Capítulo 2 ("Un beso que cambió todo")

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Previamente

Los chicos se fueron del escenario para dejarnos a mí y a Ruggero, perdón, Luna y Matteo, a sellar nuestro amor. La música se apagó y siento todas las miradas de los chicos y de los coreógrafos puestas en nosotros. Ruggero cada vez se acerca más a mí para decir el diálogo que repetimos tantas veces y el que hoy, estoy segura, no me lo voy a acordar.

Narra Karol

Estaba nerviosa, muy nerviosa, sabía que no había escapatoria y que tenía que besarlo. Pero cuando lo miré, me sonrió y ví en sus ojos una paz y una sensación de tranquilidad que sólo él solía transmitirme. Entonces me animé a mí misma y pensé que tengo que disfrutar del beso, que no hay que importarme lo que digan los demás, lo importante era imaginarme que solo estábamos nosotros dos. Así que cuando por fin llegó el gran momento, puse mis manos en su cintura, cerré mis ojos y lo besé. Él acariciaba mi cara, mientras yo lo apretaba más fuerte, deseando que este momento nunca terminara. Nuestros labios encajaban a la perfección y poco a poco el tono fue subiendo, porque ni me dí cuenta cuando los chicos gritaron que pararamos, diciendo que nos estábamos besando por más de treinta segundos. Nos separamos de golpe, mirandonos a los ojos sutilmente, mientras yo trataba de no ponerme roja como un tomate. Y de repente realicé que él se atrevió a besarme así, que él tomó la iniciativa, pero...por qué? Empecé a sentirme mal, confundida y sin saber cómo actuar...huí sin dirección alguna.

Detrás de mí se escuchaban unos pasos. Decidí ignorarlos y seguir caminando, hasta que llegué a un parque que jamás había visto y me senté en un banco, llorando. Ahora como iba a darle la cara a Ruggero después de ese beso demasiado apasionado, seguro ya se dió cuenta de todo lo que siento por él, pero no tuve tiempo ni de limpiar mis lágrimas, qué delante mío estaba la razón de todos mis pensamientos en ese momento.

- Hola... - me dijo con angustia en su voz.

- Hey... - le dije tratando de disimular que me encontraba bien.

- ¿Qué te pasó? ¿Por qué huiste? - me preguntó mirándome fijamente, intimidandome más.

- No me pasó nada, sólo necesitaba tomar un poco de aire. - le mentí.

- A mí no me mientas. Decíme...qué es lo que realmente te pasa? - me preguntó tomando mi mano - ¿Es por el beso? - y entonces fue donde decidí que los dos necesitamos hablar sobre todo lo qué pasó.

- ¿Quieres saber la verdad? - solté mi mano de su mano - Sí, estoy así por culpa del beso. ¿Ruggero, qué pasó realmente con ese beso? Porque de ninguna manera podemos decir que fue un beso Disney.

- La verdad es que yo tampoco lo sé - dijo mirando hacia el suelo - Cuando ví que te acercabas más y más a mí, me dí cuenta que te veías muy linda y no sé, te miré a los ojos y te besé. Después ya no me pude controlar y me perdí, lo siento.

- No es totalmente tu culpa - lo interrumpí - porque yo también me dejé llevar y te correspondí, así que ambos somos culpables. Pero sigo sin entender porque lo hiciste - le dije más confundida que antes - Ruggero, se supone que tienes novia y que yo soy tu mejor amiga o....¿Sientes algo más por mí? - le pregunté decidida de terminar de una vez por todas con este jueguito.

Pero cómo la suerte no está de mi lado, llegó Vale y nos interrumpió justo antes de que él me respondiera. Maldecí con voz baja, pensando como matarla por llegar en un momento tan inoportuno, mientras Ruggero ya se estaba yendo, diciendo que es mejor dejar esta charla para la próxima vez que nos encontremos.

- ¿Qué te pasó? ¿Dónde andabas? Todos estábamos muy preocupados por vos. ¿Qué hablaste con Ruggero? - empezó a preguntarme alterada sin darme tiempo de conterstarle.

- Primero, respira y segundo, gracias por llegar en el momento menos indicado y por interrumpirnos. - le dije muy furiosa, porque de verdad no sé cuando tendré otra oportunidad de aclarar todo con él.

- Bueno disculpáme por estar preocupada por mi amiga y pensar en su bienestar. Si estás enojada, no te descargues conmigo. Mejor me voy, adiós! - me dijo alejandose de mí, mientras yo empecé a caminar más rápido para alcanzarla.

- Pará, tienes toda la razón, perdón. Es qué me siento muy mal. Ese beso me confundió más de lo que ya estaba y cuando nos interrumpiste yo le había preguntando si siente algo por mí y si por eso me besó de esa forma.. - le dije aguantando mis ganas de llorar otra vez.

- Tranquila, yo también me apuré enojandome con vos. Pero mejor vamonos al edificio para cambiarnos porque ya nos tenemos que ir y es mejor que nadie oiga lo que hablemos. Vení - me dijo abrazándome, mientras yo trataba de tranquilizarme.

Gracias a Dios que Ruggero ya se había ido y que en el vestuario sólo estaban Kati y Caro, que me dijeron que se alegran de que me siento mejor y que el beso fue muy lindo, aunque para la próxima intentemos que dure más poco y que sea más tranquilo.
Después de que nos cambiamos, Valentina y yo nos fuimos también y cómo ya no tuve ganas de hacer nada más, le dije que me dejara en mi casa, sabiendo que mi mamá no estaba. Tal vez así podía despejar mi mente y dormir un rato...

Pero por supuesto que no pude descansar porque no dejo de analizar todo lo qué pasó hoy. Y si pienso que cuando me desperté pensé que iba a ser un muy lindo día y al parecer que todo salió al revés. No me puedo sacar de la mente el beso, el ensayo, Ruggero, cómo me saludó esta mañana tan alegre. Ahora me siento más raro qué nunca, porque reconozco que, desgraciadamente, me encantó el beso, aunque nos pasamos y todos nos estuvieron mirando cómo si estuviéramos locos, me quedó más claro que el agua que si estoy enamorada de él y que lo que siento por él no es para nada confusión, es mucho más que eso. Yo sé lo que siento, pero él? Siempre lo veía feliz al lado de su novia, así que ahora ya no sé que es lo que siente...el beso lo habrá confundido? ¿Si no hubiera llegado Vale, que me habría contestado? Ni me dí cuenta que de tanto pensar, la noche llegó y por fin pude conciliar el sueño.

Cuando me desperté, me dí cuenta que hoy es sábado y que por eso mi mamá me dejó dormir, aunque más tarde tendré que ir al estudio de Natalia Antolin para elegir algo que usaré en el estreno de la nueva serie de Disney: Once. El evento tendrá lugar el jueves y prefiero comprarme la ropa desde antes, para no estar preocupada.

Mi mamá otra vez no iba a estar en casa hoy, porque tiene que arreglar algunos asuntos en la banco y después salir con una amiga suya. Así que me fui al living a ver Netflix, mientras comía helado y chocolate, mi plan perfecto para cualquier sábado. Pero de repente escucho un ruido, que venía desde afuera...era la campana. Seguro es Valentina o mamá que se olvidó las llaves. Me fui a abrirla y tuve la gran sorpresa de encontrarme en la puerta con un Ruggero muy sonriente, llevando en su mano una bolsa con comida, supongo, y dos de mis películas preferidas: Valiente y El Libro de la Selva...

HOLAAAAA!!! Después de una semana por fin terminé de escribir el capítulo. Sé que es un poco más corto que el primero, pero esta semana me sentí mal porque acá hace demasiado calor y no me dieron tantas ganas de terminarlo, pero en un final aquí lo tienen 💙
Tal vez se esperaban a que tenga más escenas, pero lo pensé y es mejor que no me apure y que cuente con más detalles, porque pronto se vienen los eventos de ONCE y la firma y allá si que hay mucho que contar, pero les doy un spoiler: el próximo capítulo lo narrará Ruggero 🙈
Quiero dedicar este capítulo a mi amiga Sofi, porque me pidió tantas veces que le dedicara uno y bueno, por fin le cumplo su deseo. 😂
También quiero agradecerles por todos los mensajes y votos que recibí para el primer capítulo. No pensé que iba a gustarles tanto, pero como si junto al prólogo la novela ya tiene más de 400 visitas, supongo que si les gustó.
   Si me quieren buscar en las redes sociales, me pueden encontrar en INSTAGRAM y TWITTER como @zenereina. Muchas gracias a todos, los quiero mucho mucho y pronto nos leemos de nuevo!
    XOXO 💋

Gotas de Amor (RUGGAROL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora