Tercera parte de la historia « El nuevo secretario» que encontrarás en mi perfil, al igual que la primera y la segunda parte. Te recomiendo que las leas antes de iniciar esta.
(M-preg)
Louis bottoms
Harry tops.
(Noviembre 2017)
# 783puesto(10/5/18)
Harry sonriente observaba a Louis, el cual miraba feliz por la ventanilla del coche que Pedro conducía para llevarlos a casa, después de que habían dejado a Niall en el restaurante de Nick pues aún seguía trabajando allí muy a su pesar.
El ojiverde no dejaba de pensar en lo hermoso y tierno que se veía Louis pues como un niño pequeño, lo contemplaba y señalaba todo, asombrado y con sus preciosos y brillantes ojos azules.
Era como si este lo viese por primera vez, el empresario lo había extrañado mucho y lo amaba con locura, así que no aguantandose más, tiró de él para que éste se girase y así volverlo a abrazar y besar.
Habían sido cinco largos meses separados, en los que su esposo había estado recluido en la clínica mental pero finalmente daba comienzo esa vida juntos, la vida que debieron tener al acabar su luna de miel.
Louis lo miró sonriendo tras romperse el beso que su esposo le había dado.
—¿Por qué te sonríes tanto, Harry?.
Éste le cogió la mano y se la besó.
—Pues porque estoy muy contento amor, porque por fin estás conmigo. Porque volveremos a estar juntos como debe ser y porque estos meses sin ti han sido un infierno y ahora estoy en el cielo de nuevo.
Louis lo miró coqueto, apoyando la cabeza en su hombro.
—Yo también te extrañé mucho. Estaba perdido pero ahora ya estoy aquí contigo y me siento muy bien. Gracias Harry.
Al llegar a la mansión, Louis se bajó rápidamente y muy sonriente caminó unos pasos y comenzó a dar pequeños saltitos de felicidad, tan solo había pasado una noche en aquella casa y no había sido la mejor pero aún así, la había extrañado muchísimo.
Su terapeuta le había dicho que en esa casa, veía reflejada la que su madre le había prometido, en la que tantas ilusiones había puesto y ansioso había querido vivir y empezar una nueva vida.
La verdad era que se sentía tan bien consigo mismo tras su recuperación que ya no le importaba lo lujosa pues sólo quería ser feliz y hacer feliz al hombre que había conseguido hacerle creer en el amor.
Pedro cogió la maleta de Louis y la llevó a su habitación, mientras que este y Harry recorrieron el gran jardín de la casa pues quería pasear y meter sus pies en la piscina, por lo que su esposo lo complació y descalzos se sentaron al borde de ella.
—Harry... mañana es lunes, ¿iremos a la empresa verdad?.
—Como quieras amor, tu decides—dijo el empresario besando su hombro.
—Cielo, tú ya eres muy útil. Eres mi esposo y llenas mi vida de felicidad.
—Ya y tú la mía pero sabes lo mucho que me gusta trabajar.
—Lo sé...lo sé y te prometo que te llenaré de trabajo, ¿de acuerdo?.
—Eh... tampoco te pases—dijo Louis haciendo un puchero—déjame vivir un poco.
—Claro amor, eso seguro.
Después de más bromas, varios achuchones y múltiples besos finalmente entraron a la casa, allí Amanda, la cocinera, les tenía preparada una rica cena y luego de disfrutarla y de unas cuantas miradas coquetas y furtivos toques, se fueron a descansar.
Louis entró primero en la habitación y se encontró la cama llena de pétalos de rosas, una música suave y velas perfumadas.
—Quería sorprenderte, ¿te gusta?—le susurró Harry tímidamente al oído.
—Oh vaya... es precioso Harry, me encanta. Eres el mejor marido del mundo.
Louis se colgó del cuello de éste y poniéndose de puntillas, atrapó los labios de Harry en un beso tierno que poco a poco se hizo más profundo.
El rizado entonces deslizó sus manos por las delineadas curvas de Louis y las posó en su redondo trasero, apretandolo con ganas y eso hizo que Louis diese un pequeño bote enredando sus piernas en la cintura del ojiverde.
Harry caminó hasta la cama y con cuidado lo posó con delicadeza para luego acostastarse a su lado.
—Te amo tanto, Louis. Jamás creí sentir esto por nadie. Soy el hombre más rico y afortunado del mundo al tenerte.
—No tienes que decirme todas esas cosas para que tengamos sexo, Harry—bromeó el ojiazul.
—Hey... no te estoy mintiendo. En realidad es imposible de explicar con palabras todo lo que me haces sentir.
El ojiazul se incorporó y lo miró fijamente clavando sus azules orbes en las verde esmeralda del empresario.
—Lo sé tontorrón. Siempre he sabido todo lo que me amas. Perdóname por ser un idiota y haberte lastimado con mis tonterías. Realmente tú siempre me gustaste y ahora te amo.
Harry sonrió ampliamente mostrando sus hoyuelos.
—No tengo nada que perdonarte, amor. Estabas enfermo pero ahora que estás bien, estoy seguro que esta vida no nos llegará para amarnos.
—Pues deberíamos empezar cuanto antes, ¿No crees?—dijo Louis desabrochando la camisa de su esposo y acariciando su fornido pecho— hazme el amor, Harry. Por favor amame toda la noche.
El ojiverde besó su boca con ternura y entonces posó su frente con la de su esposo.
—Siempre, amor. Te amaré todo lo que me pidas.
El empresario se levantó y rápidamente se despojó de la molesta ropa mientras Louis se quitaba la suya, cuando estuvieron desnudos volvieron a tumbarse en la cama, mientras que nerviosos reían sin parar.
El roce de sus cuerpos hizo que el calor aumentase y todo lo que se le había prohibido durante meses volvía a salir a la luz, ahora podían volver a unirse completamente en un solo ser.
Harry preparó a Louis con cuidado, introduciendo los dedos poco a poco y masturbando su miembro eréctil para apaciguarle el dolor de la penetración y cuando estuvo listo, se introdujo en él haciendo que este arquease su espalda y soltase un gran gemido.
Luego de eso, empezó a moverse introduciendo y sacando su miembro del interior de su esposo provocando cada vez más y más jadeos y gemidos en los dos.
—Oh Dios Louis... te extrañé tanto... aah. Tenía tantas ganas de estar contigo así de nuevo, mi amor.... ooh me hacías tanta falta— susurraba el empresario loco de pasión.
—Oooh si Harry, sigue... aah no pares, oh Dios mío aah... eres enorme. Aah si-sigue—decía Louis entregado al placer.
Harry sonrió complacido pues le encantaban escuchar a Louis pidiéndole más cada vez que hacían el amor.
Poco después Louis se corrió en su estómago y Harry tras varias penetraciones más lo hizo en el interior de este y finalmente exhaustos se limpiaron y abrieron la cama tirando al suelo todos los pétalos que aún quedaban en ella.
Se cubrieron con la sábana y abrazados se durmieron felices, hasta que unas horas después volvieron a despertarse y lo hicieron de nuevo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.