que hacía que la boca le diera señales de que estaba tragando mierda cada vez que respiraba. Ignorando que en él había un sentido extra, comenzó a sentir un extraño escalofrió que le recorría la espalda de arriba hacia abajo.

Ahí abajo todo era oscuridad, humedad y charcos de agua por todos lados. Cuando llegaron al final de la escalera, Karla avanzo hacia otra que parecía ser mucho más profunda. Durante todo el camino hacia abajo, dante continuo sintiendo el mismo escalofrió que le recorría la espalda. Se sentía como si un cubo de hielo te recorriera la espalda desde la nuca hasta las plantas de los pies. Al llegar al fondo la sensación cambio. Era como si una enorme magneto lo estuviera atrayendo hacia él, los escalofríos comenzaron a actuar de forma extraña, pues esta vez se detenían en un punto medio y comenzaban a avanzar hacia su lado izquierdo.