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Richard sale furioso de la casa. No sabía lo que estaba pasando, sentía que me había arruinado la vida por completo, al aferrarme a un hombre que solo pensaba en sexo y nada más.

Después que se me pasó la angustia, me puse a comer como loca, el estómago se me había agrandado que lo poco que comía no me sostenía bien.

Voy a mi habitación para darme una ducha y echarme a dormir el día completo...

Sentía mis ojos pesados; miro el reloj y ya eran las 5 de la mañana, no podía creer que había dormido 15 horas corridas, eso ya no es normal en mí.

Recuerdo lo que habia pasado el día anterior con Richard y me vuelve a dar la angustia que sentí antes.
                    
Me levanto y preparo la mesa de la sala con comida chatarra para pasar el día y me pongo a ver la saga de Harry Potter.

                      Me levanto y preparo la mesa de la sala con comida chatarra para pasar el día y me pongo a ver la saga de Harry Potter

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Envuelta en la grandiosa trama que estaba viendo, al rededor de las 2 de la tarde recibo un mensaje de mi padre:

«A las 5 te paso a recorrer para que vayamos a la fiesta de narcos... Te ama papá» 

¡Hipócrita! Viejo de mierda.

No tenía deseo de ir a esa fiesta, quería quedarme todo el día en casa viendo película y comiendo.

Recuerdo que tengo un padre tedioso y me voy alistar. No soportaba el dolor de espalda que tenía pero igual tenia que ir a esa fiesta o mi don padre no dudaría en matarme, literal.

Me ducho, me preparo, intento buscar un vestido en este closet lleno de pantalones y camisetas.

Encuentro uno algo sencillo, me acomodo el pelo enredado para que no se notara lo feo que estaba.

Encuentro uno algo sencillo, me acomodo el pelo enredado para que no se notara lo feo que estaba

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El odioso de mi padre me había pasado a buscar a las 4:50. Sentía una odiosa  incomodidad estar junto a él.

Llegamos a la fiesta, estaba totalmente encendida, tragos, mujeres playboy bailandole a los hombres sin importar que estuvieran casados, decenas de camionetas cuidando el área.

Mi padre me toma de la mano y me acompaña adentro de la inmensa mansión.

Mi padre me toma de la mano y me acompaña adentro de la inmensa mansión

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— ¿De qué narco es ésta mansión?— le pregunto a mi padre sorprendida. Esta casa comparada con el disparate mío tenía mucha diferencias.

— Jhon Taborda— mi padre me sonríe.

— ¿Y ese quién es?— me quedo confundida, nunca había escuchado nada de ese Jhon.

— El nuevo narcotraficante, ésta fiesta es para darle la bienvenida a este hermoso mundo— mi padre no deja de sonreír, sabía que era hipocresía de su parte.

— Mi queridisimo amigo Cristian Clayderman— un hombre muy apuesto saludo a mi padre como si se conocieran de toda la vida.

— Te felicito hermano— mi padre le da unas palmadas—. Ella es mi hija Amaya Clayderman.

— Un gusto señorita— me da un beso en la mejilla—. Soy Jhon Taborda, tu futuro esposo— me guiña el ojo.

— ¡¿Perdón?!— abro los ojos y él se ríe ante mi reacción—. A penas te conozco y ya te quieres casar conmigo.

— A penas conociste a Richard y ya te lo estás comiendo— me sonríe—. ¿Entramos?— me da la mano.

— Vamos— finjo una sonrisa. Tenga ganas te ponerle una pistola en la boca y mandarlo a volar.

Adentro había más ruido, demasiadas bebidas. Jhon me deja sola y se pone a saludar unos invitados.

— Amaya— siento que me halan por detrás—. Hola estúpida.

— ¡Terra!— me sorprendo al ver a esa mujer que tenía más de 10 años que no veía, seguía más joven que nunca, lo que el dinero puede hacer.

— ¡Cuánto tiempo mi amor!— me da un beso en la mejilla, el beso de Judas—. No sabes lo mucho que te extrañé.

— Lo dudo Terra— no podía creer que la perra de mi la que decía ser mi madre estaba frente a mí después de haberme abandonado.

— Siempre tan odiosa Amaya— me fulmina con la mirada y se va de mi lado.

— ¡Hola, de nuevo!— Jhon me ofrece una rosa blanca. No puedo negar que el tipo es tan apuesto. Pero en mi corazón todavía está Richard.

— ¿Por qué ignoras la idea de ser mi esposa?— se acerca a mí

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— ¿Por qué ignoras la idea de ser mi esposa?— se acerca a mí.

— La última y única vez que estuve casada, fue un amigo de mi padre, y no estoy muerta porque no soy pendeja.

— Yo soy diferente a Pedro— me mira deseoso.

— ¿Cómo sabes que Pedro es mi ex?— me alejo de él pero él vuelve a acercarse más a mí.

— En la vida del narco se sabe todo— me guiña un ojo—. ¿Tomas?— me ofrece un vaso de whiskey.

— No puedo tomar, gracias— rechazo la bebida, y me pongo a mirar al rededor.

La estúpida de Terra estaba con Matt, me estaban observando y se burlaba de mí. Para mi sorpresa Pedro mi ex, también estaba en el grupo, tenía sus manos entrelazadas con una chica.

Olvido la escena, y me pongo a mirar la puerta, esperando que la gente de allí se moviera para salir de este lugar, que si seguía aquí iba a terminar ahogandome.

Para mi sorpresa, Richard había entrado por la puerta principal. Se veía tan elegante. No sé qué demonios hace aquí, como se enteró de esto o quien lo invitó.

Nuestras miradas chocaron haciendo que sentiera un cosquilleo en todo mi cuerpo.

Se acerca a mí dando pasos lentos. Cuando ve que estoy muy cerca de Jhon se acerca más a mí.

— No te le vuelvas a pegar así a mi novia— Richard lo fulmina con la mirada y me saca de ahí entre medio de toda la multitud.

Mi Objetivo |Richard Camacho|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora