— ¡Richard! ¿Qué sucede?— intento soltarme de su agarre.
— Necesito hablarte Amaya.
— ¿Después de lo que pasó ayer quieres hablar? Lo único que te agradezco es que me hayas sacado de esa apestosa fiesta.
— Amaya— dice preocupado—. Hoy amanecí con los chicos, no sé cómo diablos llegué ahí.
— Te fuiste con ellos después de maltratarme.
— ¿Qué yo hice qué?— se sorprende—. No sé, pero están pasando cosas muy raras. Resulta que amanezco ahí, y ahora me dices que te maltraté y no recuerdo haberte hecho eso.
— Richard, si estás buscando que te perdone, así no vas a conseguir nada— le digo molesta.
— Amaya, juro no acordarme de ese supuesto maltrato que te hice— sigue confundido y algo preocupado—. ¡Ah! Y otra cosa rara me pasó ésta mañana, ¿ves este brazo?— me señala su brazo izquierdo.
— ¿Qué pasó?
— Tengo un tremendo hematoma, como si me hubiesen inyectado varias veces en el mismo lugar.
— ¿Estás diciendo que alguien te ha estado inyectando sin que te dieras cuenta?
— Tal cuál... Amaya esto es muy raro, qué te haya maltratado y no me acuerde y que de repente aparezca como inyectado quien sabe el qué y por quién.
— Richard no te preocupes, que voy a averiguar quien está detrás de todo esto.
— Amaya esto me preocupa, al parecer hay alguien que me droga para que te maltrate o actúe de una forma fuera de lo normal y tú termines alejándome de ti.
— Tienes toda la razón— me quedo algo dudosa, estoy rodeada de gente capaz de hacer lo que sea que en estos momentos para mí son todos sospechosos.
— Ya lo descubriremos.
— ¡Amaya!— la chica que estaba entrelazando sus manos con Pedro viene hacia mí—. No sabes las ganas que tenía de conocerte.
— ¿Esposa de Pedro?— me hago la interesada.
— Sí, estoy muy emocionada por estar casada con un hombre tan maravilloso como él.
— Perdona que te lo diga así, pero Pedro no es quien aparentar ser.
— He escuchado cosas así y me han dicho que tu eres la única que me puedes decir toda la verdad por ese año que duraste casada con él.
– Mira...— me quedo un rato pensando.
— Gema— me dice tímida—. Me llamó Gema.
— Mira Gema, Pedro es un perro, cuando todo le salga mal querrá desquitarsela contigo. Y si sales embarazada y quieres tener a ese bebé, escapa. No importa si el bebé se cría sin padre, lo importante es que esté vivo.
— ¡Ay Amaya! Te escucho y no lo puedo creer— se preocupa un montón, siento algo de pena por ella, la pobre es tan indefensa y no sabía que estaba casada con un miserable—. ¿Puedo contar contigo para cualquier cosa?
— Claro, Gema— sonreí.
— Ya me voy adentro para que Pedro no se moleste— se despide.
— Pobre chica— susurré.
— Tu más que nadie deberás entender lo que le pasa. ¿Quieres que salgamos de aquí?— me toma delicadamente las manos.
— Vamos— le sonrío.
— ¡AMAYA!— me volteo al escuchar la voz que aquella persona que odio tanto.
— ¡Cuánto tiempo mi amor!— me sonríe hipócritamente Pedro.
— ¿Qué quieres maldito hipócrita?
— Ver a mi ex mujer— echa a Richard a un lado para acercarse a mí—. Te he extrañado mucho preciosa, lástima que me obligaste a firmar ese divorcio porque extraño cuando te obligaba a estar conmigo, los dos solitos, en nuestra cama.
— ¡Imbécil!— Richard le pega un puñetazo en la cara.
— Vaya, vaya— se empieza a limpiar la sangre que corría de su boca—. A Amaya nadie la tiene que querer, tiene que morir sola, por eso haré que poco a poco se esté desencantando de ti.
— ¿De qué hablas idiota— Richard va a pegarle de nuevo pero lo retengo—. ¿Tu eres quién me ha estado drogando?
— ¿Qué pasa si te digo que sí?— Pedro se burla de él.
— ¡Te voy a matar, imbécil!— Richard va a pegarle pero le detengo de nuevo.
— Aquí no, Richard— le freno—. Si quieres después de aquí le pegas todo lo que quieras.
— ¡Amaya era él!— Richard se altera—. Ese imbécil fue el que hizo todo eso, me la tengo que vengar.
— Tranquilo mi amor. Ahí está la pista, Pedro es un idiota, y si el tiene algo que ver, hay otra persona detrás de esto y no dudo de que sea Matt.
— Richard...— Cristian aparece detrás de él—. ¿Me puedes dejar a solas con mi hija?
— Si señor— Richard se va furioso, tenía gana de pegarle pero se contuvo.
— Hija, ¿hasta cuándo vas a seguir detrás de Richard?— me dice mi padre.
— No te metas en mí vida Cristian.
— Hay un dicho por ahí que dice que la vida de dos narcos es una bendición— le sonríe.
— Yo no estoy muy segura de eso— le contesto.
— Yo sí, y hasta he llegado ha pensar que tiene sentido.
— ¿Qué quieres Cristian? Me dijiste éste dicho la vez que me obligaste a casarme con Pedro.
— Algo parecido te traje— se ríe—. Tienes que casarte con Jhon Taborda.
— ¿Estás demente? ¿No te queda claro que estoy con Richard?
— Me vale una mierda Richard— me grita—. Con Richard yo no gano nada, con Taborda, sí.
— Yo no me voy a casar con Taborda, no.
— Hija— se acerca a mí—. Richard es muy vulnerable, y sé que lo estás cuidando; pero te tienes que casar con Jhon si o sí.
ESTÁS LEYENDO
Mi Objetivo |Richard Camacho|
FanfictionRichard Camacho es el mayor objetivo de Amaya Clayderman, quien quiere matarlo. ¿Logrará Richard convertirse en algo mas que en su objetivo principal? ¿Logrará Amaya enamorarse de Richard siendo una chica sin escrúpulos? ¿Logrará Richard enamorarse...