叫び"SAKEBI"叫び(Fukumenkei Noise)

♪//Capitulo VI//♪

12 de Septiembre del 2017

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"La música puede curar un corazón roto ..pero no puede revivir uno que ya esta muerto.."

La alarma del teléfono terminó con mi agradable sueño despertandome al instante, con molestia me giré en la cama para poder tomarlo de la mesita y así apagarlo, el cansancio casi evitaba que pudiera levantarme, pero si no lo hacía era muy probable que terminara por llegar tarde a clases, así que con el enorme esfuerzo sobre humano me senté en la orilla de la cama, observando el lindo color de mi zapato y exactamente porque tenía esa forma, la forma de un zapato.

── No quiero ir a la escuela.

Me estire en la cama y luego de una rascadita de nacha me levanté para ir al baño, tomaría una ducha rápida y luego bajaría lista para tomar el desayuno con mi hermano antes de ir a la escuela.

Cuando terminé de hacer lo propuesto, ya me hallaba escaleras abajo con una toalla en la cabeza terminando de secar mi cabello.

── Buenos días, pequeña hermana mía.

── Buenos días, tonto hermano mayor.

Saludé tomando asiento, sabía que ese apodo le molestaría, pero ni pude evitarlo, así que para evitar cualquier otra cosa lleve una tostada a mi boca.

── Que mala eres conmigo.

── Gracias por el desayuno.

Mencioné mientras bebía de mi café, por la parte de Shio el optó por sentarse y así acompañarme a comer antes de irnos a estudiar.

── No olvides que este fin de semana es tu turno de cocinar.

── Lo sé, lo sé, pero termina de comer porque debemos irnos, se nos hará tarde.

Comimos un poco apresurados y al acabar llevamos los platos al fregadero para poder lavarlos, dejándolo ello limpio antes de ir al instituto. Hecho ello, tomamos nuestras cosas y salimos de casa.

── Oh, cierto, dame un momento ahora regreso.

── ¿Que fue lo que te olvidaste?

Corrí nuevamente a la casa y fui directo a la cocina, abrí una de las puerta de la alacena y tomé un par de dulces de chocolate para meterlos a mi bolsillo, luego de eso salí cerrando la puerta y regrese con Shio.

── Esos dulces, se te caerán los dientes y terminarás como una abuela con dientes postizos.

── No digas estupideces.

── Tiene razón, no lo digas.

Ante una voz extra giré mi rostro topandome con la imagen de Yuzu al lado de un buzón, ¿que hacía por esta área?

── ¿Yuzu?

── Buenos días, Ami. Te estaba esperando, es hora de irnos o llegaremos tarde.

── Buenos días, mocoso.

Parecia que Shio aún no estaba del todo acostumbrado a ver a Yuzu seguido, así que su molestia era muy transparente.

── Bien, hora de irnos.