El aburrimiento se apoderaba de Edd. En estos momentos su único pensamiento era "¿dónde están esas divertidas aventuras que vivía con sus amigos casi a diario?" Y, aunque no sabía la respuesta, sabía que necesitaba hacer algo o el aburrimiento lo mataría.
Así que el castaño tomó la decisión de salir a caminar y, de paso, comprar Coca-Cola. Al no haber apuro, caminó tranquilo, sin un camino en específico, enfocándose en respirar y mirar le reposición de algunas tiendas por las que pasaba casi todos los días, acercándose a su objetivo.
Mirando hacia su izquierda, se encontraba un parque que poco a poco prendía las luces de sus faros, marcando el inicio de la oscuridad. Con un sentimiento nostálgico, caminó hacia allí y se sentó en un banco mientras pensaba qué se le hacía tan familiar de ese lugar.
Bastante pronto, un recuerdo se le había caído al de verde, ese era el parque a unas cuadras de su antigua casa, con los chicos pasaban por aquí seguido, pero nunca se adentraron a este. Así, pensó en esa que había sobrevivido a tantos desastres causados por él y sus amigos, aunque también por su alrededor. Uno de los lugares que más feliz lo hizo y que tan rápido se había desvanecido.
Con un gran peso en su pecho, Edd aún se preguntaba por qué Tord había hecho eso, por qué los traicionó de esa manera. Uno de sus mejores amigos, casi un hermano, destruyó su origen de recuerdos felices y aventuras alocadas.
Ahí fue cuando decidió pasar por la casa donde tantos recuerdos fueron destruidos, en donde ni siquiera quedaba la esperanza de que algo sea encontrado.
El castaño estaba decepcionado pero en verdad había extrañado a Tord. Antes de que volviera, extrañaba escucharlo, verlo y vivir aún más aventuras todos juntos, y ese sentimiento seguía vigente hasta que el de rojo le dejó de escribir tantos años atrás. Aún así, Edd recordaba sólo los recuerdos felices que vivieron con el noruego, por eso se había alegrado tanto de volverlo a ver antes del incidente.
Luego de varios minutos caminando y algunas cuadras recorridas, Edd llegó a su antigua casa, donde no quedaba nada excepto algunos escombros. No encontraba una razón para quedarse ahí pero decidió adentrarse entre los restos de su antigua casa, actividad que realizaría ya por tercera vez en los últimos meses.
Con solo estar allí recordó como era todo antes. Su sillón, su televisión, la cocina y sus habitaciones. Recordaba vividamente una foto colgada en la pared de él, Matt, Tom y, en una esquina, Tord que al parecer había sido echado por el de sudadera azul. Todos se encontraban juntos, y lágrimas se empezaron a formar en los ojos de Edd.
Tord estaba caminando hacia la colina en la que fue rescatado luego de la explosión de su mecánico invento. Se sentó en la cima y miró al lugar donde se encontraba su antigua casa y la que hoy por hoy sigue trayendole recuerdos, aunque no sean más que escombros.
Su actual yo no le permite sentirse emocional aún en esta situación, esto como resultado de sus años de entrenamiento, tanto físico, psicológico y emocional. Al ver su antiguo hogar no puede realmente sentir nada.
Es increíble que la última vez que estuvo allí, no solo todo su cuerpo estaba completo, sino que también fue recibido con brazos abiertos, o los que esperaba que estarían abiertos. Ahora, eso parecía imposible, aunque tampoco tenía muchas ganas de volver a esos tiempos.
Mientras analizaba su situación, vio que un una persona vestida de verde se acercaba a la destruida vivienda, su motivo era desconocido. Siendo su hogar en algún momento, Tord podría dispararle desde su lugar, irse antes de que alguien se enterara y, si por alguna razón lo encontraban, podría decir que fue defensa personal, ¡de chiste!
Pero tomando la situación en serio, ese alguien le causaba un sentimiento de familiaridad, como si lo conociera. Aún así, decidió solo mirarlo y averiguar qué quería.
Con el tiempo, Tord se dio cuenta que ese probablemente no era cualquier extraño, sino que era Edd, su antiguo amigo, a quien consideraba su casi hermano, obviamente antes del incidente, antes de que él arruinara su vida y la de su grupo de amigos.
Lo pensó y lo volvió a pensar. No valía la pena, él era un verdadero monstruo, no sentía tristeza ni remordimiento por lo ya hecho, nunca lo hizo, pero había algo que lo tenía curioso ya por mucho tiempo.
Durante su estadía con los demás, Tord vivió todo tipo de aventuras de carácter literalmente extraordinario. Una vez que se fue para llevar a cabo sus proyectos, se dio cuentas de que estas situaciones solo pasaban alrededor de Edd y en ningún otro lugar del mundo. No solo eso, sino que, cuando acompañaba en esos momentos, descubrió que su grupo de amigos eran los que mejor salían al final, no necesariamente sin lastimarse.
Él sabía que sus acciones no tenían perdón, que merecía ser torturado en el Infierno, por siempre en sufrimiento o algo así. Sabía que Edd nunca volvería a confiar en él, pero, aún así, no podía mentir y decir que no tenía un plan para cuando se volvieran a encontrar... como podría ser ahora.
Impulsivamente, decidió poner tal plan en marcha. Igualmente sus expectativas eran nulas, por lo que si no iba acorde a lo que él había ideado, tampoco habría mucho problema.
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Just for You | TordEdd
FanfictionLuego de que su casa haya sido destruida, Edd y sus amigos por fin empezaron a encontrar algo de normalidad en su vida... tal vez demasiada normalidad. Buenas noticias para Edd, alguien aparecería que cambiaría el ambiente un poco, aunque, pensánd...