Cuando cierro los ojos

James Mcavoy

Sabía que me estaba mirando y no sé si pretendía que me quedara ahí sosteniéndole la mirada, pero no lo hice, quería salir corriendo pero tampoco lo hice, simplemente empecé a caminar más y más rápido con la intención de llegar a mi casa lo antes posible, cuando  llegué a casa he respirado como si me hubieran quitado el oxigeno por mucho tiempo.

No puede ser este idiota, de todas las personas del mundo que imaginé que podían ser, nunca imagine que fuera él, James Mcavoy

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Son las 7:00 de la mañana, me he despertado para ir a clase, pero no estoy seguro de que pueda hacerlo, la verdad es que ni siquiera estoy seguro de que sea él, pero fue todo muy raro, anoche no sé si pasó por ahí de casualidad o que mierda hacía este chico caminando por los mismos sitios a los que he empezado a ir, quizás ya lo hacía de antes... pero ¿por qué me ha hablado?, no comprendo, pensé que ni siquiera sabía que yo existía.

Hace unos dos años, cuando llegué al instituto, no voy a mentir, fue una de las primeras personas que llamó mi atención, siempre me pareció demasiado atractivo, pero de nada vale eso cuando cruzas unas palabras con él, o cuando le escuchas hablar, no suma ni dos neuronas y descompensa que sea tan guapo.

James es un chico no demasiado alto la verdad, tiene una estatura media diría yo, tiene el pelo castaño bastante claro, casi rubio, pero no y sus ojos son verdes, cuando miras a sus ojos te ves reflejado en ellos, tiene una sonrisa que no mucha gente diría lo que yo voy a decir, pero es perfecta, siempre me gustó la imperfección que guarda, como persona no le conozco mucho la verdad, hablamos hace un tiempo pero muy poco, después el pasó a ser el chico al que todas las chicas le van detrás y desde entonces su lista de novias ha ido siendo cada vez más larga, no las culpo, la verdad como dije antes, es bastante guapo. 

He terminado de desayunar, así que salgo directamente para la parada del autobús, ando con la cabeza baja sin mirar a nadie, me da miedo levantar la cabeza y encontrarme con sus ojos una vez más. Subo al autobús, cuando por fin veo a Brad me siento a su lado y le saludo, me pregunta si estoy bien, que parezco nervioso, pero solo asiento con la cabeza y le digo que no pude dormir muy bien.

Me he sentado y cogido mi móvil para escuchar música, por alguna extraña razón, me pongo los cascos miro hacía el pasillo del bus y ahí está subiendo, me dedica una sonrisa pero yo rápidamente bajo la cabeza y hago como que no he visto nada de nada.

- Buenos días Luke -

Ruedo los ojos, respiro hondo y le respondo a su estúpido mensaje.

- ¿Qué quieres?- 

- ¿Qué voy a querer?, solo te he dado los buenos días -

- sé quien eres -

- lo sé -

- ¿Qué quieres, para que me hablaste?-

- hmm ¿quieres la verdad o la mentira?

- la verdad y ya, no quiero seguir con esta tontería del "chico de los mensajes" -

- de acuerdo, por una apuesta, alguien apostó a que no era capaz de reírme un rato de ti, pero la verdad es que me has caído bien, por eso te deje saber quien soy - 

- ¿ Se supone que debo darte las gracias o algo ? -

Siento como mi corazón se rompe, no es que yo siente algo por el idiota este, es solo que me duele que haya aceptado reírse de mi en un principio, supongo que no importa, son cosas que se hacen las personas del instituto unas a otras, estoy bien. 

- No dije eso -

Cuando me doy cuenta ya hemos llegado, no le respondo más, solo quiero que esta mañana pase rápido y llegar a mi casa, por la tarde tengo que ir a ver a Alex, creo que le hablaré de todo esto, quizás me haga bien, ya no sé.

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He tenido suerte y la mañana ha pasado bastante rápido, acabo de llegar a casa, me he duchado, he terminado de comer, me despido de mamá y salgo para ver a Alex.

Cuando llego a la consulta espero mi turno, cuando por fin tengo que pasar le cuento a todo  a Alex, pero la verdad, siento que hoy no me ha ayudado una mierda, solo me ha dicho cosas como que las bromas entre adolescentes son muy comunes y todo esas mierdas, y vale, lo acepto, son comunes aunque a mi nunca me gustaron.

Al volver a casa me pongo a ver tele como todas las tardes, estoy viendo Las Kardashian, no es que sea un fanático de los programas de este tipo pero me rió un rato siempre, además me ayudan a distraerme y eso está bien,  en este capitulo, Kris y Courtney le han hecho una broma a Kim , han llenado su casa de papel higiénico, lo cual no le ha hecho ninguna gracia, pero sin duda, yo me he reído bastante. 

No me doy cuenta y ya son las 21:00 p.m, mamá ha hecho la cena, chocolate, en la cena hablamos de cosas normales, una de mis hermanas empieza contar que ha suspendido un examen, aveces me gustaría ser como ella, preocuparme por cosas como suspender un examen y esas tonterías, pero soy muy distinto. 

Me tiro en cama, ni siquiera me he quitado la ropa ni nada, simplemente estoy ahí como si estuviera muerto, sin más, entonces la pantalla de mi móvil se ilumina.

- Oye, lo siento, ¿Vale?, no quería lastimarte si lo hice lo siento, en serio, ya sé que muchas veces soy idiota, pero no continué con la broma...- 

- Da igual, no me hiciste nada, solo que fue raro, no sé, de todas las personas que pensé que podían ser, no pensé en ti - 

No contesta  mi mensaje, no puedo dormir, así que me pongo los zapatos y un chándal y salgo a correr, ni siquiera he calentado ni nada, solo corro y corro, quiero sentirme libre y últimamente me he dado cuenta de que es el método que más me funciona por decirlo de alguna manera.

Paro en el mismo banco que le vi ayer, me quedo ahí por un momento, intentando recuperar el aire, me pongo a ver las estrellas mientras respiro lentamente, me cuesta un poco, cuando me encuentro un poco mejor dedico correr otra vez.

Estoy cansado, camino de vuelta a casa,  pensando en mis cosas, y entonces aparece él.. de nuevo.

- ¿Te molesta si te hago compañía? - 

- No- respondo sin mostrar ninguna emoción ni nada, simplemente respondiendo -

entonces me mira, me vuelve a dedicar una sonrisa como la del bus.

- ¿ Podemos ser amigos ? - sonríe - 

no sé que se cree sonriéndome de esa manera, le  miro, ruedo los ojos.

- Supongo- 

extiende su mano mientras me mira a los ojos.

- Encantado, mi nombre es James, James Mcavoy.