Segunda parte

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Es condición imperativa hablar de su carácter, personalidad, cualidades, características, virtudes y defectos que además les pertenecen naturalmente, comienzo por comentarles que a Panchita y Félix les encanta la buena comida hasta se podría afirmar que son casi vegetarianos, pues comen granos frescos y tiernos especialmente maíz, arvejas y brócoli, frutas como papaya, mango, kiwi y granadilla entre otras de postre acostumbran queso con bocadillo, almíbar y jugo de papaya. Pero eso si cada uno con su carácter y personalidad, podríamos afirmar que ellos están juntos pero no revueltos, ellos son totalmente diferentes en sus decisiones cotidianas, ambos salvados de las alturas porque sin saber cómo, ni por qué, un día por accidente cayeron de nuestro cuarto piso al vacío, no sabemos si como consecuencia de nuestra irresponsabilidad o de la curiosidad de ellos, episodios que no son gratos recordar primero por la altura de donde cayeron y segundo donde cayeron, una placa de cemento ubicada en el primer piso.

Pero eso no es todo, les gusta la buena vida dormitan durante horas totalmente relajados patas arriba escuchando música clásica todo el tiempo, no puedo decir que sean cultos pero les encanta ese tipo de música.

Ellos tienen escasos cinco y seis meses de vida, pero en este lapso de tiempo nos han enseñado principios y valores que nosotros los humanos tardamos mucho más tiempo en aprender y aplicar, son líderes en la solidaridad, vive el uno para el otro para apoyarlo en lo necesario la solidaridad es intrínseco en ellos.

Sus nombres son simples y sencillos, me parece que así se les trasmite mayor identidad y seguridad, evitando recrear con sus nombres seres extraños, que no encarnan la esencia de los gatos, y que al contrario de ser nombres a mi parecer son más bien apodos, costumbre muy usual y entendible en los humanos pero no en los gatos.

Definitivamente dominan con solvencia y mucha confianza la noche, podríamos decir que el escenario favorito es la noche la aprovechan para ejecutar las distintas actividades naturales de un felino; como es el jugar a que cazan una presa imaginaria corretear y transmitirse los secretos y curiosidades, el día lo utilizan para dormir y contar sus pilosidades, en el caso de "Félix" pasa largas jornadas deleitándose con la cola sintiendo el néctar de la vida para luego proseguir con las piernas.

Otra de sus obsesiones es perseguir sombras e insectos, no toleran las moscas, "Félix" obsesivamente marca y protege su territorio, incluso cuando llego del trabajo lo primero que hago es saludarlos y cuchichearlos, él instintivamente se levanta en las dos patas y hace que me incline, posa sus manos sobre mi cabeza y comienza el ritual de caricias y lamidos en agradecimiento por el regreso a casa, ella "Panchita" observa con curiosidad el gesto y espera con paciencia el turno para ejecutar su acto de manera distinta, saltando a los hombros luego se estira a lo largo de estos y procede a acariciarme y lamerme por largo rato en muestra de confianza y aceptación de los lazos de unión y fraternidad existentes.

Hoy me pregunto y trato de comprender por qué los Egipcios los consideraron Dioses, la explicación a la que llego por raciocinio corriente es por lo impredecibles que son, uno nunca sabe que quieren, que sienten, que les gusta o no, en fin son los seres vivos más indescifrables y como consecuencia indomables, hecho que no sucede con especies como los paquidermos que por su tamaño pensaría uno que son imposibles de domar, de adiestrar pero la experiencia nos muestra una situación distinta son obedientes y dóciles. En la India son explotados por los humanos como herramienta de trabajo pesado y transporte, qué decir del León considerado el rey de la selva, de su aspecto, su melena y su corpulencia nos intimida nos aterroriza pero la experiencia nos muestra que efectivamente los obligan a recibir órdenes y que además los someten a hacer acrobacias, igual conclusión se puede predicar de los leopardos, los tigres etc. Me atrevo a pensar que existen muy contadas especies que no son objeto de doma y mucho menos de adiestramiento, dentro de las que se puede contar a los gatos, condición que los hace acreedores del merecido reconocimiento hecho por los egipcios son verdaderos Dioses.

Ahora bien, en razón a su condición de impredecibles los podemos catalogar de ángeles o demonios bajo la óptica de mi madre son verdaderos demonios, no reciben ningún tipo de beneplácito de parte de ella, si comprendemos que ella creció y vive en una sociedad llena de prejuicios, de tormentos producto de la categorización del bien y del mal, sin la oportunidad de rebatir o contradecir, es decir en una sociedad mezquina y egoísta y por demás machista; categorías que poco a poco han sido fortalecidas en los discursos de dogma de fe. Cuando hoy colegimos que esas categorías cumplen un fin social, como justificación de la permanente tragedia humana, la marginalidad, el atropello, el abandono y aún más el maltrato del ser, donde podríamos concluir coloquialmente que la vida no vale nada y es vista como mercancía de compra y venta y no como esencia; entonces que decir de las otras especies entre comillas inferiores, en la que se encuentran los felinos quienes no tienen ningún tipo de discurso o ejercicio aprendido y mucho menos una contra respuesta a los arbitrarios e injustos juicios, los que podemos comparar con los que se ejecutaron para justificar la persecución y exterminio del "aquelarre" dirigido y ejecutado por quienes equivocadamente predicaban tener la verdad absoluta en aquellas épocas remotas, del medio evo, exterminio que se consumó con la inquisición y los juicios errados de Dios. 

Mis gatos y yoWhere stories live. Discover now