♪//Capitulo I//♪

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3 de Septiembre del 2017

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"..Chico de las notas.."


Una pequeña niña de hebras negras y ojos carmesi se encontraba sentada en la camilla de un hospital, se pasaba los días viendo a través de la ventana, ¿el hecho? No podía salir de aquella habitación, nadie iba a verla, además ¿A quién podría esperar?, si no tiene a nadie.

Como siempre su atención a la ventana, al despertar después de varios días en coma su vida dio un vuelco total.

Aunque había algo que siempre la irritaba constantemente y eso era, su compañero de habitación. Todas las noches sin falta la luz se quedaba encendida y ella no podía pegar el ojo ¿Qué era lo que hacía?, solo Dios sabía.

Un pequeño niño de grandes pestañas, tez blanca, un pequeño lunar debajo de su ojo izquierdo, sus orbes de color turquesa y sin duda temperamental.

...

Dios, ¿Cuánto más dejara esa maldita luz prendida? 

Bajó de la camilla y caminó hacia su "Compañero", tomó la cortina y la deslizó para poder verlo. Él se encontraba sentado,  un niño de grandes pestañas y algo pequeño.

Ups, creo que, lo asusté


—¿Qué.. qué quieres?.

Preguntó con duda mientras lo miraba, una pequeña libreta yacía en sus piernas, mi vista se enfocó en una hoja que se encontraba casi por el pie de la cama, la tomé para mirarla de arriba hacia abajo y subir nuevamente mi vista al chico.

—Apaga la luz, es muy fastidioso.

Dejé la hoja más cerca de él.

—Escribes canciones, ¿eso es lo que siempre haces? ¿componer?.

Él fruncio el ceño.

—Eso a ti que te importa.

Protestó molesto para luego tomar la hoja que hace unos segundo tenía guardandola en la libreta.

—La verdad nada, Tch. Pestañas.

Me giré para luego caminar de regreso a mi camilla.

—¡No me llames así!.

Gritó enfadado para luego seguir componiendo.

Yo solo subí, me acosté y cerré mi cortina.

..

Ya era de día pero, como siempre seguía aburrida en estas cuatro paredes de mi habitación.

La puerta de la habitación se abrió dejando ver a una señora. Ella siempre venía a ver al niño, su hijo.

Se acercó a él con el ceño fruncido mientras tomaba aquella libreta de notas para enseñarla en alto.

—Pero, ¡¿Qué es esto?!

Gritó de manera fuerte.

—Mamá, yo solo...

La expresión de miedo surco sus ojos mientras veía a su madre.

Miraba de reojo la situación, de seguro ni siquiera se había dado cuenta de que también estaba aquí.

—¡¿Cuántas veces te eh dicho que no me gusta esto?! ¡¿Acaso no me entiendes?!.

Otro grito más y el niño empezó a soltar lágrimas.

La mujer tomó toda la libreta y empezó a romper las hojas, abrí mis ojos un tanto sorprendida, tomé aquel pequeño tubo de mi brazo y lo saque para poder bajarme de la camilla, caminando hasta donde ellos se encontraban.

—¡No! ¡no mamá!.

Se acercó y botó todo al tacho de basura, se colocó de manera derecha acercándose a él mientras levantaba la mano. No dudé más y corrí colocandome en medio de ambos. El golpe nunca llegó a él; yo lo evite antes.

—Señora, esto es un hospital, y si va a seguir gritando le sugiero que salga a tomar aire.

Sostuve su muñeca para luego soltarla. Ella me miró de mala manera, chasqueo la lengua para luego salir dando un portazo.

Me giré y me acerque al niño.

— Oye, ¿estás bien?

Pregunté acariciando su mejilla.

—No, mi mamá, ella nunca me va a entender.

Sequé sus lagrimas para luego sonreír.

—Tranquilo, todo esta bien.

Ante aquél acto él se empezó a poner demasiado rojo. Tomé su mano y lo guíe a su cama, regresé hacia el bote de basura para sacar toda la libreta de notas y volver donde antes.

—Estan rotas, pero las pegaré, verás que ni siquiera lo notarás, se verá como nuevo.

—Gracias.

Su rostro estaba cada vez más y más rojo.

—Eh... acaso, ¿estás con fiebre?, ¿debo llamar a la enfermera?.

—No, no te vayas. Gracias por ayudarme.

Él tomo mi mano.

—No es nada chico de las notas, me gustan tus composiciones, por eso las pegaré.

Giré mi vista a las notas.

—Yo no soy "chico de las notas".

Él llevo su mano a sus labios para evitar que viera su sonrisa.

—¿Ah no?.

Dije con duda.

—No, soy Yuzuriha, Kanade Yuzuriha pero sólo dime Yuzu.

Él sonrió y me extendió su mano.

—Yo soy  _____, Yoshida _____  un gusto.

Estreché su mano.

— No, _____ mejor te llamare "Ami"

—¿Por qué?.

—Tus ojos son rojos.

Él respondió mientras me observaba.

—¿Pero no sería "Aka"?.

—No, tus ojos me recuerdan a un corazón, eso significa amor, como decía mi padre. Sería "Ai" pero mejor "Ami".

Solo sonreí.

—Gracias Yuzu.

Aún recuerdo que todos los miércoles sin excepción lo ayudaba a salir del hospital, ¿por qué?. Para que se pudiera encontrar con su voz, con "Alice". Entre amigos nos ayudamos y eso fué lo que yo hice.

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13 de Abril del 2018

Nota de autor:

Estaré resubiendo los capítulos, esperó puedan disfrutarlo aunque me llevará un tiempo, pero espero que lo disfruten. Esta es mi primera historia sobre el anime "Fukumenkei Noise" así que quiero que se pueda leer de mejor manera.

叫び"SAKEBI"叫び(Fukumenkei Noise)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora