[LEER NOTA AL FINAL DEL CAPÍTULO - 8 DE ABRIL DE 2020]
Los lunes no se encontraban entre el repertorio de días favoritos de Akaashi Keiji. Y mucho menos, si recibía un mensaje con la palabra "urgente" en mayúsculas, negrita, itálicas y subrayada y cuya remitente, era su hermana. Ahora debería estar entrando en un aula en la que impartirían clases de Sociología de la Salud; pero en su lugar, estaba cogiendo un tren a Edogawa.
Admirando la pantalla iluminada, desvió su vista del teléfono y la dirigió su atención a la voz que anunciaban la llegada del tren a la estación.
Recorriendo las calles del barrio residencial donde habitaban su hermana y su cuñado, comenzó a darle vueltas al motivo por el cual su hermana requería su presencia con tanto apuro. Sus gemelos comenzaban a dar tirones debido al ritmo que había cogido. Aunque hasta el primer año de universidad estuvo jugando como colocador en el equipo de voleibol de su facultad, el sedentarismo al que se había habituado con tantas horas de estudio le comenzaba a pasar factura.
Akane sabía de antemano que interrumpir a Keiji en horas de estudio, era para situaciones de gran importancia. Y así, barajando opciones, Akaashi llegó a la conclusión más razonable de todas; la boda de Akane.
La pareja había hecho pública la noticia tres semanas atrás. Su madre no cabía en sí de la felicidad, y sus tías, ya estaban realizando arreglos al traje que vestiría el día esperado. Él había asimilado la noticia con facilidad, y les había dedicado a ambos unas palabras de felicitación. Aunque mostrar sus emociones no era uno de sus puntos fuertes, no podía evitar sentir felicidad al ver a su hermana mayor tan entusiasmada.
El 17 de abril era la fecha señalada. Y aunque todavía el frío invernal se negaba a marchar, sabía que pronto llegaría marzo cargado de estrés y con ello, mucho calor para toda la familia.
Akaashi paró cuando llegó a la casa donde residía su hermana. Sin necesidad de tocar la puerta, una figura femenina se precipitó sobre él y lo arrastró hacia el interior. El olor a velas aromáticas inundó sus fosas nasales del muchacho a medida que se acercaban a la sala de estar.
La joven empujó a su hermano bruscamente hacia el sofá, haciendo que se sentara automáticamente. Tomando asiento a su lado rápidamente, tomó las delgadas y grandes manos de Keiji entre las suyas, entrelazando sus dedos a continuación. Clavó sus ojos marrones en los verdes del joven.
— En primer lugar, siento interrumpir tu tiempo de estudio, sé cuán importante es para ti. Pero tengo que pedirte un favor y no estoy dispuesta a escuchar un no por respuesta. — Las palabras tan directas de su hermana causaron que Akaashi comenzase a pestañear incrédulo.
— Buenas tardes para ti también, Akane— Tomando una gran bocanada de aire, se retiró del agarre de su hermana suavemente y comenzó a retirar la bufanda de cuadros que abrigaba su cuello—.¿Reiji-san aún no ha regresado del trabajo? —preguntó el muchacho con la intención de minimizar la tensión que desprendían las pupilas de su hermana. Conocía a Akane como la palma de su mano, y era su faceta dramática, la que más estudiada tenía.
—No, aún no ha vuelto— Akane comenzó a jugar con el dobladillo de su falda de forma nerviosa. De repente, su vista se dirigó a Akaashi con preocupación —. Keiji, en la boda, necesito que bailes el primer vals conmigo.
Si el rostro del joven no tuviese una serie de expresiones limitadas, podría haber fijado una mueca de gran sorpresa. En cambio, tosió un poco y aclaró su voz.
— ¿Acabo de oír una petición de bailar un vals en tu propia boda? —río y la miró con incredulidad —. Podría contar con los dedos de una mano las veces que he bailado, y encima me hablas de un baile con nombre europeo.
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EL OCTAVO VALS | BOKUAKA | HAIKYUU!!
FanfictionAkaashi tiene que ayudar a su hermana. Bokuto tiene que ligar en la boda de su amigo. Ambos tienen que acudir a un casamiento. Ninguno sabe coordinar sus pies. Pero qué bien bailan sus almas. diecinueve/deagosto/dedosmildiecisiete - ? Marta. 2020.