Tercera parte

21 0 0
                                    



Quiero señalar que este juicio equivocado que los prejuzga y declara como aliados del mal o como seres en permanente tormento y sufrimiento como aliados de lucifer si son de color negro, no solo proviene de mi madre sino de miles y millones de mortales que así califican a los gatos.

O Será entonces que son ángeles, por naturaleza son ordenados, disciplinados, leales, solidarios, independientes, perseverantes, decididos, pacientes esas virtudes son esenciales por naturaleza, cuanto daríamos algunos humanos por poseer algunas de esas virtudes de las que adolecemos muchos, las cuales en nuestra existencia adoptamos por el contrario en nuestro diario vivir somos desleales, fanfarrones, estridentes, mentirosos, egoístas, ruidosos, ofensivos, indiferentes, envidiosos, individualistas es decir humanos no felinos.

El silencio de los felinos es más elocuente que la palabra, no piden excusas ellos la brindan con su comportamiento, jamás rompen ni desconocen las reglas ni las rutinas y mucho menos hacen peripecias equivocados para resaltar o llamar la atención; estas condiciones son adoptadas a la inversa en nuestro diario comportamiento absurdamente, a donde la razón la mayoría de veces es circunstancia del interés, la avaricia, la ignorancia y la corrupción, el conocimiento, la destreza y la sabiduría son puestas a merced de la corrupción, comportamiento equivocado del hombre embaucador rey de la sociedad superflua y frívola de hoy, quien desconociendo su fin esencial niega la ley universal de que llegamos sin nada y nos vamos sin nada pero tercamente creemos que llegando sin nada nos podemos llevar todo, mientras los gatitos llegan sin nada y se van sin nada dejando un rastro imborrable en la mente de quienes compartimos la vida con ellos.

Plática que no he tenido con mi padre, no sé si por falta de argumento o por creer que él piensa igual que yo, que los gatos son ejemplo de libertad ya que su vida está fundada en el orden y la disciplina presupuestos fundamentales y básicos en los cuarteles donde pasó su corta juventud; además que los humanos se auto califican seres superiores, calificación equivocada, extrema y enfermiza convertida en vanidad irracional. Convicción a la que llegue respecto de lo que pueda pensar mi padre de los gatos.

Ahora bien, Para observar fijamente y calcular el ataque silencioso de manera certera son pacientes y serenos, solo por curiosidad o sobrevivencia jamás con el propósito de causar daño o lesión a algo o a alguien, en ocasiones somos víctimas de ellos por desconocer su comportamiento y condición felina.

El tema toma cuerpo si de Paola se trata, ella siente un especial afecto por los gatos, su condición de mujer tierna y delicada hace que los trate y consienta con especial esmero, el cuidado al observar su pelaje es frecuente y dedicado, pasan horas matutinas y vespertinas, ellos haciéndole masajes en el vientre a ella y ella peinándoles el pelo y recortándoles las uñas, haciendo comentarios sobre cómo se han comportado, haciéndoles recomendaciones y ellos respondiendo con maullidos bajos de aceptación. Me pregunto, cuando observo esa conmovedora escena, como es posible que dos especies tan distintas puedan lograr esos lazos de comprensión y entendimiento, son un trio verdaderamente envidiable pero a la vez admirable, por lo que expresan y permiten percibir, es decir un verdadero cuadro de confianza, ternura y respeto, el cual no es frecuente conseguir desinteresadamente en nosotros los humanos, quienes siempre o casi siempre esperamos algo a cambio de quien recibe un favor o una consideración, no me refiero a la caridad, porque la desconocemos por completo y aún más la confundimos con la dádiva, pero resulta que no es así, la caridad no es otra cosa que el sentir y vivir la necesidad del otro, sin esperar nada a cambio o contra prestación, ella la aplica.


Mis gatos y yoWhere stories live. Discover now