Y aquí vamos...

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Al día siguiente me sentía un tanto mareado, no era capaz de levantarme, sentía como si alguien estuviera encima de mi. Después de un rato sentí un gran golpe en el área del pecho, después de aquel "golpe", me pude levantar. Veía la habitación un tanto extraña. Pensé que estaba en el cuarto de invitados, me levanté y me guié hacia la puerta, ¡Sorpresa!, efectivamente estaba en el cuarto de invitados. En un principio no la reconocí porque solo la había visto una vez; al momento de llegar a la casa al momento de comprarla.

Pero, lo que había o escuchaba afuera, no tenía explicación alguna; se escuchaban sirenas de patrullas de policías, helicópteros que sobrevolaban la zona e iban llegando diferentes furgonetas de prensas y noticieros; claramente había pasado algo muy grave como para captar la atención de los medios, la parte frontal de la casa estaba inundada por policías y/o agentes forenses, la verdad era suficiente escuchar las sirenas y demás sonidos alarmantes afuera de mi casa para alertarme o ponerme un poco nervioso. Tratando de pensar en las posibilidades me quedé observando a a nada en frente de mí, era algo confuso. Unos fuertes golpes en la puerta de la casa me desconcertaron inmediatamente,  caí por tal castigo a mis oídos, tomé algo un tanto pesado por inercia al levantarme, bajé a abrir la puerta.

- ¡Policía! - Se llego a escuchar al otro lado de la puerta - ¡Abra inmediatamente!.

Abrí lentamente con un sentimiento de nervios dentro de mí, poco a poco veía el cuerpo de los oficiales, me dí cuenta me esperaban apuntándole a la puerta. Tomé aire y traté de actuar con total naturalidad, después de todo no había cometido nada malo; que yo recuerde. tampoco tenia antecedentes criminales, no tendrían motivos para un arresto.

- ¿Que pasa se...? - Fui interrumpido por la voz del oficial a cargo de la "operación" 

-- ¡Baje el arma! - Exclamó gritando mientras apuntaba a mi pecho con desesperación - Repito, ¡Baje el arma!

Algo sorprendido traté de ignorar las agresivas palabras del oficial. Un repugnante olor capto toda mi atención, era un maldito cadáver el que yacía a las afueras de mi casa.

Yo, tenía un arma en manos y mi blanca camisa estaba llena de sangre...

Todos mis músculos permanecían inmóviles. Lo que me hizo reaccionar fue un disparo en mi hombro, como reacción inmediata soltando el revolver que poseía. Justo antes de cerrar la puerta logre diferenciar el cadáver, una chica de vestido blanco con cabello negro corto. Aquella chica en el parque. Subí las escaleras corriendo, al llegar al ultimo escalón derribaron la puerta con una patada haciéndola pedazos; corrí a refugiarme, me dirigía  a una esquina del balcón/mirador trasero, mientras corría escuchaba como disparos aturdidores impactaban en el muro a un lado mío; haciendo presión en el lugar de la herida para detener el sangrado. Logré perderme de la vista de los oficiales por un rato, el tiempo fue suficiente como para esconderme en el lugar indicado. Al parecer los oficiales decidieron separarse para buscar por las diferentes habitaciones de la casa, tratando de hacer el menor ruido posible podía escuchar las pisadas de uno de los oficiales acercarse a mi "escondite". Con dificultad trepe el pequeño muro del mirador; sentándome en el. Eran unos cuatro metros de caída hacia el patio de trasero de mi vecina de abajo; <<¿Ya había dicho que vivía en un segundo piso, no?>>  tomé aire y tragué saliva. Tomando el coraje y determinación suficiente... Salté, Un infinito vació se sintió en mi abdomen... Estaba perdido.

Bajo las sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora