Una vez más

46 6 0
                                    

Y por mucho que lo intento no puedo, no soy capaz ,he corrido una y otra vez, intentando escapar de la verdad, pero me es imposible, me siento estúpido, quizás lo soy, y me odio por ello.

Las 7 de la mañana, suena la alarma que indica que todo vuelve a empezar, una vez más, las clases están a menos de dos horas y yo sigo en cama, pensando en como será el primer día de clases, ¿ se acordarán de mi?, y si lo hacen ¿me miraran raro?, no lo sé, demasiadas preguntas en mi cabeza, intento no ponerme nervioso, respiro y me digo a mi mismo que todo va a estar bien, todo saldrá mejor de lo que pienso, o al menos eso quiero creer.

 Mi nombre es Luke, actualmente tengo 17 años, antes solía tener una vida bastante feliz, era esa típica vida en la que sales con tus amigos, te diviertes tanto que ni siquiera te das cuenta de como pasa el tiempo.

Tengo el pelo negro, demasiado quizás, mis ojos son oscuros como la noche y realmente no sabría como definir el color de mi piel.

Me gusta cantar, es algo así como una forma de poder explicar todo lo que pasa por mi cabeza, también toco la guitarra y escribo mis propias canciones, pero me temo que no son buenas, así que nunca saldrán a viajar fuera de mi casa o la triste y vieja libreta en la que tanto me gusta escribir lo que siento.

Me gusta la lluvia, los días grises, salir a caminar cuando llueve,las nubes, la noche, la oscuridad, la sangre, el color violeta y su contraste en el atardecer, leer, la ropa oscura y pálida, y mi olor favorito en el mundo, es el del Café .

En especial, odio las cosas en las que se necesita mucha gente,no me gusta hablar con muchas personas, me hace sentir inseguro, tener miedo de ellas y creo que es normal, el corazón solo aguanta romperse unas veces, no muchas, supongo que todo tiene un limite.  

Soy una persona realmente rara, me contradigo mucho, ni siquiera se lo que me gusta, algunos días me despierto y simplemente pienso, "Oh, mierda, soy gay", pero otros días no lo tengo tan claro, así que diré que solo me atraen las personas por como son, sin importar como sean físicamente o por su sexo, no se explicarlo, simplemente por que nunca me sentí atraído por alguien que no fuera un personaje de un libro o serie, es patético, lo sé.

El último año ha sido para mi un año lleno de distintas emociones, cosas buenas como malas, realmente no importa, lo único que tengo que decir sobre esas cosas es que realmente han cambiado mi vida, no sé si para bien o para mal, pero definitivamente la han cambiado, Luke hace un año era una de las personas más populares del instituto, todo el mundo sabia quien era y para ser sinceros a todo el mundo o casi todos les agradaba, era una persona sonriente, que siempre sabia que decir en los momentos incómodos, siempre había de que hablar cuando de él se trataba, sin embargo ya no queda nada de lo que era en ese tiempo, su mundo dio un giro y se llevó con el todo lo que en aquel momento, Luke llegó a ser.

 El pasado noviembre, después de mi cumpleaños número 16, mi abuelo murió, la persona a la que más he querido murió y entonces todo cambió para mi, dejé de hablar con la gente, me encerré en mi mismo, pasé noches llorando una y otra vez, pensando en donde estaba él, si realmente podía verme y si sabia como me sentía, por mucho tiempo lo culpé de haberme abandonado, no entendía lo que pasaba.

Comencé a odiar que la gente me hablara con lastima, como si fuera el único al que le pasan estas cosas, empecé a odiar todo lo que me rodeaba, mis hermanas, mi madre, todo, para mi nada tenía sentido, todo se había acabado en ese momento en el que se fue y me dejó solo, no me reconocía a mi mismo, no sabía quien era, me sentía perdido, ya no era el mismo.

En casa, no había día en el que las cosas no fueran gritos o peleas,  no existía lo que se conoce como silencio, resulta irónico que yo sea alguien tan callado,¿no?, supongo que la vida esta llena de eso mismo, ironías  

Finalmente, dejé las clases, creo que una de las peores sensaciones en el mundo es que la gente te mire como si fueras un bicho raro y que todos hablen por lo bajo sobre lo mal que llevas las cosas, sobre como se nota que no has dormido nada, es asqueroso sentir que la gente te mira con pena y que no saben que decir.

Durante el periodo de estar sin clases descubrí quienes estaban ahí para mi y quienes nunca estuvieron, sin embargo yo me encargué de alejar o destruir todo lo que me rodeaba, mi vida pasó a ser despertar, comer  y dormir.

Las cosas cada vez fueron a peor, empecé a tener pensamientos estúpidos y terminé haciéndome daño a mi mismo, me lastimaba  las manos y las piernas, sé que está y que estuvo mal pero de alguna manera fue la única forma de sentir que aún estaba vivo, que no había muerto y que muy en el fondo aún respiraba algo de lo que yo era.

Meses después de todo esto, empece a creer que lo había superado, las marcas ya no estaban, me sentía vivo por primera vez después de tanto tiempo, la vida empezaba tener sentido, era feliz, o tal vez no lo era, aveces no sentir las cosas no significa que ya lo hayas superado, simplemente no duele, pero sigue ahí, hay cosas que no se superan en la vida, solo se aprende a vivir con ellas.   

Pero...no estaba todo superado como yo pensaba, poco tiempo después de sentirme mejor, fui diagnosticado con un trastorno mental, ciclotimia, es un  estado mental caracterizado por variaciones del humor en que se pasa de la euforia a la depresión, tristeza o melancolía.

Fue como volver atrás, empezar de nuevo, fue difícil adaptarme y saber que esos cambios de humor que había tenido ya no solo eran por haber perdido a alguien importante, tuve que asimilar que todo iba más allá y que por más que quisiera, nunca llegaría a ser el mismo de antes.

____________________________________________________________________________

7:30, decido levantarme y ver lo que voy a ponerme, no puedo creer que realmente este haciendo esto, me tiemblan las manos y las piernas, estoy demasiado nervioso, siento como mi corazón se acelera cada vez más.

Decido coger una camiseta blanca, pantalones negros, zapatos negros y una chaqueta negra, tampoco hay muchos más colores que elegir en mi armario si soy sincero, me ducho, intento tardar lo más que puedo para no enfrentarme a la realidad, aunque sé que acabará llegando el momento, termino de ducharme, me cambio y me siento a desayunar cereales.

7:50, termino de desayunar, me acerco a la habitación de mamá, ella me da un beso en la frente y me dice que todo va a ir bien, que no lo piense tanto, sonrío y le digo que estoy bien, que todo marcha a la perfección, me despido de ella con un beso y salgo de casa.

Es la primera vez después de tanto tiempo que pongo un pie en la calle, por una parte me siento libre y quiero correr y gritar, vivir otra vez, pero también siento como mi estomago se revuelve, siento que estoy a punto de vomitar, respiro hondo y sigo caminando, llego a la parada del autobús, la gente me mira, pero no parecen saber quien soy, es como si todo el mundo se hubiera olvidado de que alguna vez existí.

Subo al autobús y me pongo mis auriculares, escucho música durante todo el camino mientras pienso que este curso voy a estar con gente nueva, es decir, empiezo en el mismo curso, no tendré a las mismas personas en clase, y entonces me siento más tranquilo de pensar que quizás esa sea una nueva oportunidad.

Me quedo plasmado en la monotonía de la lluvia que queda en las ventanas del auto por las mañanas, el tiempo pasa rápido y cuando me doy cuenta ya estamos aquí otra vez, bajo del auto y camino hacia la puerta deseando ser invisible, deseando que nadie sepa quien soy, llego al portón de cristal grande, lo atravieso y allí están todos los que alguna vez me conocieron, siento como si el tiempo se parara, nadie se acerca, nadie dice nada, entonces respiro hondo y sigo, lo intento, una vez más.






Cuando cierro los ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora