叫び"SAKEBI"叫び(Fukumenkei Noise)

♪//Capitulo XX//♪

16 de Enero del 2018

-

"Mi único método para escapar de la realidad, es a través de la música"

Al acabar el día, sin darme cuenta había pasado demasiado rápido, por lo cuál decidimos acompañarnos hasta la estación de trenes.

—Vamos Alice, te acompañare a tomar el tren de regreso.

Habló hacia Nino, todos giraron a verlos, vaya, llaman mucho la atención.

—Avancemos, o no tomaremos el nuestro.

Momo tomó mi mano, sin duda a él no le gusta ver eso, tanto como a mi, ya es demasiado incómodo.

—Pero,... no esperaremos a Yuzu, después de todo vivimos en la misma calle.

—Bueno el tiene pies, ya vendrá solito.

Habló Shio para luego girarse sobre sus talones eh ir por el pasillo hacia nuestro tren.

—Tiene razón, vamos hace demasiado frío y te puedes enfermar.

Momo me jaló para poder caminar a la par, y esperar en la fila del regreso al tren.

—Pero..

Al girarme de nuevo a la misma dirección, Yuzu se encontraba mirándome, ya luego tuve que volver a girar mi vista y agachar la mirada.

...

Al salir del tren nos encontrábamos caminando por las oscuras calles, el mar se veía hermoso, no se como explicalo con palabras.

La brisa chocaba en mi rostro, los pequeños escalofrios subieron por mi espalda a causa del frío.

—Bueno, la siguiente canción estoy por terminarla, espero .. Te guste.

Momo me miró.

—Me gustan mucho las canciones que escribes y no solo por la melodía siento, algo especial cuando las canto.

—A mi me gusta mucho como cantas imouto.

Sin previo se acercó a mi para abrazarme.

—Shio que te eh dicho del contacto.

—Que me quieres mucho y adoras mis abrazos.

Shio me sujetó mas fuerte, yo solo rodee los ojos.

—Sueltala, sabes que no le gusta.

Momo se acomodó sus lentes.

—Moo~ Callate Emo.

—Shio...¡Ya sueltame!.

Me giré y tome sus mejillas para apretarlas.

—¡No hagas eso!, ¡¡Duele!!.

Se quejó mientras aun lo jalaba.

—Eso te ganas por no hacerme caso.

Lo solté y metí mis manos en los bolsillos, Por el contrario Shio empezó a presionar sus mejillas.

—Que mala.

—Eso te ganas.

—Tu no opines.

Shio lo amenazó con su puño en alto mientras Momo solo miraba a otro lado.

Dios estos chicos son únicos.

—¡Ami!.

Un grito capto mi atención, al girarme Yuzu venia detrás de nosotros, me detuve para poder esperarlo.