Carts.

Capítulo 1

UN DÍA LLUVIOSO

12:30 pm.  

BaekHyun no se despegaba de la ventana, estaba entretenido mirando el cielo gris. Había estado lloviendo desde hace más de una hora y el clima no daba señales de mejorar, arruinando los planes que Byun había hecho para salir a tomar un café junto a su buena amiga TaeYeon. Un buen café sentaría muy bien con ese clima tan nublado; sin embargo jamás imagino que su excusa para ir por aquella bebida caliente también fuera su impedimento para salir. 

Vería a su amiga a la 1:00 pm. por lo que no se preocupo cuando miro por la ventana luego de su desayuno y vio la leve llovizna que caía. Era sólo unas cuantas gotas de agua, pronto cesaría la lluvia y él podría irse justo a tiempo, eso creía. Jamás se hubiera esperado que la lluvia fuera empeorando en vez de parar. No obstante seguía insistente con la idea de acudir a la cafetería por lo que busco un paraguas  con el cual protegerse de la lluvia, teniendo pensado irse de casa en cuanto las gotas cayeran con menos fuerza. Eso jamás pasó.

Ya estaba por ser la hora acordada y él seguía atrapado en su casa, mirando fijamente el cielo como si fuera capaz de hacer la lluvia parar.

Resignado, cogió su celular y le mando un mensaje a TaeYeon haciéndole saber que no podría ir. En cuestión de minutos la chica le respondió, al parecer ella también se había quedado atrapada en casa.

BaekHyun siguió hablando con su amiga durante un largo rato. Había optado por preparar él mismo su café, porque no, la lluvia no le iba a impedir consumir tal bebida. Recién estaba terminando de prepararlo cuando un fuerte trueno sonó con fuerza acompañado por un relámpago que iluminó toda su casa y luego todo se puso oscuro. Genial, la luz se había ido.

Miró la pantalla de su celular, rezando a todos los dioses que aún tuviera batería suficiente para sobrevivir hasta que la electricidad volviera a funcionar, mas no tuvo tanta suerte. Considerando que ya eran las 3:00 pm y en ningún momento había soltado el aparato, era más que obvio que su batería sería muy poca.

Soltó un gran suspiro y se apresuró a prender varias velas antes de que su celular muriera y se quedara en completa oscuridad. 

Una sonrisa de victoria se dibujo en su rostro cuando justo en el momento que prendió la última vela, su celular se apagó. Se sentía feliz de haber logrado iluminar su casa con la luz de las velas antes de quedarse sin batería; sin embargo ahora no tendría nada con qué distraerse y todo se encontraba sumergido en un silencio total.

Aburrido. Así se encontraba en ese momento y si antes detestaba la lluvia por dejarlo encerrado, ahora la odiaba mucho más.

Tanto silencio lo estaba desesperando por lo que empezó a tararear una canción y luego terminó por cantarla. Era una canción que se sabía al derecho y al revés, amaba esa canción y podía pasar cantándola por horas y hora. 

Iba por la tercera vez que la cantaba cuando su mente se distrajo y empezó a divagar en otras cosas, cuando menos lo notó ya estaba recordando a sus ex. Por su cabeza comenzaron a pasar cada uno de ellos, cada una de sus historias de amor. Algunas habían terminado bien, otras tantas no, pero si en algo coincidía con todos era que en cada ruptura se había quedado con algo que decir.  

Sí, tenía cosas que decirles a cada uno de ellos, cosas que en el momento no se atrevió a decir y pasó arrepintiéndose de ello por mucho tiempo.

Dejo de cantar y cuando menos se dio cuenta ya estaba en el escritorio de su habitación con hojas y plumas frente a él. No tenía forma alguna de llamar a nadie sin electricidad ¿qué más podía hacer que escribirles cartas? A él le parecían lindos esos detalles, el escribir cartas con bonitos decorados era antes uno de sus hobbies preferidos, sin duda todos los que alguna vez salieron con él deben recordarlo por sus bellas cartas. Porque sí, eran cartas bastante lindas así que haría lo mismo está vez para que no hubiera forma alguna para ellos de no reconocer el remitente. 

Cogió una de las hojas color hueso y dejó a un lado las demás, tomó dos plumas, una negra y una rosa, y comenzó a escribir la primera de sus cartas.